Sima del Campillo
Este pasado fin de semana nos
juntamos con nuestros amigos del Espeleo Club Zaragoza y les mostramos dos
preciosas cavidades de nuestra tierra. Hacía días que teníamos permiso para
visitar la sima del Campillo en Tous, y la idea era combinar esta con la sima
de la Llenca del Serrano. Así que pasamos el finde por Tous con tan agradable compañía.
Vista de la enorme
sala con un espeleólogo subiendo por el pozo.
El viernes por la noche nos
juntamos en Tous para cenar y comenzar el fin de semana. El sábado, sin
madrugar mucho nos preparamos y fuimos hacia el Campillo. Para descender el
pozo de entrada montamos 3 vías, ya que bajamos 9 personas. Se trata de un pozo
de 56 m. con sus últimos 46 m. en volado, descendiendo por el centro de una
gran sala de 196 x 75 m. con una superficie en planta de 10.500 m2.
En el extremo
superior de la sala los espeleotemas son una amalgama de tonalidades.
Formas sugestivas con
la boca de fondo.
La sala, de forma ovalada, presenta una fuerte inclinación, pudiendo recorrerla toda sin necesidad de material de verticales. Por toda la sala abundan grandes moles de formaciones calcáreas de las formas más extrañas y curiosas que nos podamos imaginar. En algunos sectores de la cueva es como si nos moviéramos por el interior de un bosque pétreo. En otras zonas hay estalagmitas que presentan el tamaño de un edificio. También abundan los platos o discos.
Iván contemplando un
plato.
En cambio, otras partes de la
sala están ocupadas por clastos. E incluso la parte inferior está repleta de sedimentos
con una incisión vadosa producto de las corrientes de agua que se forman en
episodios de precipitaciones torrenciales. Otro efecto curioso es la tonalidad
verdosa de algunos espeleotemas debida a la presencia de hongos que crecen
gracias a la luz que entra por su amplia boca.
La parte inferior de la sala de la sima del Campillo.
Grandes espeleotemas en el Campillo.
El haz de luz que entra por su
boca produce una bonita estampa; incluso deja una pequeña zona de la cavidad
iluminada totalmente con luz solar. Y este rincón iluminado se va moviendo a la
vez que nuestro planeta lo hace en su órbita alrededor del astro solar. Dejando
atrás este espectáculo vamos subiendo cual orugas, por las tres cuerdas que
penden de la misma boca.
Foto realizada tan
solo con la luz que penetra del exterior.
El día termina con un baño en la
piscina y una barbacoa que compartimos con tan buena compañía. La sobremesa se
alarga y la conversación vuelve a llevarnos a las profundidades, hasta que poco
a poco la oscuridad de la noche recupera su silencio mientras nosotros el
descanso.
La sala grande de la Llenca presenta bellas coladas.
Jose en la Llenca del Serrano.
No podemos dejar a nuestros
amigos sin el caramelo que se esconde dentro de la Llenca del Serrano. Así que
domingo hacemos una visita rápida a la capilla Sixtina valenciana. Una de las
cavidades más visitadas de nuestra comunidad, y no es para menos. Acabamos el
fin de semana con una paella y con muchas ganas de volvernos a juntar pronto.
Sala Ajado, en la
Llenca del Serrano.