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lunes, 16 de febrero de 2015

SIMA DE LA CORNISA (PICOS DE EUROPA) (3/4)


Acceso a la sima de la Cornisa, al fondo la torre de Peñalba.

Ver crónica de la Sima de la Cornisa:

ATAQUES DE OTROS GRUPOS

Recordamos que nosotros abandonamos Picos de Europa el día 15 de agosto. La sima quedo instalada hasta la cota de -860 m., situada en la sala de los bloques derribados; y el vivac de -700 m. también quedo montado. Tras nuestra estancia en picos pasan por allí dos grupos más, que continúan con los trabajos de instalación.

El primer grupo está formado por unos 9 bomberos, entre ellos Carlos Flores. Este grupo instala desde -860 m. hasta el inicio del meandro imposible, cota de -1.090 m. En total 230 m. de desnivel. También monta el vivac de -900 m., además de portear gran parte del material que hará falta para llegar al fondo de la sima.

El segundo grupo formado por 4 espeleólogos tan solo instala 80 m. de desnivel dejando la punta de instalación en la cabecera de un P-40, cota de -1.170 m. También portean los 4 petates con el material necesario para llegar al fondo de la sima hasta la punta de instalación.

Acceso a la sima de la Cornisa, al fondo las torres de Salinas y del Friero.

2º ASALTO. SEPTIEMBRE DE 2014

Finalmente me puedo permitir cogerme vacaciones a finales de septiembre. Una vez confirmados mis días de vacaciones hablo con Cantero, quien también está disponible para estos días. Decidimos que como Dany y Nando van a ir unos días más tarde, nosotros nos buscaremos a dos compañeros, uno cada uno.

Así el habla con Albert a quien convence enseguida. Por mi parte me pongo en contacto con Alfonso, quien puede venir pero a condición de que adelantemos un par de días la entrada. Así cambio algunos días de trabajo y… a “Picos”.

En un principio, si se hubiesen cumplido los planes la cavidad debería estar instalada hasta el fondo (-1.507 m.). Pero esto no solo no es así, sino que quedan todavía más de 300 m. para instalar. Los grupos que trabajaron después de nosotros no terminaron la instalación y ahora nos tocará a nosotros rematar la faena. Pero no nos importa, nos apasiona la espeleología y disfrutamos instalando.

En Caben Remoña; Albert, Luis, Cantero, Alfonso.

El 19 de septiembre por la tarde, quedo en Benicassim con Albert y Cantero que vienen desde Tortosa. Vamos a comprar la comida para los días que pensamos estar en picos y subimos a mi casa a cenar y a dormir. El día siguiente toca madrugar.

Día 20 de septiembre, a las 6:00 de la mañana suena el despertador y a la carretera. Tenemos que pasar por Madrid para recoger 100 m. de cuerda y algunos hierros que hacen falta para la sima. Aprovechamos para almorzar allí. Continuamos nuestro viaje hasta Boca de Huérgano, donde paramos a comer. Allí nos encontramos con Alfonso que viene de León. Proseguimos hasta el aparcamiento de Caben Remoña, donde finaliza el viaje.

Allí dejaremos los coches. Nos preparamos los macutos para los 3 o 4 días que pensamos estar en cavidad y a las 6:20 p.m. partimos hacia el refugio de Collado Jermoso, cargados como mulas. Llegamos al refugio a las 8:40 p.m. Hemos subido en 2 h. 20 min. Nos están esperando para cenar, así que dejamos los macutos en la misma puerta del refugio y a zampar de nuevo. Llevamos con esta tres comidas muy calóricas, a mi me cuesta acabarme la cena. Pero son unas reservas que nos van a venir de lujo para allá abajo.

Subiendo hacia el refugio de Collado Jermoso.

Después de cenar vamos a ver cómo está la tienda de material que teníamos montada allí, y que nos han dicho los del refugio que un temporal la tiró por los suelos. Por suerte solo hay una varilla que se ha doblado, pero en un momento la dejamos como nueva. También montamos otra tienda y así podemos pasar la noche los cuatro.

Tenemos planes de llegar a -1.507 m. Bueno Cantero y yo tenemos claro que vamos a tocar fondo, nos cueste 3 jornadas, 4 o incluso 5. El objetivo está claro. Porque en un principio utilizaremos el 1º día para bajar al vivac 2. El 2º día para llegar a punta de instalación e intentar instalar todo lo que podamos y volver al vivac 2 a descansar, si llegamos al fondo será una jornada muy larga pero reduciremos los días en cavidad.

En caso de no llegar al fondo en la segunda jornada utilizaremos una tercera para hacer fondo y volver al vivac 2. Creemos que con 2 días de instalación tendremos bastante para llegar al fondo, y así en una última jornada saldremos desde el vivac 2 hasta el refugio. Y de esta forma, todavía tendremos un día de colchón por si se complicara la faena y necesitáramos un día más para llegar a -1.507 m.

Boca de entrada a la sima de la Cornisa.

Estamos a 21 de septiembre y hoy vamos a entrar en la sima para dormir en el vivac de -900 m. Nos despertamos, desayunamos fuerte y comenzamos los preparativos para pasar unos cuantos días en cavidad. Hasta las 12:50 p.m. no salimos hacia la cornisa, pero no hay prisa, que hoy solo tenemos que bajar, además nos quedan días por delante como para ir con prisas.

A las 2:05 p.m. llegamos a la entrada del rappel. Vamos a hacer 2 grupos: en el primero van Cantero y Albert. Ellos van a ir cambiando algunas cuerdas del rappel de entrada, ya que algunas están bastante dañadas tal como nos contaron los últimos en estar en cavidad. Alfonso y yo hoy vamos en retaguardia.

A las 3:15 p.m. iniciamos el descenso del rappel de acceso, y a las 3:30 p.m. entramos bajo tierra para pasar unos días en total oscuridad. El descenso lo realizamos sin más novedad. Menos Albert todos conocemos la sima y vamos a tiro fijo. A -460 m., en la cabecera del pozo de la Mierda, nos juntamos los 2 grupos para comer. Continuamos el descenso, hasta el vivac 1, al que llegamos a las 7:00 p.m. Allí nos volvemos a ver los 2 grupos recogemos algunos enseres y a las 7:20 p.m. marchamos de nuevo hacia el vivac 2.

Curiosa helictita en el meandro del último día.

En la rampa de acceso a la sala de los bloques derribados tenemos un buen susto. Esta rampa es peligrosa por la caída de piedras y además la instalación inicial que dejamos la hacía más peligrosa si cabe, y tampoco ningún grupo la ha modificado, tampoco nosotros. Se me cae un buen bloque, arrastrado por la cuerda que cae directamente desde el pozo de 50 m., que pasa a muy poco de mi compañero Alfonso. Suerte hemos tenido.

Hasta la sala de los bloques derribados es terreno conocido pero desde aquí en adelante para nosotros es todo nuevo. Partimos desde la sala de los bloques derribados por su extremo este, tomando el meandro “Rolling Stone”. Al inicio del meandro aparece un pozo de 10 m., y un poco más adelante otro de unos 25 m.

Este meandro es muy ancho en algunos puntos y combina zonas ascendentes con descendentes, con mucho material clástico. Está claramente formado por una fractura donde la acción del agua es inapreciable. La galería finaliza con un pozo de 30 m. que nos deja en la sala del vivac de -900 m. Esta sala es muy amplia.

Alfonso en el meandro Vindio.

Allí encontramos por fin el vivac 2 a -900 m. Son las 9:20 p.m. El ingeniero Cantero dirige la ampliación del chiringuito para poder dormir los cuatro. El vivac es muy “acogedor”: con el suelo cubierto por piedras y con algunas rocas a modo de cojines, pero por lo menos es más cálido que el vivac 1. Mientras Cantero y Albert preparan la cena, Alfonso y Luis vamos a buscar el líquido elemento.

Cerca de allí, en el meandro Vindio, podemos coger agua por goteo, aunque en estos momentos no existe ningún goteo continuado, así que nuestra subsistencia depende de que se reactive esta fuente. Llegamos hasta la cabecera del pozo Corocotta y no encontramos ningún goteo que nos dé garantías. No obstante dejamos un bote estanco en un goteo muy leve, a ver mañana que tenemos. De momento para esta noche tenemos agua que nos dejó Carlos Flores y su compañero. Cenamos y a las 12:30 a.m. nos echamos a descansar.

El 22 de septiembre nos despertamos a las 10:15 a.m. Hoy es el día clave. El plan inicial es partir primero Cantero y yo, llegar a punta de instalación, coger dos de los cuatro petates que necesitamos para llegar al fondo y continuar la instalación hasta que terminemos la cuerda que llevamos. Alfonso y Albert saldrán una hora o dos después de nosotros, y cogerán los otros dos petates que hay en punta de instalación y cuando nos alcancen pasaran ellos a instalar, o bien continuaremos nosotros. La idea es bajar todo lo que podamos.

Luis en el meandro Vindio.

Cantero cree que hoy podemos llegar al fondo, pero yo creo que es demasiado tute y demasiadas horas. Pero sobre la marcha iremos viendo lo que se puede hacer hoy. Lo que si tenemos es agua, ya que la fuente se ha reactivado y el bote estanco está a tope. ¡Un alivio! Tras almorzar como un capitán general, a las 12:00 del mediodía partimos Cantero y Luis.

Salimos de la sala por el extremo contrario por el que llegamos ayer. Tras un resalte entramos en el meandro Vindio, con las paredes cubiertas por blancas agujas de aragonito que le dan un aspecto muy bello. Hacia el final del meandro encontramos un resalte instalado y un pozo de 10 m. que nos llevan a la cabecera del pozo Corocotta, de 80 m.

Este pozo, de buenas dimensiones, está bastante fraccionado. En su base llegamos a la sala del silencio, alcanzando la cota de -1.015 m. Continuamos descendiendo por una galería amplia y por una serie de pozos cortos: P-15 m., P-5 m. y escalada de 3 m., y P-12 m. Así alcanzamos el inicio del meandro imposible. Por este meandro vamos descendiendo rampas y ganando mucho desnivel y sin apenas aparecer resaltes en los que sea necesario poner cuerda.

Detalle de agujas de aragonito en el meandro Vindio.

Hacia su mitad aparecen unos 4 resaltes de entre 4 y 10 m. en los que es necesaria la cuerda. Estos están muy bien instalados aprovechando anclajes naturales. El meandro presenta claras muestras de haber actuado como tuvo de presión, en alguna zona el meandro caracolea formando unos conductos bien curiosos. También aparecen en las paredes bonitos cristales de aragonito.

Al fin del meandro alcanzamos la estrechez Ke passa, que no es más que un conducto de unos 60 m. con el suelo cubierto de arcilla en el que avanzamos a 4 patas o arrastrándonos. Primero lleva inclinación descendente, pero luego toma inclinación ascendente. No posee ningún paso limitante. Tras este conducto estrecho llegamos a un pozo de 20 m. seguido de una zona horizontal que nos deja en la punta de instalación, donde hay unos 5 petates con material.

Es la 1:30 p.m., y estamos en la cota de -1.170 m. Revisamos todas las sacas comprobando que las cuerdas concuerden con la ficha de instalación. De las 5 sacas con material que aquí hay, hacemos 4 y a estas le sumamos la cuerda de 100 que nosotros recogimos en Madrid. Cogemos un petate Cantero y otro yo y les dejamos otros 2 a Albert y Alfonso.

Bonita formación de aragonito en el meandro imposible.

Me pongo yo a instalar, se trata de un pozo de unos 40 m. instalado en medio de una fractura. Los primeros metros son estrechos. A los 10 m. existe una buena repisa, y tras ella sigue el descenso. Antes de llegar al fondo de la fractura que hay que pendular volviendo en sentido contrario al que llevábamos al llegar a la cabecera del pozo, tal como marca la topografía. Lo encuentro a la primera y sin ningún problema.

Se prosigue a media altura por medio de un pasamanos descendente hasta llegar al suelo. Aquí progresamos por un meandro con una marcada pendiente descendente, desfondado en algunos puntos y salpicado por algunos cortos pozos. Pero hay que equipar prácticamente todo el meandro a modo de rampas y resaltes. Es una zona bastante desagradable de instalar y también para progresar por ella.

En una zona activa del meandro encontramos los restos del vivac de -1250 m. Un vivac que parece muy poco acogedor. Cantero toma relevo y pasa él a instalar. Ahora llegamos a un pozo de 30 m. bastante regado. En su base hacemos un péndulo para llegar a un balcón desde el que emprendemos un nuevo pozo de 20 m. seguido de un meandro desfondado, activo y con varios resaltes. Así llegamos a una zona más amplia; se trata del conducto del barro seco.

La boca de entrada a la sima de la Cornisa queda ya muy lejana.

Paramos a pegar un bocado. Luego proseguimos instalando la rampa de barro y tres pozos más que le suceden, de una profundidad entre 10 y 25 m. Tras el último pozo llegamos a una sala activa con arena donde se puede parar a descasar y dejar material. No nos queda apenas cuerda y los compañeros no aparecen.

Ahora viene un pozo de 70 m., el pozo 40 cm. hasta el cielo. Cojo lo poco que nos queda de cuerda e instalo los primeros 15 m. de pozo dejando la punta de instalación en la cota de -1.340 m. Son las 7:20 p.m. comemos algo y nos damos la vuelta. Mañana remataremos la faena llegando al fondo. Porque no nos queda ya mucho.

Volvemos hacia el vivac por donde hemos bajado dejando el taladro y algunas otras cosas en punta de instalación. No sabemos nada de nuestros compañeros hasta que subiendo el pozo Corocotta, ya cerca del vivac, escuchamos a Alfonso. Nos espera y nos cuenta que ellos han llegado a -1.150 aprox., donde han decidido no continuar porque las instalaciones no les daban confianza. Es una buena actividad descender hasta -1.150 m.

Luis y Cantero a -1.340 m.

A las 11:05 p.m. llegamos al vivac de -900 m. Explicamos nuestra experiencia a los compañeros, y echamos unas risas mientras preparamos la cena. Es una alegría volver a estar con los compañeros de nuevo. Ahora tenemos agua, pero la fuente tiene un funcionamiento bastante discontinuo, por lo que dependemos de esta.
Finalmente a la 1:00 a.m. y tras cenar nos acostamos a dormir. Mañana Albert y Alfonso posiblemente comiencen el ascenso hasta el vivac de -700 m. Cantero y Luis remataremos la faena, si nada nos lo impide.


Texto y fotos: Luis Almela

Próximamente publicaremos la continuación de esta crónica.