Desde antiguo siempre han estado los aventureros que exploraban cavidades en solitario, pero en el siglo XXI parece incongruente escuchar que aun hay gente que va en solitario, después de todas las medidas de seguridad que existen en espeleología, y el riesgo que conlleva.
Quizás sea porque actualmente huimos del riesgo, no queremos arriesgarnos o nos hemos aburguesado. Existen opiniones de sendos tipos y las dos tienen sus razones.
El ponente explico sus experiencias en cavidades en solitario y expuso que la preparación física y sobre todo psicológica son requisitos necesarios para la exploración de una cavidad en solitario. Para ello es muy importante valerse por uno mismo, conocerse a uno mismo para poder superar los posibles riesgos con desenvoltura. Santi también hizo una comparación entre explorar una cavidad en solitario y explorarla en grupo. Aparentemente conlleva menos riesgo ir en grupo pero Santi lo analizo minuciosamente dando a entender que este tema se puede discutir.
Este tipo de práctica tiene menos adeptos, claro está, ya que lo normal es ir en grupo, pero si no hay nadie con quien salir esta el la opción.
Una de las ventajas de ir en solitario es que el tiempo pasa más lentamente, ya que el espeleólogo no depende de nadie.
Un inconveniente de esta práctica es el alejamiento de compartir experiencias con los compañeros, que es una cosa muy valorada por los espeleólogos.