jueves, 12 de octubre de 2017

Torca del Carlista (Agosto 2017)


Tras un necesario día de descanso donde disfrutamos de las vistas de los bonitos prados del norte y de la vista de la bahía de Laredo y Santoña desde lo alto del Hoyo Masayo. El viernes 18 de Agosto el grupo al completo nos dirigimos a visitar la Torca del Carlista, en el valle vizcaíno de Carranza. 
Aparcamos en el parking de la cueva turística de Pozalagua a las 10:00h y ascendemos por una fuerte pendiente por el sendero GR-123 hacia la sima durante 50 minutos. Una vez allí, almorzamos y nos preparamos para entrar.

Impresionante paisaje kárstico en la boca de la Torca del Carlista.

Ferrán se encarga de instalar, le sigue Alexis, luego Alberto, Carolina, Miquel y por último entra Gila.

Cabecera del P152.
  
Descendemos el primer pozo (P26), cruzamos por el pasamanos y bajamos dos pozos más (P25 y P17) para situarnos en la repisa de -68 metros, donde se abre el sorprendente pozo volado de 85 metros que nos deja en la Gran Sala G.E.V. Esta sala está considerada como la mayor sala de Europa y la tercera del mundo con unas dimensiones de 500x230x125 m (altura máxima).

Cabecera del P85.

Instalamos dos vías en este último pozo para que la salida sea más fluida y en compañía, evitando así el factor psicológico que pueda suponer la impresionante altura.  

Impresionante pozo (P85) en el que parece que la cuerda este colgada de la nada.

Una vez bajo nos tomamos un respiro antes de emprender el descenso entre grandes bloques de piedra en busca de las diversas salas.

La inmensidad de la Sala G.E.V.

Hay que recalcar que es una cavidad en la que es muy fácil desorientarse al tener gran cantidad de balizas que te dirigen a las diversas salas y rincones de la cavidad.
Descendemos entre grandes bloques hasta llegar a la zona más profunda de la Sala G.E.V. (-276m) donde su suelo totalmente llano y con arena nos recuerda a una playa. Allí nos tomamos un descanso para comer y reponer fuerzas, y ¿por qué no?, hacer algunas fotos a las impresionantes columnas. 

Impresionante columna que parece que sujete el techo de la bóveda.

Proseguimos el camino a través de dos fáciles resaltes equipados con cuerdas fijas hacia la Sala Manuel Iradier. Una vez allí y con brújula en mano nos dirigimos hacia el Sur-Oeste en una rampa que nos deja en una sala repleta de barro. La atravesamos y llegamos a la Sala Aranzadi (-352m), repleta de bellísimas formaciones.

Sala Aranzadi (-352m).

Grupo en la Sala Aranzadi.

Tras disfrutar de la hermosa sala y tomar varias fotografías regresamos a la Sala M. Iradier, para desde ésta acceder a la sala del sifón terminal o Sala G.U.M. no sin tener algunos problemas y dar varias vueltas buscando la sala. 

Excéntricas en forma de cristal.  

Caprichosas formaciones.

Una vez encontrado el camino y superado el último resalte instalado en fijo llegamos a una preciosa sala con grandes estalagmitas y desde aquí accedemos a la Sala del Sifón Terminal, donde tras la foto de rigor emprendemos el duro camino de vuelta hacia la superficie, puesto que estamos a 355 metros de profundidad.

Antesala del Sifón Terminal.

Curiosa formación que nos recuerda a un águila en la Sala del Sifón Terminal.

Sifón Terminal.

El recorrido consiste en un pozo de 152 metros y enormes rampas y resaltes que superan 203 metros más, lo que nos ha costado 12 horas de intensa actividad.

Fotos realizadas por Ferrán, Gila y Alberto.