Una vez en su interior empezamos a descender los pozos interiores, que empiezan después de pasar unas gateras desobtruidas por el Grupo de Espeleología de Oropesa del Mar (G.E.O.M.). Este grupo le atribuye a la sima una profundidad de 90 metros.
Tras descender unos 45 metros de pozo, hacemos pie en una repisa. Aquí observamos variada fauna subterránea, entre ellos distinguimos un Colémbolo y un Isópodo.También se observa otro especimen con pigmentación y de 1 mm, del que poco distinguimos.
En esta repisa podemos seguir descendiendo por las dos partes de la fractura, -que llevan a la misma base de la fractura- e iniciamos el descenso. Bajamos unos 15 metros más, desembocando en una ancha fractura (3 m) con grandes bloques y las paredes con grandes recubrimientos litoqímicos. Aquí podemos seguir la fractura unos metros más hasta encontrar un realte que debemos bajar. Debajo del resalte la fractura va reduciendo sus anchuras hasta finalizar por estrechez, durante unos 15 metros.
Este es punto más profundo de la sima y creemos que estara en torno a los 70 metros de profundidad y no 90 m.p.
Más tarde recorrimos la fractura en la otra dirección, donde se bifurca y se torna más estrecha.
La visita a la cavidad duró unas 5 horas, teniendo en cuenta que nos toco clavar algún taco debido a que la instalación es del año 92.
Tenemos previsto topografíar esta sima, pero podemos adelantar que estara en torno a los 130 metros de recorrido real.
Cercana a esta fractura existen otras tres fracturas aéreas, que algunas puede que sean la misma que la de la sima del Morro-4, pero otras no.