martes, 11 de julio de 2023

Macizo de Collarada: Ataque del 8-9 de julio.

  

Pozo de 120 m. en el Trou Souffleur.

 

El pasado fin de semana colaboramos con el Espeleo Club Zaragoza en su zona de trabajo de Pirineos, más concretamente en el macizo de Collarada.

Viernes por la noche había muy buen ambiente en el refugio de la Espata. Pues, como va siendo habitual nos juntamos un buen número de espeleólogos venidos de lugares muy distintos (Barcelona, Tortosa, Castellón, Cuenca, Cantabria y por supuesto de Zaragoza).

 

Prospección por el macizo de Collarada.

 

 

Sima Excálibur.

 

El sábado nos repartimos en varios grupos. Un equipo salió a primera hora para hacer una prospección por la zona de Somola y Peña Nevera, aprovechando para descender alguna de las simas con nieve. Este grupo estaba compuesto por Marina, Vicente y Robert. Otro grupo compuesto por Jesús, Fernando, Moreno, Mariano, Isma y Josian, salió hacia la sima Excálibur. Realizaron la topo de esta sima y la exploraron a fondo. Un tercer grupo entraron a la sima M-5, en el sector de Marañan, para continuar con la desobstrucción de su estrecho meandro final. Este grupo estaba compuesto por Sarai, Ivet, Lee, Gila y Jose. Y un cuarto grupo tenía el objetivo de explorar en el Trou Souffleur. Equipo compuesto por Israel, Kike, Samuel y Luis.

 

En la sima M-5.

 

 

Explorando sima en Peña Nevera.

 

A continuación paso la crónica del grupo que trabajamos en el Trou Souffleur, en el cual participé. La crónica está redactada por Israel Peña.

 

Ataque a Trou Souffleur (Collarada) - 08/07/2023

Entramos en cavidad Kike, Samuel, Luis e Israel sobre las 11 h. Bajamos directos hasta la zona activa, situada justo después del tubo soplador.

Una vez allí nos dividimos: 2 suben  aguas arriba para hacer una escalada que quedó pendiente en el último ataque; y el otro equipo se dirige aguas abajo.

El equipo de aguas arriba, después de llegar hasta punta, efectúa una escalada de unos 15 m para intentar sortear un meandro impenetrable por la parte alta, pero también resulta impenetrable.

 

Equipo del Trou Souffleur.

 

Desmontamos todo y abandonamos dos puntos de anclaje con parabolt de 8 mm. chapa y maillon para el descenso del tramo escalado. Luego se desobstruye un paso estrecho por la parte baja del meandro pero 2 m. después también resulta impenetrable. Recogemos todo el material y volvemos aguas abajo para reunirnos con nuestros compañeros. Siguiendo el curso activo a partir de dónde nos dividimos, se baja por una galería descendente de 35° de inclinación. La galería se empotra por una serie de meandros cortos hasta un R-3 equipado con cuerda fija y anclada a naturales por los últimos exploradores. Luego continúa por un meandro ya un poco más apretado hasta otro pozete pequeño que no se desciende, ya que hay una cuerda en fijo en forma de pasamanos que conecta con una zona superior, bordeando un pozo de unos 5 m. El fondo del pozo es un culo de saco por donde se filtra el agua; nuestros compañeros ya lo han descendido y cuando nos encontramos con ellos nos lo confirman. Cuando nos encontramos de nuevo son las 16:00 h. Una vez reunidos todos, decidimos unificar material en dos petates, ya que hay meandros muy estrechos, y empujar hasta terminar las cuerdas.

 

Samuel bajando el pozo de 15 m.

 

Este punto en el que estamos, entre el pasamanos y el P-15, es el único punto bueno para el vivac de ataque en caso de que encontráramos más continuación. Avanzamos por un meandro corto hasta la cabecera de un P-15, con aproximación, cabecera doble y dos fraccionamientos. La base del pozo es una galería descendente, con suelo plano y techo bajo que termina en un meandro muy largo que en su mayor parte se presenta desfondado y que te obliga a ir por la parte alta. Es de muy difícil progresión con los petates.

 

Rampa bajo el pozo de 15 m., donde se observa claramente el buzamiento de los estratos.

 

Al final del meandro llegamos a la cabecera de un P-20, con un natural y un spit antiguo en buenas condiciones como cabecera y un fraccionamiento. Vamos bajando por la galería, siguiendo el aporte de agua hasta otro meandro que en su primer trozo te obliga a acostarte en el agua, pero que en unos metros va ganando dimensiones. Llegamos a una rampa bastante inclinada que está cortada por un meandro en el centro y decidimos utilizar una de las cuerdas viejas que hay por la cavidad para asegurar el destrepe, ya que parecía un poco expuesto.

 

Pozo de 20 m. con cascada.

 

A partir de aquí continuamos por terreno más cómodo, donde se aprecia una chimenea bien formada con una colada blanca y aporte de agua. Más adelante seguimos por un meandro, y a los pocos metros encontramos un tubo ascendente de unos 15 o 20 m. donde detrás parece haber volumen. Seguimos por el meandro y en unos metros, al escuchar un gran eco, ya notamos que nos acercamos a algo grande.

Llegamos a “El monstruo”, un pozo de unos 70 o 80 m. mínimo y gran diámetro, al que accedemos por un lateral sobre mitad pozo  En la cúpula del pozo se aprecia un tubo negro que se pierde de vista hacia arriba. Equipamos el tramo de pozo que nos falta para llegar a su base, que son unos 35 m. Bajamos con 2 puntos de cabecera y tres fraccionamientos. En el fondo, otra vez más, el agua se introduce por un punto estrecho en dirección contraria a la que traía el rio. Se fuerzan algunos metros más hasta ser impenetrable. Recogemos la cuerda del P 35, ya que había que sacarla al exterior.

 

Israel inicia el descenso de “El monstruo”.

 

En el gran pozo, por la parte media da la sensación de existir una repisa o un meandro que se pierde de vista. Habría que montar un pasamanos y alguna escalada para acceder.

Recogemos todo y empezamos la salida a las 20:30. Salimos de la sima entre las 12:00 y la 1:00 h.

 

Como se deduce de esta crónica, y de los relatos de los compañeros de los otros grupos que en esta jornada han explorado también por el macizo, queda mucho trabajo por hacer y muchos metros que encontrar.

 

Pozo de entrada al Trou Souffleur.

 

El domingo nos despedimos de los compañeros deseosos de volver a explorar.

Dar las gracias a todos los participantes en este ataque y especialmente a los amigos del Espeleo Club Zaragoza por su invitación y su buen hacer.