PUBLICACIONES

REVISTAS BERIG

ARTICULOS PUBLICADOS EN LA REVISTA GOTA A GOTA

lunes, 21 de marzo de 2016

CUEVA DEL POZO (JUMILLA, MURCIA); OBSERVANDO SECCIONES Y PAREDES.

En los últimos meses hemos visitado la cueva del Pozo un par de veces, en la primera de ellas visitando la zona húmeda y parte de la seca y más recientemente toda la zona seca, con su pequeño recorrido circular. Antes de todo decir que en la segunda visita nos centramos en fotografiar rincones y detalles de la cavidad, para ver en la practica las formas producidas por los flujos ascendentes propios de las cavidades hipogenéticas o hipogénicas. Estos son comunes en la región de Murcia, y dominantes en las cavidades de más desarrollo de esta zona. Desde aquí recomiendo la lectura de un primer volumen sobre las cavidades hipogénicas de la región de Murcia.
Las cuevas hipogenéticas deben su origen a procesos debajo de la superficie, en oposición de las epigénicas que dependen de ácidos derivados de procesos en superficie o cerca de ella como la producción del dióxido de carbono. Según A.N. Palmer la agresividad del agua para para disolver se genera por debajo o en el nivel freático y la disolución comienza desde abajo, cuando el agua hace contacto con la roca soluble. Este tipo de modelado kárstico no contribuye al modelado del paisaje exterior.
Siguiendo estas pautas básicas presentamos ahora imágenes de secciones de las galerías del cavidad.

 Formas redondeadas, con ausencia de coladas o formas litoquímicas procedentes de filtraciones del exterior, en cambio hay numerosas zonas con rellenos de yeso en la mitad inferior del conducto.
 Estas formas con bolsones redondeados en el techo están controlados estructuralmente por fracturas, siendo la tendencia de su sección tipo grieta, que se nota más en el sector  húmedo de la cueva.


 Los conductos no poseen huellas de corriente como scallops ni sedimento grueso, como gravas ni cantos, sino fino sedimento, como limos y materiales de grano finos procedentes de la meteorización de las paredes u otros procesos, pero nunca del arrastre de materiales exteriores por el flujo de agua que formó la cueva.


 Hay formas redondeadas y sinuosas como bolsones en el techo, outlets, cúpulas y galerías ascendentes que buscan el exterior sin llegar a alcanzarlo.
 
El crecimiento de la cavidad de abajo hacia arriba forma algunas cúpulas geminadas que se llegan a unir por el crecimiento coalescente.


 Estas formas poseen numerosos canales en el techo y particiones de paredes que se asemejan a pendants, pero de diferente génesis.


 El agua agresiva ha disuelto los conductos, llegando a unir las paredes de partición.
 
 En este fino tabique de roca ha quedado un pequeño agujero, sin llegar a unir totalmente  los dos conductos vecinos, como ocurrió dos fotos más arriba.
Si ahora nos fijamos en las formas de sus paredes o de menor tamaño observamos el predominio de los cristales de yeso o corales de calcita. Algunas de estas formas sirven de diagnóstico para determinar la génesis de la cavidad o el ambiente termal interior.
 Hay numerosas capas de yeso, de fino espesor que se suelen desarrollar en la mitad inferior de los conductos. Este mineral se formo por evaporación.

 Los niveles de mineralizaciones de yeso alcanzan frecuentemente los 50 centímetros desde el suelo actual hasta su contacto donde este da paso a la roca madre.

 También encontramos capas de minerales colgadas en los pozos y actualmente parcialmente desmanteladas, bien por la meteorización o por las corrosiones debido a las condensaciones térmicas existentes en el interior de la cueva.

 En esta foto se aprecia un "muñón" de yeso parcialmente corroído.
 Las cristalizaciones de yeso de las paredes con frecuencia presentan desconchados debido posiblemente al incremento de la humedad en la cueva, existiendo un espacio de varios milímetros entre esta capa y la que esta por debajo.


 Finas capas depositadas y posteriormente desmanteladas indican diferentes fases de deposición del mineral. Entre las capas más consistentes hay fino sedimento de tonalidades ocre.
 En grietas de la roca se desarrollan mineralizaciones, algunas de ellas muy finas, como las delicadas hebras ubicadas a 1 cm de la punta del lápiz.
El yeso rellenó huecos y posteriormente al corroerse adopto la forma del conducto, quedando este bolsón relleno a la misma altura que la pared de roca madre.

 Restos de mineral en el suelo o techo de diferentes conductos. El frente retirado muestra una pequeña tobera en la pared recubierta de yeso, que en algunos puntos de la cueva es posible que se haya formado por la condensación en el lado opuesto al viento, aprovechando corrientes de aire.



 Pequeñas cristalizaciones en la parte inferior de una galería terminal.

 Niveles de minerales evaporíticos que ocupan la parte inferior.
 En algunos puntos también se localizan minerales con tonos ocres o marrones.
 En la sala Alfonso hay algunas pequeñas arañas y costras de yeso con cristales más grandes que los circundantes.

Respiraderos y toberas de yeso en la sala Alfonso. Los respiraderos son huecos dentro de las capas de yeso que se han rebajado posiblemente por la corrosión.
 este agujero recubierto de yeso parece que rellene un pequeño "feeder" o conducto de flojo ascendente
Formas que recuerdan a los boxwork, donde las venas de yeso o calcita resaltan un poco sobre la roca y la corrosión diferencial hace resaltar algunos enrejados.


Finalmente mostramos imágenes de raíces exteriores que cuelgan de una galería superior y posibles marcas de la zarpa de algún animal. Es posible que indique una antigua entrada ya que en esta galería sedimento obstruía la galería.