Casi a la entrada de la primavera, el 15 de marzo, Alexis propone visitar
la partida Les Ferreries, dentro del término municipal de Borriol, porque tiene
localizados unos pozos y unas catas mineras de la extracción del mineral de
hierro que tuvo lugar en la localidad, según las licencias de explotación, a
mediados del siglo XV (J. Aparici y C. Rabassa, 2009) y se prolongó hasta la
mitad del siglo XX.
Así es como un caluroso y soleado jueves nos
disponemos a patear la loma donde se encuentran los puntos a estudiar.
Provistos de los equipos personales y una buena cantidad de agua, emprendemos,
saca a la espalda, el ascenso a la cima de la colina.
No hay camino, ni senda, nada más piedra y
matorral. La subida es dura, sudamos por el calor pero el romero y el tomillo
florecidos, que rozamos a nuestro paso, liberan su fragancia y nos renuevan las
fuerzas.
Después de un buen rato abriéndonos paso por
coscojas, aliagas y otras malas hierbas, y de escalar con pies y manos por
piedras casi verticales llegamos a la cima y ya sin desnivel apenas vamos
localizando los puntos que buscamos.
1. Boca de un pozo. |
Encontramos cuatro de los cinco pozos, de
origen artificial, de unos cinco metros de profundidad media, perfectamente
circulares con un diámetro de 1,80 metros. La boca está construida con la
técnica de piedra seca, formando un brocal que se hunde el primer metro del
pozo. El resto del agujero está excavado en el terreno y presenta en las
paredes una especie de perforaciones pequeñas, como si se valorara la calidad
de la veta.
2. Descendiendo el pozo. |
El fondo del pozo está lleno de piedras que
posiblemente han caído de las primeras filas del brocal, o han sido lanzadas a
lo largo de los años por la gente que ha pasado por el lugar. En tres de los
pozos ha arraigado una higuera, que por motivos de espacio ha crecido
verticalmente hasta que las puntas de las ramas superiores llegan al mismo
nivel. En los otros dos existen sendas galerías abiertas en un lateral del
fondo, que seguramente siguen una veta de mineral.
3. Fondo del pozo. |
4. Higuera. |
Una de las aberturas es simplemente un hueco
de metro y medio de altura y ancho, y apenas un metro de profundidad. La otra
cavidad presenta un desarrollo más extenso, formando una galería que se adentra
un buen trecho en el terreno. En la topografía podemos ver su recorrido.
5. Topografiando. |
Antes de emprender el ascenso para salir del
pozo aprovechamos para tomar una fotografía del cielo azul en contraste con la
umbría que nos envuelve.
6. Contraluz del pozo. |
Cambiamos de tipo de cavidad y exploramos una
especie de brecha que se sitúa en los alrededores de los pozos que la llamamos
“Brecha Menuda 1 de la Mina de les Ferreries”. No sabemos ciertamente si es una
cata o un yacimiento, pero no tenemos ninguna duda en su origen por la mano del
hombre. La excavación tiene una longitud de 18 m y una profundidad de 3,5 m,
teniendo en cuenta que es a cielo abierto, y dispone de un abrigo en el lateral
más al norte. Del mismo modo que los pozos, la parte más profunda está
colmatada de cantos rodados, bien por desprendimientos o abandonados.
7. Fondo de la brecha. |
8. Abrigo dentro de la brecha. |
El sol caía vertical, el hambre se hacía
notar y se habían localizado todas las cavidades situadas en la parte alta de
la loma. Solo restaba explorar el último de los cinco pozos y luego dirigirnos
a la falda de la montaña para continuar con una mina conocida y dos cortes que
se han abierto en la vertiente de piedra. No nos costó lo más mínimo decidir ir
a pegar un bocado y encontrarnos con Carol para continuar el trabajo. Dejamos
las sacas al borde del pozo y hacemos una comida campestre a la sombra de los pinos.
Al terminar, fuimos a tomar un café mientras esperábamos la llegada de nuestra
compañera.
Una vez recuperadas las fuerzas subimos de
nuevo al pozo, instalamos, bajamos y hacemos la topografía. Este pozo que
identificamos como nº 5, es el que tiene la galería excavada en el fondo. Se ve
claramente como se ha seguido la veta de mineral para hacer la extracción.
Después ensacamos y nos dirigimos hacia la mina.
9. Galería del pozo 5. |
La mina consta de una galería que se hunde en el risco, en dirección NE, de sección que recuerda a la bóveda de cañón del románico, a lo largo de 42 m. Cuando se han recorrido 13 metros nos encontramos un agujero a la izquierda de la galería de tan sólo 1 metro de hondo. Dos metros adelante se abre en el techo una cúpula considerable, donde reposan un par de murciélagos. A los 32 metros de recorrido, a nuestra derecha comienza una galería de 12 m de longitud y misma sección que la principal, con una apreciable cantidad de raíces colgando. Volviendo a la galería principal, a 7 m de este punto están las únicas formaciones de la cavidad, un grupo de pequeñas estalactitas, de formación reciente, y al fondo en la oscuridad cuatro murciélagos esperan que el sol se esconda para salir a hacer sus quehaceres nocturnos. Abandonamos la cavidad después de tomar nota de los datos topográficos para visitar los dos puntos que quedan.
10. Formaciones dentro de la mina. |
11. Raíces dentro de la mina. |
Estos dos lugares son unos cortes, de metro y
medio de ancho que se han hecho para valorar la viabilidad de una posible
extracción de mineral. Por desgracia para nosotros, la vegetación ha invadido
el espacio y nos impide el paso hasta el final, donde sabemos que se encuentra
una cueva, que Alexis ha visitado de más joven, y una boca pequeña en el otro
corte que se puede ver desde la parte de arriba.
Llegados a este punto, damos por finalizada
la jornada y nos proponemos volver otro día, con la herramienta apropiada para
abrirnos paso hasta el final de la grieta y explorar las cavidades que sabemos
que nos esperan.
A. Topografía de los 5 pozos de la zona de les Ferreries. |
B. Topografía de la Bretxa Menuda 1 de la mina de les Ferreries. |
C. Topografía de la Mina de les Ferreries. |
Prácticamente ha pasado un mes desde la
última visita a esta partida del término municipal de Borriol, donde dejamos
trabajos pendientes por hacer, pero ni mucho menos hemos estado ociosos, otros
retos y proyectos han requerido nuestra atención.
Afortunadamente, en la mañana del 12 de abril, el equipo formado por
Ferrán, Alexis y Quique se dirige hacia el punto que denominamos la “Bretxa
Gran de la Mina de les Ferreries” para abrir paso a través de la vegetación que
ha crecido en el interior de la grieta y alcanzar la entrada a la cavidad, que
se encuentra oculta al fondo.
Como ya hemos comentado anteriormente, la
actividad minera del hierro y plomo que se practicó en la zona, abrió diversas
catas en la ladera de la montaña. En la que en esta ocasión investigamos, se
descubrió la entrada a una cavidad y nos proponemos catalogarla.
Para alcanzar la cavidad es necesario alcanzar el fondo de la grieta por una repisa y destrepar un pozo de unos cuantos metros, que posee un resalte en un lateral. El descenso no presenta demasiada dificultad, pero para facilitar y dar seguridad a la maniobra, instalamos una cuerda a modo de pasamanos y como ayuda en el descenso y ascenso.
12. Topografiando la Bretxa Gran. |
Alcanzamos la primera sala sin ninguna
dificultad y vemos en un extremo que se han excavado dos pequeños pozos de poco
más de medio metro de profundidad. En el lado opuesto se abren dos galerías, la
que queda a nuestra derecha es la más pequeña, de sección circular y un metro
de diámetro, ligeramente ascendente y finaliza a los dos metros en un balcón
que se abre a un pozo de respetables dimensiones. La de la izquierda es amplia,
dos metros de anchura por uno y medio de altura, desciende suavemente y efectúa
una curva hacia la derecha. Finaliza al borde del mismo pozo, un par de metros
más abajo que la galería anterior. Desde aquí podemos observar que el pozo
tiene unos cinco metros de diámetro al nivel donde estamos, está escalonado
pues presenta varias repisas y estimamos unos ocho metros de profundidad.
Al mismo nivel donde nos encontramos vemos
dos aberturas en las paredes, una a nuestra derecha y otra justo enfrente. Para
alcanzar la de nuestra derecha, que es la más próxima tenemos que saltar un
bloque sobre el mismo borde del pozo y alcanzar el balcón que hay frente a la
boca de la galería. Al asomarnos descubrimos que tenemos que descender unos
cinco metros por una fuerte pendiente concrecionada que forma un amplio tubo y
alcanzar una fractura perpendicular al tubo con una amplitud de un metro. Una
vez en el fondo, se abre una pequeña y muy limitante gatera ascendente, que no
alcanza el metro de longitud pero sumamente estrecha.
13. Pasando la gatera. |
Una vez atravesada nos encontramos en una
fractura ascendente, de un metro de anchura y tres de altura. A nuestra
izquierda, una pequeña ventana permite ver una fractura paralela con una
chimenea al fondo, al frente la fractura se cierra seis metros adelante y a la
derecha se abre otra gatera, esta vez más amplia, que da a una estancia
alargada donde se ha formado una colada y un gour de dimensiones modestas, y
que todavía contiene agua.
14. Gour. |
Seguramente, en estaciones mucho más húmedas,
esta agua haya discurrido por la pendiente y atravesando las gateras se
acumulase en el fondo, pues se aprecia claramente las marcas de nivel de agua
en las paredes. Retrocedemos y nos proponemos visitar la galería del fondo de
la sala del pozo.
Descendemos a la primera repisa del pozo y
ascendemos a la boca de la galería. Ésta se prolonga durante unos cinco metros,
desviándose ligeramente hacia la derecha. La sección tiene dos metros de ancho
por uno y medio de alto y no hay nada destacable en ella.
Nos queda descender el pozo y allá vamos. Dos
repisas más y ¡sorpresa! Debajo de la galería del fondo se abre otra. Discurre
a lo largo de tres metros, en fuerte ascenso y bifurca en dos. A la derecha,
siguiendo el ascenso durante cuatro metros más la galería llega a su fin. A la
izquierda, subiendo una rampa más acusada de unos tres metros, se alcanza una
sala prácticamente circular de tres metros de diámetro, con una pequeña
abertura a la izquierda del acceso. Atravesando esta corta gatera, en fuerte
ascenso, nos encontramos en una sala amplia de metro y medio de ancho, tres de
largo y más de cuatro de altura, y que a
causa de los giros que hemos dado, nos encontramos justo encima de la bóveda
que forma el techo del pozo.
Al volver, descendemos la última repisa para
alcanzar el fondo del pozo.
Es mediodía y Ferrán nos abandona. Antes de
comer Alexis propone que limpiemos el acceso de la brecha que se encuentra
arriba de la Cova-mina de les Ferreries, pero también consideramos necesario
abrir un sendero para alcanzar la brecha grande por la tarde cuando vayamos a
topografiar la cavidad. Una vez facilitado el acceso nos dirigimos a abrir paso
a la nueva brecha. Ésta no es muy larga así que nos ocupa poco tiempo despejar
la entrada y descubrimos un pequeño orificio de 55x35 cm que desciende unos 4
metros, de sección tubular, que presenta diversas repisas.
Llegados a este punto decidimos ir a comer y
esperar a Carol y Luis Miguel que están a punto de sumarse al equipo.
Una vez todos reunidos, volvemos a visitar la
“Bretxa Gran de la Mina de les Ferreries” para tomar medidas y poder
catalogarla. Luis Miguel nos instruye sobre la minería en la provincia y nos
muestra diversos minerales relacionados con la extracción del hierro, como el
rojo hematites (óxido de hierro), el ocre limonita (hidróxido de hierro) y la
cristalización cálcica de la siderita (carbonato de hierro). Al mismo tiempo
nos indica la existencia de otra mina, en la colina vecina del Montnegre que
deseamos visitar sin falta. Cuando finalizamos la medición nos dirigimos a la
nueva brecha para valorar la estrecha cavidad que allí se encuentra. Alexis y
Carol se introducen en el pozo, mientras Luis Miguel y Quique dan apoyo desde
el exterior. Tras una breve limpieza de piedras, se descubre una posible
continuación pero se decide posponer a otra jornada con más tiempo para actuar.
Cansados pero gratamente satisfechos,
celebramos el éxito de la exploración frente a una helada cerveza, entre risas
y con la inigualable compañía de quienes desafían a la oscuridad para sacar a
la luz la belleza que se oculta en la profundidad de nuestra madre Tierra.
Para finalizar el estudio espeleológico de la
partida Ferreríes en Borriol (Castelló), se reúnen Alexis, Carol, Gila y
Quique, el jueves 19 de abril, con
la misión de visitar y topografiar la Mina del Montnegre, de cuya existencia
nos informó Luis Miguel en la pasada exploración de la zona, por lo que le
estamos muy agradecidos.
Como es habitual en la exploración de
cavidades poco conocidas, la aproximación no cuenta con pista, camino o senda
que la facilite. Acercamos el vehículo hasta el Corral de l’Estanquer, al pie
de la loma del Montnegre, donde se ha excavado la mina. Para acceder a la
empinada vertiente pedregosa que necesariamente hay que superar para llegar a
la boca de la mina, primero hemos de atravesar un espeso pinar que se ha
formado por la invasión que estos árboles han hecho de los abandonados bancales
de cultivo de antaño. Aprovechando los estrechos pasos que la fauna local ha
abierto en el sotobosque mediterráneo, vamos sorteando los impedimentos que la
naturaleza salvaje va poniendo en nuestro camino.
Cuando alcanzamos la boca de la mina,
observamos al igual que en la Mina de les Ferreries, que se ha excavado un
túnel rectilíneo, de 1,70 m de anchura y la misma altura, cuya forma recuerda a
la bóveda de cañón, geometría diseñada para soportar elevadas cargas, como
podemos observar en el arte románico.
15. Boca de la Mina del Montnegre. |
Casualmente el túnel discurre en dirección
norte, con una precisión de sus dimensiones realmente impresionante, pues
apenas hay centímetros de diferencia en sus secciones. Dos fisuras atraviesan
la mina como si fuesen una junta de dilatación. Apenas tienen 15 cm de amplitud
y se pueden apreciar pequeñas formaciones fósiles en su interior. La galería
tiene 26 m de longitud y termina en un pozo de 1,5 m de profundidad lleno de agua
cristalina en sus tres cuartas partes. Sobre el pozo, se abre una chimenea de
1,5 m de diámetro, sección aproximadamente circular y 13 m de altura por la que
vemos el cielo con toda claridad.
Inesperadamente, al subir por el exterior
buscando la boca de la chimenea para medir su altura, Gila descubre que en la
parte superior de la mina se han excavado tres grandes trincheras siguiendo las
vetas del mineral y estas depresiones culminan en la boca de la chimenea,
formando un embudo que recoge el agua de lluvia y la conduce a la abertura, lo
que justifica la presencia de tal cantidad de agua en el interior de la mina.
Las trincheras son estrechas, de 1,2 m de anchura y las paredes son escarpadas
y alcanzan en su punto más alto los 4 metros.
Fotografiamos la zona y decidimos descender
siguiendo la menor pendiente que hay al oeste de la mina, buscando la maltrecha
pista forestal para dar un rodeo y evitar el difícil camino por el que hemos
subido. Mientras caminamos rodeados por la primaveral vegetación mediterránea
que presentan nuestros montes, Gila comparte con nosotros una pequeña porción
de su conocimiento botánico, identificando diversas plantas como la albaida
(val. boja blanca) (anthyllis cytisoides), lentisco (val. matissa) (pistacia
lentiscus), la sabina (val. savina) (juniperus phoenicea), que procuramos
grabar en nuestra memoria, a pesar de los complicados nombres taxonómicos, para
reconocer mejor las especies que forman parte del ecosistema rural que nos
rodea.
La segunda parte de la salida consiste en la
desobstrucción del pozo encontrado en una nueva brecha, justo encima de la
Cova-mina de les Ferreries.
Accedemos los cuatro a la boca de la cavidad,
a la sombra de las altas paredes de la brecha. Tras una rápida inspección y
valoración, se introducen por la estrecha boca de solo 55 cm por 35 cm en su
parte ancha y 25 en la más estrecha, Alexis y Carol.
17. Boca del pequeño pozo. |
Una vez dentro, el pozo amplía su sección
hasta los 70 cm, y comienza el trasiego de piedras hacia el exterior, algunas
de considerable tamaño, donde Gila y Quique dan el apoyo exterior. Seguidamente
Gila releva a Carol y se despeja el acceso a un tramo descendente de unos 3,5
m. Para superar la abertura desobstruida es necesario ampliar la misma, de
manera que con la tradicional maza y escarpe se rebaja la dura piedra lo justo
para permitir el paso al espeleólogo.
Mientras Alexis desciende el angosto tramo
para explorar el fondo, Gila asciende una chimenea que se abre en la pequeña
sala donde se han producido los trabajos. Desafortunadamente ninguna de las dos
continuaciones lleva a buen fin, pues la chimenea se cierra a los 2,5 m y el
tramo descendente se convierte en una estrecha grieta, de tan reducida magnitud
que es imposible el paso del cuerpo humano por sus 23 cm.
19. Vista del pozo. |
20. En la boca de la Bretxa Menuda 2. |
Una vez explorados todos los rincones de la
pequeña sima y descartada cualquier posible progresión se da por finalizada la
actividad, se toman los datos necesarios para documentar su existencia y puesto
que era la última cavidad de la zona, consideramos que el trabajo de campo en
la partida Les Ferreries ha terminado hasta nuevas evidencias.
E. Topografía de la Mina de Montnegre. |
F. Topografía de la Bretxa Menuda 2 de la mina de les Ferreries. |
Han sido tres jornadas intensas, en las que
seis amantes de la espeleología -Carol, Alexis, Gila, Quique, Ferrán y Luis
Miguel- han llevado a cabo la catalogación de un conjunto de pequeñas cavidades
y colaborando con ello al conocimiento de nuestro entorno más próximo.
Texto redactado por Quique.
Bibliografia
o MATERIA PRIMA PARA LA MANUFACTURA SU ABASTECIMIENTO EN CASTELLÓ A
TRAVÉS DE LAS ACTAS DEL JUSTICIA (1416-1450) J. Aparici Martí Universitat Jaume
I. Castelló
o ESTADÍSTICA MINERA CORRESPONDIENTE AL AÑO DE 1867, publicada por
la Dirección General de Obras Públicas, Agricultura, Industria y Comercio
o MINERAL I ROQUES INDUSTRIALS DEL PAÍS VALENCIÀ J. M. Amigó, J.
Bastida i M. M. Reventós
Enlaces
o http://www.todopueblos.com/borriol-castellon/noticias/
o https://www.mtiblog.com/2008/03/mina-de-la-botalaria-borriol-castelln.html
o http://castellon-en-ruta-cultural.es/la-mineria-en-la-provincia-de-castellon/