1. Galería del
agujero soplador.
El
pasado puente de San José nos subimos a Cantabria para realizar esta
clasiquísima travesía subterránea. La intención era formar un grupo con
espeleólogos que no conociesen la travesía, realizarla en autónomo y sin
combinación de vehículos.
Nuestra
duda era si podríamos llegar a la sima del Cueto con la nieve que cayó durante
las semanas anteriores, pero desde Cantabria nos informaron que las fuertes
rachas de viento habían limpiado de nieve hasta la cota 1000, que es donde se
abre la sima. Aun así, la noche anterior siguió lloviendo y nevando en las
zonas altas.
Al
despertarnos contemplamos que había nevado esa noche, y además seguía
lloviendo. Pero ya que estábamos allí preparamos los petates y probamos de
subir hacia la sima del Cueto, a ver que nos encontrábamos…
2. Accediendo a la
sima del Cueto y dejando atrás Socueva.
El
equipo estaba compuesto por los hermanos Luis y Joaquín Almela. Dejamos el
vehículo en el aparcamiento de Coventosa. A las 9:10 de la mañana del domingo
18 de marzo comenzábamos la actividad. Partíamos hacia la sima del Cueto bajo
una persistente llovizna. De camino pasamos por Coventosa para montar el pocete
de 10 m. para la salida. A las 9:40 am. salíamos de Coventosa y continuábamos
hacia Socueva, siempre acompañados por la lluvia. De Socueva (que pasamos a las
10:10 am.) continuamos por el antiguo ascenso hacia la sima del Cueto, y a
mitad subida ceso la lluvia por unos momentos.
3. La segunda parte del
acceso fue sobre nieve y nevando.
Al
abandonar la pista y tomar el sendero que parte hacia la sima del Cueto la
nieve empezó a acompañar nuestros pasos. Y a los pocos minutos comenzó a nevar.
Cada vez nevaba mas y la capa de nieve era mayor, ya íbamos calados con la
lluvia que nos había acompañado en la primera parte del acceso. No obstante
continuamos adelante sin dudar. En las proximidades de la sima del Cueto la
capa de nieve superaba los 30 cm. de espesor, el paraje era precioso.
A
las 11:45 am. llegamos a la sima y nos refugiamos de la nevada en el interior
mientras nos equipábamos y comíamos algo ligero. Nos había costado 2 h. 35 m.
montar la cuerda de salida en Coventosa y acceder desde Val de Asón a la sima
del Cueto.
4. Llegando a la boca
de la sima del Cueto.
A
las 12:00 nos anclábamos al pasamanos del pozo Juhué para comenzar su
instalación y con ello la travesía. El pozo tiene una buena magnitud y presenta
una sección casi circular. Está dividido en 8 rapeles que no superan los 50 m.
por lo que llevábamos un 50, otro 60 y un retal de 10 m. Fuimos descendiendo
hasta la repisa de -196 m., estando la instalación muy bien.
5. En la boca de la
sima del Cueto.
El
6º rapel posee un desviador en su inicio, no obstante se salva bien. Pero el 7º
rapel para mi gusto presenta demasiado roces y también algunas aristas feas.
Aquí al recuperar la cuerda, se nos quedo enganchada, intentamos desengancharla
pero no hubo manera. En ningún momento dudamos de cómo actuar, y la
tranquilidad con que realizamos las siguientes maniobras fue sorprendente. Al
observar que habíamos recuperado unos 20 m. de la cuerda enganchada, que era de
60, instintivamente sumamos todos los metros de los que disponíamos 50 + 20 +
10 = 80 m. Con esto y un cordino de 5 m. que llevaba Joaquín y alguna cinta que
llevaba Luis podríamos recuperar justitos todos los pozos que nos quedaban, ya
que el más largo era de 42 m. Así que procedimos a cortar la cuerda enganchada
intentando llevarnos los máximos metros posible y… a seguir con la travesía.
6. Galería del
Chicarrón.
A
las 1:50 pm. estábamos en la base del pozo de 302 m. El cual encontramos
bastante seco, tan solo había algo de goteo en su parte final. El siguiente
pozo, que suele ser conflictivo para recuperar cuerdas, estaba en fijo, lo que
supuso un alivio. Tras el Juhué, de los 12 pozos que hay hasta el fondo de la
sima tan solo encontramos 2 que no estaban en fijo. Pero uno de ellos era el
pozo de la Muleta de 46 m. No era necesario descenderlo hasta su base, ya que a
-40 aprox. se pendulea hacia una ventana. Aquí nos llegaron justas las cuerdas
para recuperar. El otro pozo que tuvimos que montar en doble es el último, de
20 m. Los últimos pozos también presentaban algo de goteo.
7. Bellas formaciones
yesiferas en el cañón.
A
las 3:10 pm. estábamos en la base de los pozos, en plenas galerías del Cueto.
Como todavía estábamos algo mojados del acceso a la boca, tan solo paramos 5
min. a hacer un trago. Los conductos que recorrimos a continuación son de
grandísima magnitud: galería Juhué, sala de las once horas, la gran pedrera,
galería del chicarrón y el cañón. Caminamos por entre grandes bloques sin más,
pero salvando bastante desnivel, siempre cuesta arriba y cuesta abajo. Un poco
antes de llegar al Oasis, como ya empezábamos a sudar y a secarnos, paramos
unos 25 min. a comer.
8. Pasamanos en la
galería de la Navidad.
Continuamos
por enormes galerías hasta alcanzar el pozo navidad, que da paso a la galería
del mismo nombre. Aquí entramos al sector intermedio, que presenta galerías de
más reducidas dimensiones, pero cómodas y por las que mayormente avanzamos
caminando. La galería navidad presenta muchas formaciones y bellas galerías
freáticas. A continuación avanzamos por la galería de los artistas y el
espeleodromo, también de rápido avance y de bonito porte. Así llegamos al
pasamanos del pozo de la unión a las 6:25 de la tarde. Este punto es
considerado el ecuador de la travesía.
9. Espectaculares
formaciones en la galería de la Navidad.
10. Tubos freáticos
en la galería de la Navidad.
El
sector intermedio es caluroso, sobre todo si se avanza a buen ritmo, y las
gotas de sudor nos corrían por doquier. Joaquín fue más previsor a la hora de
elegir la ropa y opto por dejarse el mono interior en casa y llevar unas mallas
y camiseta térmica, elección que agradeció en este cálido sector. En el pozo de
la unión, tras una parada a comer una barrita, echar un trago y de paso sofocar
los calores, continuamos por la galería de las pequeñas inglesas, donde ya
aparecen más pasos físicos y las galerías presentan unas secciones más
reducidas.
11. Galería de las
pequeñas inglesas.
Más
adelante pasamos junto al pozo Josiane, por el que caía un buen chorro de agua
que le daba un pomposo aspecto. A continuación venia la galería de los
veraneantes, con pasos físicos y algunas zonas más estrechas. Un poco de acción
que nos hizo salir de la monotonía. Justo antes de alcanzar la sala de la
turbina paramos de nuevo unos 25 min. a comer y a sofocar los calores. Al
continuar superamos cuatro divertidas estrecheces y llegamos al estrecho pozo
del agujero soplador. Eran las 8:00 de la tarde cuando alcanzamos su base.
12. Luis en la galería
del agujero soplador.
En
este punto se abre una galería muy concrecionada que merece ser visitada, por
lo que abandonamos las sacas y saliendo del recorrido de la travesía, recorrimos
la galería cámara en mano para tomar unas bonitas fotos. Al continuar por la
galería del agujero soplador las dimensiones de los conductos aumentan
considerablemente, también corren cascadas por doquier señal de que en el
exterior ha continuado lloviendo. Estamos cerca del colector de Coventosa.
13. Curiosa ducha en
la galería del agujero soplador.
Enseguida
superamos el lago de la tirolina, que es precioso, avanzamos algo más por una
buena galería y nos topamos con un pozo de 11 m. que precede a los lagos de
Coventosa. A las 8:35 pm. estamos ante el 3º lago (el 1º en el sentido de la
travesía). Nos ponemos el neopreno e hinchamos nuestros flotadores y a las 9:10
pm. comenzamos a navegar. Los lagos y el rio de Coventosa están muy cargados,
pues ha sido un invierno muy lluvioso en la zona. El 2º y el 1º lago están
unidos, y en la zona de las marmitas el rio lleva mucha corriente. Vemos
aportes por todos lados, está precioso el cañón de Coventosa.
14. Superando los
lagos de Coventosa.
15. En el cañón de
Coventosa.
Tras
superar la zona activa, remontamos a las grandes galerías fósiles de Coventosa
y en un momento ya se huele a exterior. A las 10:50 pm. salimos por la gran
boca de Coventosa, tras 10 h. 50 min. bajo tierra, concluyendo una bonita
travesía, pero no tan exigente como afamada. A las 11:00 de la noche estamos ya
en el coche. Ahora una buena cena nos espera.
16. El equipazo en la
boca de Coventosa.
El
lunes todavía visitamos la Cueva de la Cayuela, la cual estaba muy activa. De
nuevo tuvimos un acceso pasado por agua. En el interior también había mucha
agua. Por ejemplo el pozo del arco estaba regado por una cascada. Las grandes
galerías de Cayuela nunca dejan indiferente. Y al salir de la cavidad nos
sorprendió una copiosa nevada.
17. Galería de
entrada a la Cueva de la Cayuela