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sábado, 12 de diciembre de 2015

¿QUE TIPO DE CAVIDADES REGISTRAMOS EN EL SICE-CS?


El Sistema Informático de Catalogación Espeleológica (SICE) es un portal de información digital donde se registra cualquier información o documentación relativa a los fenómenos subterráneos, en nuestro caso concreto los pertenecientes a la provincia de Castellón (SICE-CS). Por este motivo, es extremadamente importante definir y acotar lo que es un “fenómeno subterráneo”.
Boca del refugio del Agua-2 , en Teresa.
La primera gran clasificación de “fenómeno subterráneo” la realizaremos atendiendo a su génesis, que puede ser NATURAL o ARTIFICIAL. Aunque encontremos también algunas cavidades subterráneas de origen MIXTO (por ejemplo explotaciones mineras que han aprovechado en algunas zonas galerías o salas de origen natural), pero al tener zonas naturales aplicaremos, en este caso, el criterio fundamental de inclusión en el catálogo SICE: en el SICE registraremos cualquier cavidad subterránea, de origen natural, con un recorrido real superior a los 4 metros.
Boca de la cova del Diable, en Vilareal.
En cuanto a las cavidades subterráneas de origen artificial, el criterio fundamental es su interés histórico y/o etnológico, por lo tanto, no incluiremos garajes, redes de saneamiento, refugios, sótanos, criptas, bodegas, aljibes, pozos, túneles de vías de comunicación en funcionamiento, explotaciones mineras en actividad, etc., aunque si que registraremos:
  • Explotaciones mineras subterráneas sin actividad (no registraremos las canteras u otras explotaciones mineras a cielo abierto).
  • Canales, barrancos canalizados, acequias y minas de agua (evidentemente con un interés histórico y/o etnológico, e incluso geológico).
  • Refugios militares utilizados en antiguas contiendas bélicas.
  • Bodegas singulares, túneles en vías verdes (en ningún caso se incluirán túneles de carreteras, pistas forestales y ferrocarril en uso) y cualquier otra estructura subterránea singular que destaque por alguna circunstancia (geológica, técnica, artística, etc.).
Boca oeste del túnel de la Minera en Caudiel.
La inclusión en el catálogo de cualquier cavidad subterránea de origen natural, es mucho más sencillo, siempre y cuando su desarrollo real, accesible de forma humana, supere los 4 metros de recorrido real (recorrido horizontal, vertical o de longitud de visera en los abrigos u otros refugios), aunque existe un segundo criterio, tan importante como el del recorrido subterráneo mínimo, que muchas veces entra en confrontación con éste. Se trata del topónimo tradicional de la cavidad (nombre que hace referencia a determinada cueva, abrigo, fractura, oquedad, etc.), y que en algunos casos (como suele ocurrir al identificar algunos abrigos), no alcanza los 4 metros de recorrido mínimo y en otros ni tan siquiera está localizado el fenómeno subterráneo singular al que hace referencia el topónimo (topónimos de partidas o zonas –“Les Coves”-, barrancos –“Barranc de la Cova”-, masías –“Mas de la Cova”-). En estos casos, cuando la cavidad posea un topónimo tradicional y/o histórico, a pesar de no cumplir el requisito de recorrido subterráneo mínimo, no dudaremos en inventariarla.
Galeria de la fuente del Berro, en Altura.
A pesar de estas dos importantes premisas (recorrido mínimo y topónimo tradicional), siempre encontramos elementos que nos crean cierta incertidumbre:
- Los “arcos de roca”, “túneles” o las “ventanas”, que nos permiten atravesar o pasar de una vertiente a otra en la montaña o cresta rocosa, las catalogaremos siempre, aunque en algunos casos no supere los 4 metros, pero por el contrario, suelen tener un topónimo que los identifique de forma singular.
- Surgencias temporales o “ullals”. A pesar de que muchas veces las surgencias temporales resultan impenetrables a nivel espeleológico, están registradas en el SICE por su intensa relación con el medio subterráneo y su exploración espeleológica. Se trata de surgencias hídricas de carácter ocasional y relacionadas con episodios de intensas precipitaciones, sin aprovechamiento humano alguno, que no deben relacionarse con las fuentes y manantiales más o menos permanentes y que suelen abastecer de agua a núcleos de población. Las surgencias temporales que incluimos en el catálogo son las que su zona de emisión está bien definida y relacionada con una red subterránea más o menos clara, con su zona de absorción de las aguas y circulación subterránea de las mismas.
Galeria del Agua, en el coto minero de la Virgen del Amparo, en Artana.
Sèquia Major de Castelló, a su paso por Almazora.
Un último criterio a la hora de incluir alguna cavidad subterránea en el SICE, es el criterio de prudencia para no omitir u olvidar cualquier dato por insignificante que pueda resultar a fecha de hoy. Ante un topónimo incierto que haga referencia a cualquier fenómeno subterráneo o cualquier información vaga o escueta, recibida de un INFORMADOR SOLVENTE, hemos de registrarla y tenerla en cuenta, ahora bien, deberemos emplear los campos informáticos oportunos (“Temas pendientes”) para reflejar esa información incompleta, sesgada o posiblemente duplicada (dos topónimos de la misma cavidad subterránea catalogados en dos registros diferentes), para de esta forma poder corregirla o completarla en un futuro.
Cova del Xurriola, en Alcala de Xivert.
Texto e imagenes: Joaquín Arenós Domínguez.