Galería Irene. |
En las últimas semanas hemos realizado dos visitas a la Espelunga de Napazal, con el objetivo de revisar incógnitas dejadas en anteriores campañas. Desde el año 2012 hasta la actualidad esta cavidad ha sido visitada con cierta frecuencia, aunque siempre quedando en un segundo plano, pues es el sistema de la Peña del Meyodia es el que acapara mayor atención a nivel de exploración. En este tiempo se han explorado nuevos ramales, aunque cortos, pues apenas superan varias decenas de metros. Al mismo tiempo también se han topografiado zonas de la cavidad que no estaban reflejadas en la poligonal, pero si que se exploraron décadas atrás. Esto ha hecho aumentar la cavidad sensiblemente, pasando de 1,8 kilómetros, a los 2,5 actuales. A pesar de ello, las galerías exploradas todavía no han permitido explorar los metros esperados. Uno de los hechos más llamativo de la cavidad son sus intensas corrientes de aire, que parecen estar relacionadas con simas ubicadas en una posición superior, a unos 170 por encima del nivel base de Napazal.
Pseudoescorpión en la Espelunga de Napazal.
Por tanto el pasado 7 de mayo Jesús y Luis visitan la cavidad con la finalidad de resolver un interrogante dejado en la campaña del 2018, donde tras unas estrecheces, se alcanza una zona nueva con dos pozos desfondados de 10 y 29 metros respectivamente. Entre ambos encontramos el pas del Mustèlid, donde encontramos un cráneo de un pequeño mamífero. La intención era realizar una escalada por una chimenea ubicada en la cabecera del pozo de 29 metros, que se abre en una importante discontinuidad dirección norte-sur. En esta jornada se escalan 23 metros, alcanzando una pequeña repisa. De vuelta hacia el exterior se revisa una gatera en la galería Irene, que finaliza en una estrechez, tras la que se divisa detrás un espacio más amplio. Se dedican 2,30 horas en empezar a ampliarlo.
Equipo de exploración del 7 de mayo en la boca de la cueva.
Se sale al exterior tras 11 horas de actividad. En las últimas horas de nuestra estancia en la cavidad, en el exterior pasa una pequeña tormenta, que hace aumentar el caudal del pequeño colector de la galería Irene, duplicándose su caudal y precipitándose encima nuestro en una pequeña cascada en su zona de entrada. Detrás de la desobstrucción también se escucha agua progresivamente, intuyendo un aporte de agua relacionado con las precipitaciones exteriores.
Volvemos a Espelunga de Napazal el día 24 de junio, con la intención de continuar trabajando las puntas. Esta vez somos 6 integrantes, por lo que formamos tres grupos. Reconocemos la galería de la boca superior, forzando una pequeña gatera ubicada cerca de la boca, que aporta escasos metros. Un grupo continua con la escalada trabajada en la entrada anterior, otro grupo en la ampliación del paso de galería Irene y el otro revisar incógnitas de la vía norte, de donde viene un pequeño colector.
Accediendo a la cavidad, con la primavera rebosante en el Pirineo.
El equipo de exploración del 24 de junio.
En la continuación de la escalada, Luis y Jesús consiguen alcanzar en pocas horas la cabecera del pozo, ascendiendo los 25 metros restantes. Por tanto, la chimenea escalada tiene 48 metros, pero el inicio de esta tiene lugar en un balcón desde donde continua el pozo hacia bajo, con 29 metros. El desnivel total del pozo es de 77 metros, estando compuesta la base por una estancia elíptica sin continuidad, por donde se pierden la filtraciones y el goteo constante que se precipita por el pozo. Unos 10 metros antes de llegar a su cabecera, se realizó un pasamanos que accede a una ventana que nos deja en una corta galería de 5 metros, con una chimenea de 8 metros. Situándonos en la cabecera del pozo, a este le sigue un meandro de carácter ascendente, con algunos resaltes iniciales donde se trepa entre capas de concreciones blanquecinas tipo "natillas", que se descomponen fácilmente. El techo del meandro esta formado por un plano de estrato bien marcado, que buza hacia el sur con una inclinación de entre 19 y 25º. Este buzamiento nos recuerda otro muy similar ubicado en la Chelera de Napazal, ubicada a escasos 75 metros al este y a una cota muy similar. El meandro finaliza por estrechez tras 33 metros de recorrido y 14 metros de desnivel, donde se tienen que superar varios pasos selectivos. En la estrechez final se aprecia una corriente de aire, que sin duda atribuimos a alguna entrada superior. El exterior se emplaza en esta zona unos 65 metros por encima.
Jesús en el pasamanos de acceso a la ventana de la chimenea de 8 m.
Las estrecheces se suceden en el meandro sobre el pozo de 77 m.
La otra punta, trabajada por Cantero y Toni, consiste en ampliar una gatera, que tras varias horas de trabajos se consigue ensanchar y explorar la continuación. Ésta queda formada por un pequeño recorrido de 5 metros, que tras una corta trepada alcanza una estancia de 5 x 4 metros, con las paredes muy lavadas y en el techo una chimenea de 16,5 metros. En la zona intermedia de la chimenea se intuye una ventana por donde se escucha un goteo que no alcanza la base del pozo, sino que tomará otro camino todavía por explorar. Una de las posibilidades de este interrogantes es alcanzar de nuevo el río de la galería Irene, que se pierde de vista unos 30 metros antes de alcanzar la entrada de esta punta. Aunque con un caudal escaso, constituye uno de los colectores principales de la cavidad y en crecidas su caudal aumenta rápidamente, atribuyendo esta rápida reacción a la eficiencia del lapiaz ubicado por encima, a unos 140 metros.
Sala descubierta por Toni y Cantero tras la desobstrucción efectuada.
La tercera punta, era revisar varias puntas de la zona norte, que forma otro pequeño aporte. Edu y Silvia aprovechan para mejorar la instalación que hay que seguir para alcanzar esta zona. Se revisa una chimenea inclinada con 36 metros de desnivel que finaliza en una cúpula donde la continuación se vuelve impenetrable. A pesar de ello el punto alto de la chimenea representa un aporte más o menos constante, que también relacionamos con el exterior, del que se ubica a 76 metros.
Milpiés localizado en la Espelunga de Napazal.
Pozo de 77 m. escalado en estos dos ataques.
Con estas dos incursiones centradas en revisar la Espelunga de Napazal, el recorrido actualizado de la poligonal se ubica en 2.505 metros. El desnivel total de la cavidad es de 133,3 metros, siendo el punto alto la parte final del meando explorado tras la chimenea de 48 metros (+80,6), y el punto bajo corresponde con el sifón (-52,7).
Jesús y Luis en la estancia existente tras la ventana en el pozo de 77 m.