El
Sistema Informático de Catalogación Espeleológica (SICE) es un
portal de información digital donde se registra cualquier
información o documentación relativa a los fenómenos subterráneos,
en nuestro caso concreto los pertenecientes a la provincia de
Castellón (SICE-CS). Por este motivo, es extremadamente importante
definir y acotar lo que es un “fenómeno
subterráneo”.
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Boca del refugio del Agua-2 , en Teresa. |
La
primera gran clasificación de “fenómeno
subterráneo”
la realizaremos atendiendo a su génesis, que puede ser NATURAL o
ARTIFICIAL. Aunque encontremos también algunas cavidades
subterráneas de origen MIXTO (por ejemplo explotaciones mineras que
han aprovechado en algunas zonas galerías o salas de origen
natural), pero al tener zonas naturales aplicaremos, en este caso, el
criterio fundamental de inclusión en el catálogo SICE: en
el SICE registraremos cualquier cavidad subterránea, de origen
natural, con un recorrido real superior a los 4 metros.
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Boca de la cova del Diable, en Vilareal. |
En
cuanto a las cavidades subterráneas de origen artificial, el
criterio fundamental es su interés histórico y/o etnológico,
por lo tanto, no incluiremos garajes, redes de saneamiento, refugios,
sótanos, criptas, bodegas, aljibes, pozos, túneles de vías de
comunicación en funcionamiento, explotaciones mineras en actividad,
etc., aunque si que registraremos:
Explotaciones
mineras subterráneas sin actividad (no registraremos las canteras u
otras explotaciones mineras a cielo abierto).
Canales,
barrancos canalizados, acequias y minas de agua (evidentemente con
un interés histórico y/o etnológico, e incluso geológico).
Refugios
militares utilizados en antiguas contiendas bélicas.
Bodegas
singulares, túneles en vías verdes (en ningún caso se incluirán
túneles de carreteras, pistas forestales y ferrocarril en uso) y
cualquier otra estructura subterránea singular que destaque por
alguna circunstancia (geológica, técnica, artística, etc.).
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Boca oeste del túnel de la Minera en Caudiel. |
La
inclusión en el catálogo de cualquier cavidad subterránea de
origen natural, es mucho más sencillo, siempre y cuando su
desarrollo real, accesible de forma humana, supere los 4 metros de
recorrido real (recorrido horizontal, vertical o de longitud de
visera en los abrigos u otros refugios), aunque existe un segundo
criterio, tan importante como el del recorrido subterráneo mínimo,
que muchas veces entra en confrontación con éste. Se trata del
topónimo
tradicional de la cavidad
(nombre que hace referencia a determinada cueva, abrigo, fractura,
oquedad, etc.), y que en algunos casos (como suele ocurrir al
identificar algunos abrigos), no alcanza los 4 metros de recorrido
mínimo y en otros ni tan siquiera está localizado el fenómeno
subterráneo singular al que hace referencia el topónimo (topónimos
de partidas o zonas –“Les
Coves”-,
barrancos –“Barranc
de la Cova”-,
masías –“Mas
de la Cova”-).
En estos casos, cuando la cavidad posea un topónimo tradicional y/o
histórico, a pesar de no cumplir el requisito de recorrido
subterráneo mínimo, no dudaremos en inventariarla.
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Galeria de la fuente del Berro, en Altura. |
A
pesar de estas dos importantes premisas (recorrido mínimo y topónimo
tradicional), siempre encontramos elementos que nos crean cierta
incertidumbre:
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Los “arcos de roca”, “túneles” o las “ventanas”, que nos
permiten atravesar o pasar de una vertiente a otra en la montaña o
cresta rocosa, las catalogaremos siempre, aunque en algunos casos no
supere los 4 metros, pero por el contrario, suelen tener un topónimo
que los identifique de forma singular.
-
Surgencias temporales o “ullals”. A pesar de que muchas veces las
surgencias temporales resultan impenetrables a nivel espeleológico,
están registradas en el SICE por su intensa relación con el medio
subterráneo y su exploración espeleológica. Se trata de surgencias
hídricas de carácter ocasional y relacionadas con episodios de
intensas precipitaciones, sin aprovechamiento humano alguno, que no
deben relacionarse con las fuentes y manantiales más o menos
permanentes y que suelen abastecer de agua a núcleos de población.
Las surgencias temporales que incluimos en el catálogo son las que
su zona de emisión está bien definida y relacionada con una red
subterránea más o menos clara, con su zona de absorción de las
aguas y circulación subterránea de las mismas.
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Galeria del Agua, en el coto minero de la Virgen del Amparo, en Artana. |
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Sèquia Major de Castelló, a su paso por Almazora. |
Un
último criterio a la hora de incluir alguna cavidad subterránea en
el SICE, es el criterio de prudencia para no omitir u olvidar
cualquier dato por insignificante que pueda resultar a fecha de hoy.
Ante un topónimo incierto que haga referencia a cualquier fenómeno
subterráneo o cualquier información vaga o escueta, recibida de un
INFORMADOR
SOLVENTE,
hemos de registrarla y tenerla en cuenta, ahora bien, deberemos
emplear los campos informáticos oportunos (“Temas
pendientes”)
para reflejar esa información incompleta, sesgada o posiblemente
duplicada (dos topónimos de la misma cavidad subterránea
catalogados en dos registros diferentes), para de esta forma poder
corregirla o completarla en un futuro.
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Cova del Xurriola, en Alcala de Xivert. |
Texto e imagenes: Joaquín Arenós Domínguez.