Esta
aventura empieza con un whatsapp de Ionel (Espelo-Polaris Burgos) el
lunes 3 de febrero, invitándome a realizar esta travesía, una de
las clásicas de Cantabria, ¡en 10 días!. ¿Y cómo rechazar
esta invitación, cuando llevamos hablando de hacerla un montón de
tiempo y no habíamos podido coincidir?
Así
que lo organizo todo, y quedo con Brigitte (Club de Montaña Al Límite-Alameda), la otra compañera que sube desde Marbella;
eso sí es tener ganas de ir a Cantabria, cruzándose la Península
entera. Quedamos en Madrid, el viernes 14 de febrero a las 11:30h, ya
que tenemos que estar antes de las 17h en Asón para que nos entren
los neoprenos.
Llegando,
paramos varias veces para realizar algunas fotografías de las vistas
tan espectaculares que teníamos. Uno de los puntos elegidos fue el
refugio de la Sía, a 1230 m de altitud, que se encuentra en la
frontera de Castilla y León con Cantabria. Otro de los puntos que
es imprescindible retratar y sobre todo contemplar es la cascada del
Asón.
1. Vistas desde el refugio de la Sía. |
2. La cascada del Asón. |
3. Rincones preciosos de Cantabria. |
Continuamos
el camino hasta el restaurante Coventosa, nuestro punto de encuentro
con el resto de compañeros. Allí conocemos a Fran y Oskar, quienes
nos entrarán los neoprenos, y nos juntamos con Ionel y Guillem
(GESAP), que serán nuestros compañeros en este reto.
Tras
una breve charla, organizamos los neoprenos en bolsas estancas, y Fran
y Oskar se dirigen a cueva Coventosa a darse un bañito en las frías
aguas para hacernos un enorme favor. El resto del grupo, tomamos algo
en el bar, y organizamos el material para el día siguiente. Luego
vamos a Arredondo a tomar algo y a esperarlos.
4.Grupo en el bar de Arredondo. |
Nos
volvemos al restaurante a cenar y descansar para el día siguiente.
El
sábado 15, a las 8.30h estamos los 4 en el bar para desayunar. Tras
unas buenas tostadas, nos disponemos a realizar los últimos
preparativos. Ionel nos comenta que está buscando transporte para
que nos suban en todoterreno y así ahorrarnos parte de la
aproximación. Después de algún que otro despiste y de no conseguir
transporte, dejamos el coche de Ionel en la boca de Coventosa y
subimos con el mío hasta el parking, y de ahí comenzamos a caminar.
5. Acceso a Cueto. |
6. Sima del Cueto. |
Casi
dos horas después llegamos a la boca de la sima del Cueto, comemos
algo, nos equipamos y entramos a las 14h. Tras la Galería del Torno,
de apenas 10 metros, se abre el impresionante Pozo Juhué de 302 m.
Primero baja Ionel, instalando en doble, luego Brigitte, y a
continuación desciendo seguida por Guillem.
7. Pasamanos de acceso al Pozo Juhué. |
8. Pozo Juhué. |
Guillem
y yo somos los encargados de recuperar las cuerdas, y realizamos el
procedimiento varias veces hasta llegar a la repisa de -196m. En este
punto nos tomamos un pequeño respiro, recuperando fuerzas con un
trozo de chocolate, gentileza de Brigitte, y continuamos con los
rápeles recuperando cuerda, hasta el Pozo del Algodón, que está en
fijo. Tras este, dos pocetes más de 7 y 8 m., también en fijo.
Seguimos por el Pozo del Péndulo, instalado en fijo, y con una
cuerda guía que nos deja en la cabecera del Pozo de la Muleta. Cabe
resaltar que no hay que cogerse al cable puesto que está en mal
estado. Tras este pozo realizamos un pequeño destrepe entre bloques,
que nos deja en el P4 (en fijo)
Tras
este descendemos un P28, pozo Juana de Arco, el pozo del Oso y un P9,
en el que Ionel corta la cuerda de la cabecera al primer
fraccionamiento por estar en mal estado, así que bajamos este primer
tramo en recuperable.
Continuamos
descendiendo los siguientes pozos, Pozo de la Marmita, Tubo de la
Cola, y Pozo del Techo, también instalados en fijo y regados. Y como
el resto de compañeros que han realizado esta travesía, nos
encontramos con el gran bloque asegurado por cuerdas en la cabecera
del Pozo del Tubo de la Cola. En este punto nos apartamos de la
vertical para no mojarnos mientras vamos bajando uno tras otro por el
Pozo del Techo. En el último fraccionamiento de este pozo Ionel
decide cortar la cuerda que estaba en fijo debido a su deterioro y
descendemos este rápel volado en recuperable, llegando a la base de
los pozos en mitad de la Galería Juhué. Esta cuerda no podemos
llevárnosla por no poder portear peso extra, así que la dejamos en
la base de los pozos, pero el trozo de antes si lo sacamos.
Ascendemos
a la parte alta de la galería, donde Ionel ya tiene el fuego en
marcha para hacernos una sopa, que agradecemos tras más de 5 horas
descendiendo los 580m. de pozos. Además de la sopa comemos parte del
bocata que aún nos queda, organizamos las sacas con las cuerdas
bajo, ya que no se vuelven a usar durante toda la travesía, y
cogemos agua, aunque poca debido a que las botellas están tumbadas,
pero Guillem las coloca bien para que el siguiente grupo pueda
abastecerse de agua.
9. Base de los pozos. |
Esta
primera parte de la travesía discurre por un enorme caos de bloques,
por medio del que hay un sendero muy marcado con abundantes
reflectantes. Atravesamos la Sala de las Once Horas y la Galería del
Chicarrón, y descendemos la rampa de piedra suelta de la Gran
Pedrera, hasta llegar al Oasis, donde recogemos algo más de agua,
que potabilizamos con las pastillas que lleva Guillem.
10. La Gran Pedrera. |
Recorremos
El Cañon observando sus abundantes formaciones, y llegamos al Pozo
de la Navidad, que descendemos para llegar a la Galería de la
Navidad, de suelo arenoso. A partir de aquí accedemos a la red
intermedia, por la que avanzamos entre resaltes, desfondes y
pasamanos, hasta llegar a la siguiente galería, de techo bajo, que
atravesamos para llegar a la Galería de las Aristas. Tras esta
galería descendemos un P16 (en fijo) que nos deja en la Sala Blanca,
de bellas formaciones. A continuación debemos superar un P31 para
llegar al Espeleódromo, donde podemos observar flores de calcita.
11. Flores de calcita. |
Al
llegar al Pozo de la Unión, lo superamos fácilmente remontando una
cuerda fija y luego un pasamanos, que nos deja en una galería al
otro lado del pozo, donde paramos a descansar y a comer algo. En
esta parada la comida es variada, desde pasta a tan sólo un café,
según las necesidades de cada uno. Ionel monta un punto caliente,
por el que
poco a poco pasamos todos, hasta que, a
las 3 de la mañana, decidimos emprender el camino.
Ascendemos
el R5 por
la cuerda fija y entramos en la
Galería de las Pequeñas Inglesas, donde se hace lento avanzar por
el cansancio y por el trabajo que cuesta superar las galerías de
techo bajo, estrecheces, desfondamientos, trepadas, pasos de
bloques, en oposición, pasamanos, cuerdas con nudos...
Tras
descender un P15 llegamos a la Galería de las Veraneantes, por la
que avanzamos hasta que empieza a reducir sus dimensiones y notamos
la corriente de aire. Al llegar a la Sala de la Turbina, la galería
se convierte en una estrecha diaclasa, que se desfonda en varios
puntos, donde encontraremos pasamanos en las zonas más anchas.
Tras
esta galería entramos en una gatera donde el aire sopla, y seguimos
la corriente hasta llegar al Agujero Soplador, por el que descendemos
con el stop en el cabo largo, y es recomendable ponerlo en C para
personas con peso ligero para descenderlo más cómodamente.
Al
fin deja de soplar aire, y la sala que hay es preciosa, con
formaciones y el suelo concrecionado, nos anclamos al pasamanos y
descendemos las rampas por las cuerdas fijas.
Seguimos
avanzando hasta el lago de la tirolina, donde dicha tirolina ya no
está, pero en su lugar hay un pasamanos detrás de un gran bloque,
por el que descendemos. Continuamos el camino atravesando varias
cuerdas fijas, y otro caos de bloques donde buscamos el P11, que nos
deja en la orilla del primero de los tres grandes lagos, donde nos
ponemos los neoprenos.
Poco
a poco y con ayuda del hilo guía vamos cruzando los lagos, aunque en
algunos puntos está roto, pero es fácil avanzar, y en muchos puntos
hacemos pie. Hay que tener cuidado con los
bloques grandes sumergidos
que se encuentran en mitad de los lagos.
12. Final de los lagos. |
Tras
los lagos, avanzamos por el Gran Cañón de Coventosa, y atravesamos
la zona de las Marmitas por el agua, aunque hay pasamanos.
Tras
varios pasos con cuerdas fijas, nos encontramos la zona de La Playa y
Los Gours, y al fin el pasamanos de cable de acero, que nos indica
que estamos prácticamente en la calle.
13. El Gour. |
Luego
encontramos el sendero que asciende la rampa de más de 40 m de
desnivel de la Sala del Declive, tras la que encontramos una cuerda
fija de subida que nos deja en una galería ascendente de techo bajo,
por la que avanzamos a gatas, hasta llegar a una pequeña rampa,
donde encontramos una cuerda fija de bajada, y tras unos pocos pasos
llegamos al último P10, instalado por nuestros compañeros, que
ascendemos, no sin esfuerzo, y que nos deja en la rampa de salida por
Coventosa, tras 24h de actividad, y dejando atrás los recuerdos de
las bellas formaciones, del esfuerzo y del gran grupo que hemos
formado.
14. Salida por Coventosa. |
A
lo largo de toda la travesía realizamos muchas paradas cortas, de
pegar un bocado rápido y continuar, excepto las dos largas, una bajo
de los pozos y la otra en el Pozo de la Unión.
15. Formación característica de esta travesía. |
Gracias
a Ionel por llevarnos a cumplir nuestros sueños y por cuidarnos
tanto durante toda la travesía, a Guillem por toda la ayuda
prestada, que no fue poca, y a Brigitte por compartir el peso conmigo
y por las canciones, que nos animaban. Brigitte has sido un gran
descubrimiento, valiente y muy buena compañera, espero poder
realizar muchas más simas contigo. Y muchas gracias a Fran y a Oscar por entrarnos los neoprenos.