Pozo de entrada del FP-208 (Foto: Joaquín Almela).
Los Picos de Europa, aquel paraíso para espeleólogos, montañeros y amantes de la montaña en general, nos vuelven a acoger una vez más para hacernos vibrar haciendo aquello que más nos gusta: explorar.
De nuevo hemos colaborado con el SCOF e interclub en las exploraciones que los espeleólogos franceses llevan a cabo en los Picos de Europa. Ya van 49 años desde el primer campamento que organizaron los galos en este rincón de la cordillera cantábrica. La zona de trabajo se sitúa en el macizo occidental o del Cornión, más concretamente en: Fuente Prieta, el Jou de las pozas y el Jou Lluengu. La campaña ha tenido una duración de tres semanas. Por parte del Espeleo Club Castelló hemos participado los hermanos Joaquín y Luis Almela durante la primera semana y parte de la segunda.
Bonito rincón durante el acceso a la Yourte (Foto: Joaquín Almela).
La Yourte es nuestro centro de operaciones.
Nosotros llegamos a la Yourte el lunes 26 de julio a la medianoche. Allí en el campamento estaban los hermanos Jean-François y Hubert Fabriol, que marchaban para Francia la mañana siguiente; Yannick, Marc, Bruno y Olivier. Nos instalamos en el campamento para permanecer una semana aislados de la civilización, disfrutando de la libertad y la tranquilidad que nos da la montaña, en un entorno tan especial y con una gran compañía. Nuestra única preocupación será comer, dormir y sobretodo explorar.
Puesta de sol en el macizo del Cornión.
Foto de grupo el martes 27 de julio.
El martes 27 Joaquín necesitaba descanso, pues venia de tres días de ruta a pie desde Oviedo a Covadonga. Luis visita con Bruno y Olivier la sima FP-208, que es una de las tres cavidades que están instaladas y que se van a trabajar este año. Hoy exploramos la nueva vía que descubrió ayer Olivier y que parte de una ventana en la base del pozo de entrada de 32 m. La trepada a la ventana se realiza sobre la rimaya del gran nevero que ocupa la base del P-32. Es un lugar muy bello.
Ventana en la base del P-32 (Foto: Jean-François Fabriol).
Olivier en la boca del FP-208.
Tras la ventana existe un primer pozo de 7 m. que ya está instalado. A continuación equipamos dos pequeños pozos más: uno de 10 m. y el otro de unos 4 m. Así alcanzamos la cabecera de un gran pozo donde tiramos grandes bloques y caen muchos metros. No lo sabemos todavía, pero acabamos de conectar el FP-208 con el FP-207. Bruno, por su parte, ha estado instalando el pozo de 100 m. de la otra vía de la sima, la que alcanza los -540 m. Estamos en cavidad 4 horas y media.
Subiendo hacia el FP-208 (Foto: Joaquín Almela).
El miércoles 28 Luis sube con Joaquín a la FP-208 y exploramos el gran pozo donde nos detuvimos con Olivier. A unos 18 m. de la cabecera existe un enorme bloque que forma una gran plataforma. Desde arriba del bloque se ven 4 aperturas donde existen verticales. Tres de ellas parecen conducir al mismo pozo, pero una cuarta parece que no. Así, decidimos descender por el más estrecho, ya que es donde encontramos unos antiguos spits. Estos spits nos confirman que hemos conectado con otra sima de la zona, probablemente con la FP-207, hecho que era bastante probable según las indicaciones de Robert y Hubert, quienes exploraron estas cavidades en anteriores campamentos.
Base del P-30 con un bloque de nieve.
Descendemos hasta el fondo de dos pozos encadenados. El primero es de 60 m. y en su base llegamos a una primera repisa con algunos bloques de nieve. El segundo es de 30 m. y nos deja en un gran nevero donde podemos caminar una veintena de metros. Junto a la rimaya podemos descender 9 m. más alcanzando la cota de -159 m., que es la base del FP-207. Todos estos pozos están equipados con spits, por tanto no hemos descubierto nada nuevo. Pero aprovechamos para volver a topografiar esta vía. Exploración: 9 horas y media.
Base del P-30 con un gran nevero (Foto: Joaquín Almela).
Cabecera del Pozo de unión entre los FP-208 y FP-207.
El jueves 29 volvemos al FP-208, en esta ocasión vamos Joaquín, Olivier, Bruno y Luis. Descendemos el pozo paralelo que existía en la gran plataforma donde tomamos la vía del FP-207. Esta vía tenemos que re-equiparla, aunque se ven spits de cuando fue explorada. Un pozo de 65 m. nos deja en una zona donde caminamos hasta llegar a un nuevo pozo que enseguida reconocemos como el P.60 que bajamos en el día de ayer, exactamente conectamos a unos 15 m. de la base del P-60.
Luis instalando en el FP-208 (Foto: Joaquín Almela).
Salle des Nodules.
Re-topografiamos toda esta vía y salimos. Pero bajando Luis ha visto una ventana a mitad pozo que vamos a explorar. Resulta que tras la ventana hay un pozo de 26 m. equipado con spits. Lo descendemos y alcanzamos, con un pasamanos final, un sala de dimensiones considerables (28 x 15 m.) se trata de la Salle des Nodules. En un rincón de la sala, que es de donde viene la corriente de aire, parten unos pocetes cortos. El primero lo descendemos sin cuerda y llegamos a la cabecera de otro pozo que sopla. Allí damos media vuelta, ya volveremos en la próxima jornada. Bruno ha entrado a la vía ya explorada (la de -540 m.) y ha continuado instalando el P-100. Exploración: 7 horas.
Uno de los nódulos encontrados en la sala del mismo nombre.
Bella estampa a la salida de la cavidad.
El viernes 30 no hay tregua. Joaquín va con Yannick y Marc al FP-202. En esta jornada, para mi mítica, subimos Olivier y Luis al FP-208 para descender los pocetes donde nos detuvimos ayer. Los bajamos; son dos pozos de 8 y 17 m. En su base la fractura adopta forma de “Y” invertida. Olivier revisa una de las dos patas de la “Y”, y resulta encontrar una estrechez impenetrable pero fácil de ensanchar por desobstrucción. Tira una piedra por la estrechez y las piedras caen más de 10 segundos. La otra pata de la “Y” la revisa Luis y resulta ser un culo de saco.
Uno de los pozos de la FP-208 (Foto: Joaquín Almela).
Bella puesta de sol (Foto: Jean-Luc Zinsner).
Pero Olivier hoy esta juguetón y revisa un paso estrecho colgado que continua en horizontal. Le sigo y llegamos a otra cabecera de pozo muy estrecha donde las piedras caen también más de 10 segundos. Volvemos a por el material, y de vuelta ampliamos el paso horizontal que da paso a la gran vertical. Este paso era impenetrable. Descendemos solo unos 25 m. de esta nueva vertical, ya que se nos termina la cuerda. Pero donde nos quedamos se ve una abertura donde detrás todo es oscuridad… un P-100 debe haber. Mañana tendremos que volver.
Uno de los múltiples pozos de la FP-208.
Si decía que el día 30 fue mítico, el sábado 31 fue histórico, por lo menos para Olivier y para mí. Era el último día de Olivier en la Yourte, yo estaba cansado tras 4 jornadas seguidas de exploraciones. Pero quería bajar el gran pozo con Olivier y hoy era la última ocasión.
Accediendo a una de las cavidades de la zona.
Fue un día memorable. Para recordar toda la vida. Olivier tenía su última oportunidad de bajar el gran pozo. Yo estaba fatigado, pero le dije de acompañarle si paraba de llover. Pero no paraba la lluvia: frio, lluvia, niebla... Hacía mucho frio, en la Yourte se estaba un poco más confortable que en el exterior. Finalmente a las 5 de la tarde paró un momento la lluvia, y Luis le dijo a Olivier: “vamos que no llueve”. Joaquín no quiso venir (se arrepentirá toda su vida).
Puesta de sol con la Torrezuela y el Requexon sobre un mar de nubes.
A las 6 de la tarde entramos en la sima FP.208, eran las últimas horas del mes de julio. Llegamos al pozo. Olivier pasó delante e instalo dos fraccionamientos y luego quiso que pasara yo a instalar. En este punto el pozo se abría mucho y presentaba un diámetro de 25 m… “la petite morte”.
Base del gran Pozo (Foto: Olivier Guille).
Me puse a instalar este pozo que es el sueño de cualquier explorador. Disfrutaba como un niño a medida que iba descendiendo. La primera tirada que instalé fue de 60 m., una verdadera pasada. Hice un bonito péndulo para llegar a la pared y poder fraccionar. Seguí bajando y fraccionando y de repente se acabo la cuerda de 100, así que Olivier me dio la de 50. Continúe bajando y ya empecé a ver el fondo del pozo. Parecía que me iba a llegar la cuerda. Pero a unos 10 m. de tocar el suelo se acabo la cuerda de 50. Maldecí no poder hacer fondo, pero enseguida recordé que habíamos cogido una cuerda de 14 m.
Gran pozo (Foto: Jean-François Fabriol).
Pero no sé porque cogimos una cuerda de 14 m., es una tontería para una gran vertical como esta. Así que le grite a Olivier: “la cord de 14”. Fraccione apurando la cuerda de 50 en una maniobra arriesgada, pero teníamos que pisar el fondo del pozaco; es el pozo de nuestras vidas. Clavé dos puntos, me anclé a ellos y me solté completamente de la cuerda, porque sino Olivier no podía poner su stop para bajar. Olivier bajo para pasarme la cuerda de 14. Teníamos nuestras dudas si llegaría la cuerda al suelo y... la tire y siiiii!!! Bajamos los dos, emocionados. Nos dimos un abrazo con un gran significado, como la culminación de un sueño hecho realidad. Estábamos en la base de lo que era un verdadero monstruo. Y lo más sorprendente: no nos había sobrado ni un metro de cuerda. La suerte estuvo de nuestra parte.
Olivier y Luis en la base del gran P-152.
Olivier me dijo: " Luis, tu eres muy buen espeleólogo". Él también lo es. Pero estas palabras en este momento y lugar tuvieron para mí un significado muy especial. Nos hicimos las fotos de rigor y acto seguido exploramos los dos meandros que salen de la base del pozo (que forma una sala de 25 m. de diámetro). Estos dos meandros son:
1) Un ramal que no sopla pero es ancho. Por él escendimos unas rampas y nos encontramos con un pocete de 5 m. que no es posible destrepar. Olivier tiró una piedra y esta rebotaba y sonaba que bajaba más, pero no teníamos más material para bajar.
Base del gran pozo de 152 m. (Foto: Jean-Luc Zinsner).
2) En el otro ramal, que es más estrecho pero con corriente de aire, encontramos enseguida un estrechamiento que picamos durante 20 min con la maza de instalar para ampliarlo. Pasamos detrás y exploramos un meandro con corriente de aire. Destrepamos dos pozos cortos (de unos 10 m. cada uno) y encontramos un pequeño riachuelo. Una estrechez nos detuvo. Creo que hubiéramos pasado, pero era casi medianoche y Olivier el lunes tenía que estar en Grenoble para trabajar. Así que dimos la vuelta.
Otra imagen del bello pozo de 152 m. (Foto: Jean-Luc Zinsner).
Subimos el pozo ya en el mes de Agosto. Lo topografiamos al subir y comprobamos que tiene una profundidad de 152 m. ¡¡Increíble!! Llegamos a la Yourte a las cuatro y media de la noche. Todos dormían, mañana se enterarían del gran descubrimiento. Estos son días que valen una vida dedicada a la espeleologia. Exploración: 9 horas.
El domingo 1 de agosto sí que descanse, ya tocaba. De mañana nos despedimos de Joaquín, Yannick y Olivier, con quien he compartido bonitas jornadas en Picos. Bruno y Marc fueron a prospectar, yo me quedé recuperando fuerzas y a la tarde les preparé la cena a los compañeros.
Marc, Bruno y Luis tras salir de la cavidad el lunes día 2.
El lunes 2 haremos una nueva entrada al FP-208 Marc, Bruno y Luis. Descendemos cambiando todos los Pulses por Parabolts. Una vez bajo los pocetes estrechos que hay bajo la sala de los nodulos, Marc mira el estado de las estrecheces para ampliar. Lo ve fácil para desobstruir. A la salida hacemos topo desde la cabecera del P-152 hasta la ventana de acceso a la sala de los Nódulos. Bruno se ha dedicado a reforzar las instalaciones. Hoy han llegado a la Yourte el equipo de los jóvenes y Alain. Exploración: 5 horas.
Foto de grupo con el equipo de Alain y los jóvenes.
El martes 3 por la mañana Bruno y Luis abandonamos la Yourte. Tras 8 días en el campamento me voy muy satisfecho y con la promesa de volver el verano próximo, porque: la exploración continúa…
Neveros en las zonas exploradas bajo el P-152 m. (Foto: Jean-Luc Zinsner).
En las dos semanas posteriores de campaña se desobstruye un acceso al P-152 más cómodo y se equipa esta vertical por otra vía, muy cercana a la que abrimos con Olivier. Tras explorar los meandros bajo el gran pozo descubren una autentica pista de esquí. Esto es una gran sala con una enorme rampa de nieve con unos 45 º de pendiente. Estando a una cota próxima a los 300 m. de profundidad es un misterio el camino que siguió la nieve para alcanzar esta sala.
Autentica pista de esquí descubierta bajo el gran pozo (Foto: Jean-François Fabriol).
Agradecido una vez más de poder compartir tan bellas exploraciones con unos compañeros tan agradables. Y, como siempre, un buen aprendizaje que continua llenando mi mochila.
Bajando hacia los Lagos de Covadonga.