De estas dos pequeñas elevaciones, la más septentrional es denominada el Fortín y se desarrolla en terrenos calizos, mientras que la otra es de roca arenisca. En la parte superior del Fortín encontramos unos parapetos de la pasada Guerra Civil (1936-1939) construidos con piedra y argamasa, y con una conservación casi perfecta. Estos constituyen un punto defensivo muy estratégico. Las cinco cavidades que encontramos próximas a la cima de este monte fueron el objetivo de la visita. Estas fueron exploradas y topografiadas por el GESAP en el año 1987 y como se puede observar en las topografías presentan todas una génesis tectónica y adoptando todas una misma dirección, siendo fracturas paralelas que cortan esta pequeña elevación. Nosotros visitamos las cavidades número 3, 4 y 5. Vimos la boca de la nº 1 y quedó pendiente de visitar la nº 3.
En primer lugar visitamos la sima de Fortin-4,
que es la que mayor recorrido y profundidad posee. Esta se desarrolla sobre una
fractura y esta fuertemente marcada por el buzamiento de los estratos que ronda
los 50º.
Descendimos sus dos pozos de 15 y 10 metros, tapizados por coladas, por lo que en sus tramos iniciales son una rampa y es al final cuando se tornan verticales. En algunos puntos la fractura forma espacios cómodos y amplios, como el situado entre los dos pozos de la cavidad. En la parte final un pequeño resalte ascendente nos permitió acceder a dos zonas no representadas en la topografía, siendo la inferior más inestable y no explorada totalmente. Por el ramal superior se llega a unas raíces que provienen del exterior. Como curiosidad, localizamos en la base del segundo pozo una buena acumulación de agua estancada y cristalina en una zona de formaciones litoqímicas. También destacan las arañas que encontramos en abundancia.
Descendimos sus dos pozos de 15 y 10 metros, tapizados por coladas, por lo que en sus tramos iniciales son una rampa y es al final cuando se tornan verticales. En algunos puntos la fractura forma espacios cómodos y amplios, como el situado entre los dos pozos de la cavidad. En la parte final un pequeño resalte ascendente nos permitió acceder a dos zonas no representadas en la topografía, siendo la inferior más inestable y no explorada totalmente. Por el ramal superior se llega a unas raíces que provienen del exterior. Como curiosidad, localizamos en la base del segundo pozo una buena acumulación de agua estancada y cristalina en una zona de formaciones litoqímicas. También destacan las arañas que encontramos en abundancia.
Seguidamente visitamos la cavidad nº3, ubicada
en la parte superior de la montaña y junto a las construcciones defensivas.
Esta es una fractura con poco interés formada por una rampa, seguida de un
resalte y una rampa final que termina por estrechez.
Por último visitamos la sima de Fortin-5,
también próxima al parapeto principal. Esta compuesta por un pozo inicial de
unos 8 metros al que le siguen dos zonas. Una es una larga rampa que finaliza en un
empotramiento. La otra, hacia el sur esta compuesta por una serie de resaltes y
rampas que alcanzan la profundidad máxima de la sima.
Una buena mañana de espeleo con buena
compañía!!!!!