El sábado 25 de
agosto, Alexis llega a Arredondo, y se une a Lucia, Alberto, Gila y Héctor, que
llevan unos días allí.
1. Equipo al completo antes de entrar en la Cueva de la Gándara. |
Entramos por la cueva de la Gándara, al llegar al
pasamanos de la Vira del Oso descendemos por el pozo del Oso (P49), llegando a la
galería de los Tentáculos, de enormes dimensiones por la cual progresamos en
dirección oeste pasando enfrente de una bonita cascada. Nos mantenemos pegados
a la pared izquierda de esta gran galería hasta llegar a una gatera descendente
que desemboca en un laminador de unos 30 metros, algo estrecho, y llegamos a la
galería de los Menires. Nos dirigimos en dirección este. Justo antes del final
de esta sala, a nuestra derecha, comienza una trepada entre grandes bloques que
nos lleva a la parte alta de la sala del colector del Gándara. Desde este punto
descendemos entre grandes bloques siguiendo un camino de hitos hasta llegar al
río.
2. Detalle de bonitas formaciones del interior de la Cueva de la Gándara. |
Buscamos la conexión con la sala del Ángel por el río de los Tulipames que
parece lo más evidente, puesto que de este acceso no hay descripción y tan sólo
tenemos la topografía, con poco detalle. Para nuestra decepción el camino se
vuelve estrecho y muy revuelto, por lo que decidimos regresar a la sala del
río, donde comemos y emprendemos el camino hacia el exterior sobre nuestros
pasos.
El domingo 26 de
agosto, Alexis, Juanito (del Espelo-Polaris Burgos), Bea (del grupo de
espeleología Niphargus), Lucia, Alberto, Gila y Héctor visitan la sima Txomin
IV, en Sangrices (Vizcaya, País Vasco).
Nuestro nuevo
compañero, Juanito, nos invita a descender hasta la sala blanca de la Txomin
IV, ya que la tenían instalada para realizar un reportaje fotográfico.
3. Foto de grupo antes de entrar a la Sima Txomin IV. |
Nos adentramos por
las galerías de la bocamina del Cuco recorriendo sus galerías, y en poco más de
10 minutos llegamos a un tubo ascendente que desemboca en un enorme volumen, el
Soplao IV de la mina Txomin. En este punto comienza un pasamanos sobre la
cabecera de un descomunal P235. Al final de este pasamanos descendemos un P20,
tras el cual tomamos una rampa que desemboca en el extraordinario P110. Este
pozo es de gran belleza por sus enormes dimensiones, y es muy sencillo
progresar por él ya que está muy fraccionado.
Una vez en la base
del pozo nos acercamos a ver el P235 desde nuestro nivel, al que aún le quedan
un centenar de metros para llegar a su base.
En dirección
contraria, buscamos la conexión a la sala Blanca mediante un P18 y algunos
pasos un tanto estrechos. Una vez pasados estos puntos estrechos aparecen ante
nosotros formaciones de color blanco, y tras un pequeño resalte nos aparece una
enorme sala de gran belleza. Recorremos esta sala observando todos sus
rincones, pero siguiendo las huellas de nuestros compañeros anteriores, puesto
que si cada uno progresa por donde quiere con los pies llenos de barro, tardará
poco tiempo en dejar de ser la Sala Blanca, cosa en la que nuestra compañera
Bea hizo mucho hincapié.
4. Formaciones en el interior de la Sima Txomin IV. |
Después de comer y
tomar muchísimas fotografías, emprendemos el duro camino de vuelta ascendiendo
los 174 metros que nos separan del exterior.
El lunes 27 de
agosto, Alexis, Alberto y Gila visitan la cueva de Calígrafos, para reconocer
una parte del a travesía Calígrafos-Gándara. Desde Arredondo, cruzamos el
portillo de la Sía, y al llegar a lo alto del portillo de Lunada cogemos una
senda por la que atravesamos el collado de Bustalviente, descendemos por la
cara norte hasta encontrar unas sendas de animales poco marcadas que, más o menos,
nos llevan hasta este gran abrigo en el que se encuentra la boca de la cavidad.
5. Larga gatera de Calígrafos. |
Comenzamos un
sinuoso camino, que no es otra cosa que una gatera en rampa con suelo de barro
de casi 2 km, en la que en muy pocos lugares te puedes incorporar o poner de
pie, de aquí su nombre, galería del Lagarto.
6. Rincones bellos de Calígrafos. |
Llegamos por este
tubo hasta una sala en al que la topografía marca un R4 y debería haber una
cuerda, pero no la encontramos, y tan sólo Gila lo desciende. A partir de este
punto emprendemos el tortuoso camino por una gatera ascendiendo unos 300 metros
de desnivel.
7. Precioso mar de nubes con el que nos deleitamos al salir de Calígrafos. |
El martes 28 Alexis,
Carolina, Alberto, Gila, Héctor, Lucia, Mike y Carlos, acompañados de Juanito y
Natalia, guía conservadora de Beloaventura, visitamos la cueva Fuente molinos,
en Puras de Villafranca (Burgos).
Como la cueva está
repleta de formaciones y el agua del río que hay en su interior se recoge para
consumo humano, la cavidad está regulada por la empresa Beloaventura, por lo
que hay que ponerse en contacto con ellos para visitarla.
Nosotros
emprendemos camino bien temprano desde Arredondo, aunque el camino es largo,
todos pensamos que vale la pena recorrer el trayecto por ver los tesoros que
nos esperan. Nos unimos a Juanito en Burgos y a Natalia en Belorado.
Una vez llegamos,
nos muestran el museo minero que hay y nos prestan botas de agua, muy
prácticas, puesto que en esta cueva de conglomerado calizo discurre un río
subterráneo de 1800 metros.
La entrada a la
cavidad es una pequeña gatera de unos 7 metros, que nos deja en una amplia sala
con una cascada, la cual sorteamos mediante un pasamanos. Y entramos en un
pequeño túnel denominado Tubo de los Concejales, donde nos damos cuenta de la importancia
de las botas de agua. Al final de éste, nos encontramos en una amplia galería
con el suelo de canto rodado y el pequeño riachuelo corriendo a nuestros pies.
8. Foto de grupo en el río de Fuente molinos. |
En esta cavidad se
hacen visitas guiadas a gente sin experiencia solo de la parte más fácil, pero
hoy, dado que somos un grupo de espeleólogos, vamos a ver la cavidad al
completo.
Seguimos río arriba
por una cómoda galería, observando alguna curiosa formación, hasta que nos
encontramos una cuerda fija que baja de una zona alta del techo, Natalia nos
explica que es por donde bajaremos al finalizar toda la visita. Seguimos por el
río hasta llegar a un caos de bloques por donde se puede subir por una cuerda
hasta el primer piso, pero no sin antes acabar de mirar todo el nivel del río,
pues al pasar entre los bloques, aún queda mucho nivel inferior por recorrer. Pero
poco a poco esta galería del nivel inferior se va haciendo más pequeña
dificultando el paso, hasta que el río se sifona.
Ya visto todo el
nivel inferior, volvemos a la cuerda para comenzar la ascensión. Llegamos a un
nivel intermedio, en el que progresamos por un pasamanos, pues hay muchos
desfondamientos por los que caeríamos al río, ya que este nivel se comunica con
el inferior en varios puntos. A mitad del recorrido de este segundo piso,
llegamos a una galería fósil, en la que observamos un enorme gour, ahora seco.
Continuando por el pasamanos entre muchísimas formaciones, llegamos a otra
cuerda ascendente, la cual nos lleva al tercer y más espectacular nivel debido
a la cantidad de formaciones que alberga.
9. Tercer nivel de Fuente molinos. |
Ya en el tercer
nivel, llegamos, a través de formaciones y pasamanos, a una sala, en la que los
chicos de BeloAventura, tienen montado un vivac. Decidimos comer y tomar algo
calentito, pues es una cavidad muy húmeda y fría. Desde esta sala accedemos, ya
sin equipo, a través de una ventanita a otra sala que parece de otro mundo.
Recorremos una larguísima galería, dos niveles por encima del río, llena de
lagos, coladas, paredes repletas de aragonitos blancos.
10. Lago en el tercer nivel de Fuente molinos. |
Toda esta zona está
balizada, pues todo es blanco y sumamente delicado. Nuestro camino se acaba al
llegar a una enorme colada que cierra por completo la cavidad.
Después de recorrer
la cueva al completo y observar su infinidad de formaciones, buscamos el punto
en el que está montada la primera cuerda que vimos al entrar y descendemos en
un momento hasta el río, a pocos metros de la salida de este maravilloso lugar.
El miércoles 29, después
de debatir la actividad del día, decidimos realizar la travesía Vallina – Nospotentra,
ya que somos un grupo muy numeroso para afrontar cavidades más técnicas. Por lo
que nos dirigimos hacia e parking intermedio de las dos bocas de esta conocida
cavidad.
El grupo está
formado por Alexis, Carolina, Alberto, Gila, Héctor, Lucia, Mike y Carlos.
Después de unos días
de fina lluvia intermitente, nos es grata la sorpresa de encontrar la gatera de
entrada completamente seca, ya que cuando llueve se inunda y ha de vaciarse con
una garrafa y una esponja que hay in situ.
11. Gatera de entrada a Cueva Vallina. |
Tras descender el
primer pozo nos damos cuenta que nos cuesta más de una hora reagruparnos en la
base de este pequeño P20.
Continuamos por la Galería
Vallina, observando todos los pequeños rincones, hasta llegar a la zona de conexión
con las galerías inferiores. Antes de bajar, recorremos la gran Galería del Túnel,
de un tamaño espectacular, recubierta en gran parte de fósiles y el suelo de
arena.
Volviendo al punto
de conexión, bajamos unas rampas hasta situarnos en la cabecera del P30 (12+18),
donde Héctor es el primero en descender. Una vez todos abajo y habiendo
recuperado la cuerda, seguimos por la Galería de la Unió, que tiene forma de
tubo.
11. Gatera de entrada a Cueva Vallina. |
Llegamos a un punto donde a nuestra derecha (sureste) aparece una maraña
de pequeños pasillos que recorremos, sin llegar a ningún sitio concreto.
Seguimos por el tubo hasta la sala que pincha el techo de la red de
Nospotentrar, accediendo por un pequeño resalte y un P13. En esta pequeña
salita comemos y emprendemos el camino hasta el exterior a través de la pequeña
boca de Nospotentrar, habiendo realizado esta corta pero bonita travesía, que
para mí tiene un valor especial, pues fue mi primera cueva en Cantabria.
13. Equipo a la salida de la travesía Vallina-Noespotentrar. |
El jueves 30 de
agosto volvemos a la provincia de Burgos, pero en esta ocasión nos acercamos a la
localidad de Leva para visitar la fabulosa sima de Covanegra. También es
Juanito el que nos convence para visitarla, y después de verla, nos damos
cuenta que ha sido una buena decisión.
Quedamos con
Juanito y después de un buen café nos dirigimos a la gran boca de esta cavidad,
donde unos vecinos de la zona, observan muy atentos como Juanito, Alexis y
Carolina instalan tres vías para bajar el volado de 30 metros de esta curiosa
bóveda, con sus altas paredes recubiertas de un frondoso musgo.
El grupo está formado por Alexis, Carolina, Alberto, Gila, Héctor, Lucia, Mike, Carlos y Juanito.
14. Sala Niphargus en Covanegra. |
Comenzamos nuestra
visita desde la Sala Niphargus hacia el ramal oeste, más corto, pero con una
gran cantidad de formaciones sobre todo en la sala final. Avanzamos por la
enorme galería, donde tras unas trepadas y destrepadas por grandes bloques,
llegamos a un pequeño pozo en rampa que baja por una colada, dejándonos en una
preciosa sala repleta de formaciones.
Volvemos a la Sala
Niphargus, y después de pegar un bocado en la base del pozo, impresionados por
el cañón de luz que entra desde el exterior iluminando la pared de la cavidad,
nos dirigimos hacia el sector este para adentrarnos en la Galería de las Hadas,
donde nuestros ojos no saben hacia qué lugar mirar, pues todo lo que vemos,
sala tras sala, es de una majestuosa belleza. Llegamos a la última sala, donde
por desgracia, hay gran cantidad de pintadas.
Volviendo al punto
de conexión de la Galería de las Hadas con la galería principal, continuamos por
un ramal paralelo al de la Galería de las Hadas hasta que comienza un pasamanos
de aproximación a un pocete. Tras este pozo atravesamos varias salas equipadas con
cuerdas fijas, y llegamos a un punto donde nos aparece una pequeña sala, llena
de pequeñas esculturas de barro, como si de un museo se tratase.
15. Ampliando el museo de figuras de barro de Covanegra. |
Desde esta
sala bajamos el último pozo (El Balcón) y desde su base continuamos hacia el noreste
y tras pasar un laminador llegamos al paso del paritorio, una pequeña grieta
colgada entre dos coladas con un peculiar aspecto. Es bastante limitante, por
lo que hay que quitarse los aparatos para pasar, no sin problemas. Una vez
dentro, ya sólo parte del grupo, terminamos de visitar el resto de esta
grandiosa cavidad. Y desde este punto comenzamos el largo camino que queda
hasta el exterior.
16. Formaciones de Covanegra. |
El viernes 31 de
agosto, tras la partida de varios compañeros que regresan a casa, Alexis,
Carolina, Gila, Mike y Carlos realizan la travesía Crucero-Calaca, acercándonos
a reconocer un tramo de la travesía Mazo Chico-Calaca.
Es una pequeña
travesía, pero no por ello menos espectacular.
Nos dirigimos al
municipio de Astrana, ya bastante conocido por nuestro grupo, y siguiendo la
pista que sube entre los dos mazos, Grande y Chico, llegamos al parking.
Alexis acompañado
de Gila, se dirige a la boca del Mortero de Calaca, para instalar la salida de
la travesía. Montamos una cabecera y nos servimos de dos grandes hayas, para
montar un pasamanos de aproximación y la cabecera del P27.
Seguidamente nos
dirigimos, ya todo el grupo, a la boca del Mortero del Crucero.
Esta tiene una
delicada aproximación, sin asegurar, pues todo lo de nuestro alrededor es una
dolina de tierra recubierta de helechos. Una vez montada la cabecera, descendemos
el primer P15, que nos deja en una repisa, con un agujero a nuestros pies, por
el que continuamos el descenso. Comienza el segundo P15, el cual nos toca
instalarlo a base de naturales y desviadores.
Una vez todos en la
base del pozo, decidimos visitar la zona de conexión con la sima de Mazo Chico,
para reconocer parte del camino en una futura visita. Avanzamos en dirección
sur por el rio Cruceros, que tiene muy poco caudal, pero habrá que tener en
cuenta que dependiendo de la carga que lleve en épocas de lluvia, en algún paso
puedes verte obligado a mojarte. Continuamos hasta un punto, en dirección
sureste, donde parece que se termina el recorrido, pero debemos continuar por
una pequeña gatera, que nos deja en el punto de conexión entre la Galería Fósil
y el río. Vamos primero río abajo, hasta llegar a una sala embarrada, donde el
río se precipita por una pequeña cascada. En este punto tenemos unas cuerdas
fijas, por las que sólo Carlos y Mike bajan, volviendo a encontrar el curso del
río.
Volviendo atrás
sobre nuestros pasos, Alexis y Carolina visitan la Galería Fósil, de largo
recorrido pero sin nada significativo.
Una vez en la base
del Mortero del Crucero, continuamos el camino hacia la Sima Calaca,
atravesando un gran caos de bloques entre estrechos pasos, y llegando a una
gran sala en rampa, que es donde conecta el pequeño pozo del Crucero del
Polaco. En esta sala nos cuesta un poco encontrar la continuación, pues la
cuerda fija que nos lleva hacia el meandro del Caribe, está prácticamente
escondida. Tenemos el detalle de hacer un par de hitos para llegar a la base de
la cuerda.
Una vez ascendida ésta,
se presenta ante nosotros un meandro desfondado, con algún pasamanos y varios
resaltes, que nos lleva, no sin exigirnos bastante, hasta la zona del
Hundimiento, donde decidimos comer. Mientras preparamos algo caliente, Gila y
Carolina visitan el sector sureste de esta zona.
17. Zona del Hundimiento (sector sureste) de Crucero-Calaca. |
Después de comer,
continuamos nuestro camino hacia el noroeste, buscando el Río Negro, para así
evitar meternos sin darnos cuenta en la Sala del Gran Mogollonazo, pues la
describen como un gran laberinto de bloques. Una vez localizado el Río Negro,
buscamos el siguiente paso en dirección sur, pues el meandro del río lo
describen sumamente penoso. Llegamos a la Carbonera, donde en la zona más baja,
observamos " pendants ", curiosas formaciones en el techo de forma
redondeada. Casi al final de esta peculiar galería, observamos a nuestra
izquierda, en dirección este, el punto donde vuelve a conectar el meandro del
Río Negro.
En este punto,
visitamos la zona del Cangrejo, pero no todos, pues hay zonas muy estrechas.
Continuando hacia el Gran Mogollón, donde Gila y Carolina visitan parte de la
Sala Terrible, mientras el resto buscamos el camino para ascender entre los
enormes bloques que casi forman una pared.
18. Río de la Sala Terrible en Crucero-Calaca. |
Una vez reagrupados
y superado el Gran Mogollón, continuamos hacia la Galería de los Ciegos, sin
visitar la enorme Sala Tu Padre, pues este nombre nos da a entender que casi en
la salida, aquí vas y te pierdes. Llegamos a la
gran sala, en la base del P27, donde ya solo nos queda subir. Carlos es
el primero en salir, y en acudir a desinstalar el Mortero del Crucero
acompañado de Mike, mientras el resto del grupo salimos y desinstalamos esta
boca.
El sábado 1 de
septiembre, el pequeño grupo formado por Alexis, Carolina, Mike y Carlos
visitan la cueva Coventosa, ya como actividad de despedida.
Después de
equiparnos en la boca, acompañados de una familia extranjera con dos niños muy
pequeños, nos despedimos de ellos y nos adentramos por la enorme boca, llegando
al portal donde, como no, sopla un tremendo viento. Alexis instala el sencillo
P10, sobre una vía ya montada de otro grupo. Seguimos por la galería del Metro,
donde observamos muchas formaciones y un precioso balcón sobre el cañón que
forma el río. En esta zona tenemos serios problemas para encontrar la ventana
que nos conduce al R20, creando esto momentos de tensión, pues ya son muchos días
de actividad sin descanso.
Por lo que para
relajarnos un poco, cambiamos de idea, y en lugar de ir hacia los lagos, nos
vamos a ver la Sala de los Fantasmas, donde desconectamos del resto del mundo,
paseando entre cientos de formaciones que te miran desde todos los ángulos.
19. Sala de los Fantasmas en Coventosa. |
En esta preciosa
sala comemos, sentados, entre los fantasmas. Y llegados a este punto, tomamos
el camino hacia el exterior, dando ya por terminadas nuestras vacaciones de espeleología
en Arredondo, un lugar muy pintoresco por fuera y brutalmente espectacular por
dentro.
El domingo
realizamos el viaje de regreso a casa, algo cansados, pero muy satisfechos por
la cantidad de cavidades visitadas pero sobre todo por la espectacularidad de
ellas.