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domingo, 24 de febrero de 2019

¿QUE FUNCIÓN TIENE EN LA ACTUALIDAD LA BIBLIOTECA DE CLUB?

Hoy en dia la información consultada por los espeleolgos para preparar sus salidas, organizar actividades o viajes espeleológicos procede principalmente de internet. Practicamente nadie se dedica a consultar una biblioteca  para buscar información y organizar sus actividades espeleológicas. Como muestra, solo decir que buscando en google por ejemplo “Cueva Cirat” aparecen aproximadamente 89.600 resultados en 0,46 segundos, casi nada si lo comparamos en una busqueda de un libro o revista en unas estanterias llenas. Es bastante más farragoso buscar un artículo concreto de entre un montón de revistas de la biblioteca del club, que encontrar desde un dispositivo movil, en la misma montaña, la información sobre una cueva cercana donde aparecera numerosa información en internet.


Por suerte se encuentra cada vez más información en internet, incluso una parte de las revistas y publicaciones espeleológicas ya están digitalizadas y subidas a la red para ser consultadas libremente sin restricciones. Al igual que la revista BERIG, otras publicaciones similares las podemos encontrar para descargar todos sus números, cuidadosamente escaneados. Por citar algún ejemplo, la revista Andalucia Subterranea, https://drive.google.com/drive/folders/0Bx0AgqZ7cKIDODJlQUJoQ2x2TVE? revista Subterránea de la desaparecida Federación española de Espeleología. (https://drive.google.com/drive/folders/0Bx2BqZy_r59uVTlLaG9wemZ6TFk) la revista Espeleosie, del SIE de CEA de Barcelona (espeleodijous.cat/node/57)

Citando unas reflexiones sobre el tema, espeleólogo italiano Paolo Forti, dice al respecto “Las publicaciones espeleológicas se hallan dispersas en centenares de “oscuros” boletines, por lo que el acceso a la bibliografía espeleológica a menudo es harto dificultosa. Hasta 1970-80 las Bibliotecas de Club constituían una buena aproximación a este problema, pero ahora ya no son una buena solución para encontrar información. Esta labor de recopilar publicaciones espeleológicas  en la actualidad recae en los centros de documentación. Una red de 16 Centros de Documentación de la UIS están  distribuidos en 4 Continentes para dicho fin”. Y aquí aprovecho para decir que en Granada tenemos un importante Centro de documentación y Museo de la Espeleología.

Claro está que para un club es muy difícil abarcar todas las publicaciones espeleológicas, pero no resulta tan dificultoso tener recopiladas toda la información sobre un territorio concreto, como puede ser una cavidad singular, una zona montañosa concreta, un término municipal o una provincia entera.

En nuestro territorio, encontramos dentro de la base de datos SICE-CS una extensa información bibliográfica, pues esta supone uno de los tres pilares básicos sobre el que se asienta el catálogo de cavidades. Es la base de cualquier estudio, recurrir a las fuentes de información originales. Podemos presumir en esta base de datos, de tener 10.998 referencias bibliográficas a cavidades, dentro de las 1.813 bibliografías recopiladas (artículos), la mayoría de las cuales están dentro del propio servidor digitalizadas. Todos estos archivos representan una auténtica “biblioteca de club” donde se presta atención a todo lo relacionado con las cuevas de Castellón, desde una nota de prensa, una cita concreta de una cueva en un libro, hasta libros o artículos más especializados en la materia. Encontramos multitud de temáticas.

La característica diferenciadora de la biblioteca digital del SICE, es que todas las publicaciones se encuentran referenciadas a las cavidades concretas que se detallan en ellas, por lo que la consulta bibliográfica resulta extremadamente ágil y precisa, pudiendo a su vez localizar otras publicaciones desconocidas para nosotros.

La biblioteca física del Espeleo Club Castelló no cuenta con muchos ejemplares, pero a lo largo de los años ha ido recopilando libros y revistas, principalmente procedentes de intercambios con otras asociaciones o clubes de espeleología. De los poco más de 800 publicaciones que tiene registrados, un 70% son revistas, libros, anuarios, actas, mapas más relacionados la espeleología. Las publicaciones restantes hacen referencia a otros campos, como puede ser el excursionismo, arqueología o sobre los pueblos o territorio castellonense.

Las publicaciones existentes en la biblioteca física del ECC son variadas y quedan distribuidos por temáticas del siguiente modo:
Arriba: Porcentaje de publicaciones registradas en la biblioteca de espeleología y los de otras temáticas.
Abajo: Distribución por temáticas de los ejemplares registrados.

Distribución de las publicaciones de temática exclusivamente espeleológica según el tipo.

Evidentemente es mucho más accesible la biblioteca “digitalizada” que la biblioteca física del club, pero siempre habrá alguna información que todavía no esté digitalizada y para encontrarla no tengamos otro remedio que consultar esta publicación en papel. En resumen, podemos concluir que es bueno tener una biblioteca física con libros que aporten información espeleológica, pero en estos momentos no tendrá la utilidad que tenía hace varias décadas donde no existía tanta información en Internet. Lo práctico para un club de espeleo que quiera tener publicaciones al alcance de sus socios, sería tener un disco duro con multitud de publicaciones digitalizadas, ordenadas por temáticas, zonas etc. Mejor todavía, sería disponer de esta información a través de la red o la nube, donde se puede acceder desde cualquier dispositivo conectado a Internet, bien con claves para registrarse o sin restricciones, libre para todos los internautas, como ocurre en la bibliografía existente en el SICE, que se limita a la espeleología y a las cavidades subterráneas de la provincia de Castellon.

Para concluir, decir que hoy en día existe mucha información “de usar y tirar” que circula por las redes sociales, watsap u otras aplicaciones por el estilo, donde domina la inmediatez. Se comparte un documento o imagen, se visualiza o lee y lo más probable es que una semana después ya no nos acordemos donde esta, se haya eliminado u otros mensajes posteriores hayan hecho que esta información se olvide. Por tanto si queremos que la información perdure hemos de buscar medios de almacenamiento eficaces, accesibles y sobre todo bien ordenados para que la búsqueda de información no se convierta en un “sudoku” interminable.