Hoy en dia la información consultada por
los espeleolgos para preparar sus salidas, organizar actividades o viajes
espeleológicos procede principalmente de internet. Practicamente nadie se
dedica a consultar una biblioteca para
buscar información y organizar sus actividades espeleológicas. Como muestra,
solo decir que buscando en google por ejemplo “Cueva Cirat” aparecen
aproximadamente 89.600 resultados en 0,46 segundos, casi nada si lo comparamos
en una busqueda de un libro o revista en unas estanterias llenas. Es bastante
más farragoso buscar un artículo concreto de entre un montón de revistas de la
biblioteca del club, que encontrar desde un dispositivo movil, en la misma
montaña, la información sobre una cueva cercana donde aparecera numerosa
información en internet.
Por suerte se encuentra cada vez más
información en internet, incluso una parte de las revistas y publicaciones
espeleológicas ya están digitalizadas y subidas a la red para ser consultadas
libremente sin restricciones. Al igual que la revista BERIG, otras
publicaciones similares las podemos encontrar para descargar todos sus números,
cuidadosamente escaneados. Por citar algún ejemplo, la revista Andalucia Subterranea, https://drive.google.com/drive/folders/0Bx0AgqZ7cKIDODJlQUJoQ2x2TVE? revista Subterránea de la desaparecida Federación española de Espeleología. (https://drive.google.com/drive/folders/0Bx2BqZy_r59uVTlLaG9wemZ6TFk) la revista Espeleosie, del SIE de CEA de Barcelona (espeleodijous.cat/node/57)
Citando
unas reflexiones sobre el tema, espeleólogo italiano Paolo Forti, dice al
respecto “Las publicaciones espeleológicas se hallan dispersas en centenares
de “oscuros” boletines, por lo que el acceso a la bibliografía espeleológica a
menudo es harto dificultosa. Hasta 1970-80 las Bibliotecas de Club constituían
una buena aproximación a este problema, pero ahora ya no son una buena solución
para encontrar información. Esta labor de recopilar publicaciones
espeleológicas en la actualidad recae en
los centros de documentación. Una red de 16 Centros de Documentación de la UIS
están distribuidos en 4 Continentes para
dicho fin”. Y aquí aprovecho para decir que en Granada tenemos
un importante Centro de documentación y Museo de la Espeleología.
Claro
está que para un club es muy difícil abarcar todas las publicaciones
espeleológicas, pero no resulta tan dificultoso tener recopiladas toda la
información sobre un territorio concreto, como puede ser una cavidad singular,
una zona montañosa concreta, un término municipal o una provincia entera.
En
nuestro territorio, encontramos dentro de la base de datos SICE-CS una extensa
información bibliográfica, pues esta supone uno de los tres pilares básicos
sobre el que se asienta el catálogo de cavidades. Es la base de cualquier
estudio, recurrir a las fuentes de información originales. Podemos presumir en
esta base de datos, de tener 10.998 referencias bibliográficas a cavidades,
dentro de las 1.813 bibliografías recopiladas (artículos), la mayoría de las
cuales están dentro del propio servidor digitalizadas. Todos estos archivos
representan una auténtica “biblioteca de club” donde se presta atención a todo
lo relacionado con las cuevas de Castellón, desde una nota de prensa, una cita
concreta de una cueva en un libro, hasta libros o artículos más especializados
en la materia. Encontramos multitud de temáticas.
La
característica diferenciadora de la biblioteca digital del SICE, es que todas
las publicaciones se encuentran referenciadas a las cavidades concretas que se
detallan en ellas, por lo que la consulta bibliográfica resulta extremadamente
ágil y precisa, pudiendo a su vez localizar otras publicaciones desconocidas
para nosotros.
La
biblioteca física del Espeleo Club Castelló no cuenta con muchos ejemplares,
pero a lo largo de los años ha ido recopilando libros y revistas,
principalmente procedentes de intercambios con otras asociaciones o clubes de
espeleología. De los poco más de 800 publicaciones que tiene registrados, un
70% son revistas, libros, anuarios, actas, mapas más relacionados la
espeleología. Las publicaciones restantes hacen referencia a otros campos, como
puede ser el excursionismo, arqueología o sobre los pueblos o territorio
castellonense.
Las
publicaciones existentes en la biblioteca física del ECC son variadas y quedan
distribuidos por temáticas del siguiente modo:
Arriba: Porcentaje de publicaciones registradas en la biblioteca de espeleología y los de otras temáticas. Abajo: Distribución por temáticas de los ejemplares registrados. |
Distribución de las publicaciones de temática exclusivamente espeleológica según el tipo. |
Evidentemente
es mucho más accesible la biblioteca “digitalizada” que la biblioteca física
del club, pero siempre habrá alguna información que todavía no esté
digitalizada y para encontrarla no tengamos otro remedio que consultar esta
publicación en papel. En resumen, podemos concluir que es bueno tener una
biblioteca física con libros que aporten información espeleológica, pero en
estos momentos no tendrá la utilidad que tenía hace varias décadas donde no
existía tanta información en Internet. Lo práctico para un club de espeleo que
quiera tener publicaciones al alcance de sus socios, sería tener un disco duro
con multitud de publicaciones digitalizadas, ordenadas por temáticas, zonas
etc. Mejor todavía, sería disponer de esta información a través de la red o la
nube, donde se puede acceder desde cualquier dispositivo conectado a Internet,
bien con claves para registrarse o sin restricciones, libre para todos los
internautas, como ocurre en la bibliografía existente en el SICE, que se limita a la espeleología y a las cavidades subterráneas de la provincia de Castellon.
Para
concluir, decir que hoy en día existe mucha información “de usar y tirar” que
circula por las redes sociales, watsap u otras aplicaciones por el estilo,
donde domina la inmediatez. Se comparte un documento o imagen, se visualiza o
lee y lo más probable es que una semana después ya no nos acordemos donde esta,
se haya eliminado u otros mensajes posteriores hayan hecho que esta información
se olvide. Por tanto si queremos que la información perdure hemos de buscar
medios de almacenamiento eficaces, accesibles y sobre todo bien ordenados para
que la búsqueda de información no se convierta en un “sudoku” interminable.