Salida por la Cueva de la Cayuela.
Una de las actividades espeleológicas de este verano fue la realización de esta travesía de reciente equipamiento. La parte final de la travesía discurre por las grandes galerías de la Cueva de la Cayuela, clasiquisima entre las clásicas. El equipo estaba formado por el tridente dolomítico: Rosana, Ismael y Luis. Es un gran equipo el que formamos los tres amigos. Para Ismael era su primera travesía en Cantabria, por lo que era un día especial. Los demás ya conocíamos la parte final del recorrido que discurre por las grandes galerías de Cayuela.
Los primeros pozos no son muy amplios.
Entrabamos de mañana por la estrecha boca de entrada de la torca de los Humos, conectada en los últimos años a la red de Cayuela. Los primeros pozos son estrechos, pero a medida que descendemos van ampliando su sección sin llegar a ser grandes pozos en ningún momento. El pozo de 40 m. es el mas bonito que descendemos, muy bien formado, con sus paredes pulidas por el paso del agua.
Pozo de 40 m.
Se van sucediendo los rapeles con algún corto meandro que los une. Mas abajo encontramos el pozo mas profundo de la travesía: una vertical de 80 m. Tras él remontamos algunas cuerdas fijas, una estrechez, y de nuevo más rápeles, en la parte final existen algunos destrepes y algunos pozos equipados en fijo. Los pozos terminan en la cota de -453 m. Una buena cota descendida, casi el triple que en la travesía Tonio - Cayuela. Aquí paramos a comer en una zona con bastante humedad. La continuación es por un estrecho meandro donde en algunos puntos nos tenemos que arrastrar por el lecho del pequeño activo que discurre hoy por la galería.
Zonas de meandros donde avanzamos a media altura.
Luego se suceden zonas donde tenemos que avanzar a media altura, en oposición y por tramos estrechos. Toda esta primera zona horizontal de la travesía es dura físicamente, pero le da a la actividad ese toque que tiene la espeleo. Mas adelante la galería aumenta su tamaño en algún momento, como por ejemplo en la sala de la playa. Tras ella mas meandros, por donde discurre el Rio Vespasiano y por donde hay que superar zonas a media altura, ascender y descender por el meandro para buscar las zonas mas amplias. Es una zona muy entretenida.
Uno de los últimos pozos antes de abandonar el rio Vespasiano.
Tras descender un par de cascadas muy bellas, llegamos a una sala mas amplia. Aquí abandonaremos el activo por su izquierda hidrográfica por un resalte ascendente. Arriba avanzamos por una galería superior fósil. En esta galería encontramos muchísimo moonmilk en las paredes, es impresionante la gran cantidad de este mineral que vemos durante nuestro avance. Mas adelante llegamos al agujero soplador, donde es extraordinario el ruido que produce la corriente de aire al estreñirse por un estrecho paso. Una vez al otro lado del pequeño agujero, al ampliarse considerablemente la dimensión de la galería, el ruido desaparece y la corriente apenas se nota.
Las paredes están repletas de Moonmilk.
Por galerías cada vez mas amplias, exactamente por la galería de las botas, y trepando y destrepando continuamente, llegamos a las grandes galerías de Cayuela, justamente en la zona mas impresionante: en la galería de las Sierras. Aquí remontamos hacia la galería 10 de agosto, donde están las sierras mas impresionantes, por lo menos a mi parecer. Foto obligada, apurando la batería de la cámara y hacia el exterior.
Galería de las Sierras.
Ismael está impresionado con estos enormes espeleotemas y estos tamaños de galerías. Es bonito ver como la gente que queremos disfruta de estas enormes cavidades del Asón. Pasamos por los clásicos lugares: Salle du Carrefour, el Boulevard, pozo del Arco y la galería de entrada, en nuestro caso de salida. Llegamos todavía de día a la gran y espectacular boca de la Cueva de la Cayuela mas felices que las perdices.
A la salida de la travesía.
Sin ser una de las travesías mas bonitas de Cantabria, si que tiene un final que nos deja con un buen sabor de boca, al recorrer las siempre espectaculares galerías de Cayuela. ...y sobre todo una travesía con una gran compañía.







