El sábado 12 de Agosto emprendemos el viaje a
Arredondo, donde nos esperan muchas aventuras. Tras todo el día de viaje llegamos
y nos instalamos en los apartamentos Arredondo, de Domingo.
Durante la cena concluimos que la visita del
día siguiente debe ser Cueva de la Rubicera-Mortero de Astrana.
Topografía de la travesía Cueva de la Rubicera-Mortero de Astrana. |
El domingo 13 de Agosto, tras un buen
desayuno, preparamos el material y nos dirigimos al parking de Mortero de
Astrana, entre unas cosas y otras se nos hizo un poco tarde, puesto que el
acceso discurre por unas altísimas cornisas con dos destrepadas un poco
expuestas.
Primer destrepe expuesto. |
Segundo destrepe expuesto y equipado con una cuerda fija. |
Una vez en la boca, almorzamos para tomar
fuerzas después de más de una hora de caminar arrastrando el material.
Contraluz de la boca de la Cueva de la Rubicera. |
Equipo al completo en la boca de la Cueva de la Rubicera. |
El grupo lo formamos Alexis, Carolina,
Ferrán, Gila, Alberto, Héctor y Miquel.
Accedemos por la boca sur trepando por unos
escalones tallados en la piedra hasta llegar a la gran Sala Rubicera,
atravesándola entre sus grandes bloques y disfrutando de las bonitas
formaciones (El Bosque).
Formaciones en la zona de El Bosque. |
Llegamos a la Sala de la Tolva donde hay un
aporte de agua que se pierde por el suelo entre bloques. Aquí comienza el Paso
de la Licuadora (paso desobstruido), formado por un resalte de 20 metros que se
destrepa entre bloques mojados y deslizantes. Es en este punto donde alcanzamos
el segundo nivel de la cavidad.
Continuamos caminando por unas amplias y
cómodas galerías hasta la Sala de la Cerveza, desde la cual nos acercamos a ver
la impresionante Galería de las Tetas, con sus peculiares formaciones y en la
que hay un gran goteo de agua con media garrafa para poder abastecerte.
Seguimos por la Galería del Tambor, curiosa
por el sonido de los pies al golpear en el suelo, hasta llegar a la Galería del
Andén, donde hay un cómodo pasamanos (quitamiedos) que supera por el lateral
derecho de la galería un P50.
Pasamanos (quitamiedos) que supera el P50. |
Enseguida llegamos a la Sala Decrépita y
bajamos por la primera gran rampa, pero tuvimos que volver a subirla puesto que
la rampa de acceso al Pozo del Chocolate (P31) está tras un gran bloque. En la
cabecera de este pozo nos equipamos y revisamos la instalación puesto que nos
habían informado que la cuerda fija estaba en malas condiciones, pero algún
otro grupo ya había reequipado con una nueva cuerda más oscura que la vieja.
Por lo que la cuerda de 40 metros que nosotros llevábamos ya no nos iba a hacer
falta, pero la teníamos que arrastrar en la saca durante toda la actividad.
Pozo del Chocolate. |
Tras este pozo accedemos a la Galería del
Chocolate y de las Muelas, un estrecho y bajo meandro repleto de formaciones. Desde
el cual llegamos al punto de conexión con la Galería del Río Rubicera (tercer
nivel), un punto curioso por haber un libro de firmas para indicar a grupos de
rescate la dirección tomada y el número de personas que forman el grupo, ya que
aquí se cruzan varios caminos.
Galería de las Muelas. |
Al llegar al río Rubicera aprovechamos para comer ya que tenemos
abundante agua.
Punto de conexión con el río Rubicera. |
Tras la pausa de la comida. |
Tras el merecido descanso, continuamos por
unos meandros hasta llegar al acceso a la Vía Real, que desemboca en el
Pasamanos de la Araña desde un nivel superior al del río para evitar la gran
Cascada Blanca. Este pasamanos permite el paso por encima del amplio P80, que
es el acceso a la red profunda de Rubicera (-530m).
Una vez superado este paso psicológico empieza
una serie de cuerdas fijas ascendentes y descendentes hasta alcanzar el segundo
cauce activo de la cavidad, el río Leolorna. En este punto seguimos río abajo
para acercarnos a ver el gran pozo de Mortero, con 178 metros de profundidad,
donde el río se pierde en una nube de agua.
Galería hacia el lago de Mortero. |
Formaciones durante el recorrido. |
Continuamos río arriba mojándonos hasta las
rodillas y atravesando meandros hasta llegar al Lago de Mortero, donde una
cuerda fija ascendente nos sitúa delante del impresionante, atlético y aéreo
Pasamanos Superior. Atravesarlo supone un gran esfuerzo físico puesto que ya
son muchas horas de actividad (unas 8 horas). Para futuras visitas tenemos
claro que arrastraremos el neopreno.
Seguimos por pequeños pasos equipados para
evitar mojarnos mucho en las múltiples marmitas hasta alcanzar la Sala de la
Cascada. Desde aquí empieza una gran remontada por rampas aseguradas con
cuerdas fijas hasta llegar al Agujero Soplador. Desde donde comienza la enorme
rampa de salida de la Sala del Caos, que es una tremenda ascensión entre
grandes bloques hasta alcanzar la base del P37 que nos llevará al exterior.
Nuestro grupo constaba de 7 personas y la
actividad nos costó 12 horas más las aproximaciones a las bocas de entrada y
salida.
En resumen, una cavidad exigente.
Ya fuera de la cavidad a las 12 de la noche. |