miércoles, 16 de noviembre de 2022

Espeleología bajo el glaciar Breiðamerkurjökull (Islandia).

 

Hablamos hace poco de Islandia y sus paisajes y formas de relieve relacionadas con su origen volcánico; presentando una de sus múltiples cavidades volcánicas: la Anarker Cave. Pues bien, otro de los exponentes de la salvaje naturaleza islandesa son sus glaciares. Y uno de ellos, el Vatnajökull, es el mayor glaciar de Europa en cuanto a volumen de hielo, con más de 3.000 km3. Y uno de los brazos o ríos de hielo que avanzan desde esta soberbia masa de hielo es el glaciar de Breiðamerkurjökull, donde hemos podido visitar una cavidad excavada dentro del propio glaciar.

 

Entrada a la cueva glaciar.

 

Los aparatos glaciares del Vatnajökull sorprenden a propios y extraños. Aquí vemos algunas imágenes de ellos.

Glaciar Fjallsjökull:

 

 

Glaciar Svinafellsjökull:

 

 

Glaciar Breiðamerkurjökull:

 

 

Además de visitar algunas de las lenguas glaciares que descienden del Vatnajökull, también disfrutamos remando entre los icebergs en una laguna glaciar. Y también pudimos contemplar la espectacular playa Breiðamerkursanður donde la arena negra se mezcla con los icebergs y con el rumor de las olas al romper en la orilla plagada de bloques de hielo.

Kayak en la laguna glaciar de Jökulsárlón:

 

Playa de Breiðamerkursanður:

 

Pero sin duda la más destacada experiencia, como espeleólogos que somos, fue la visita a una cavidad excavada en el interior del glaciar Breiðamerkurjökull.

 

Cueva dentro del glaciar de Breiðamerkurjökull (Foto: Lydie Babin).

 

Esta cavidad, como todas las cavidades asentadas en el interior de las masas de hielo, varía su morfología a lo largo de los años. La fusión del hielo crea grandes cantidades del líquido elemento, que con su circulación por el interior de la masa de hielo forma conductos y galerías.

 

El color del hielo nos deja helados.

 

Esta cavidad presentaba un curso activo que se mostraba agresivo en el momento de nuestra visita. Pero lo que más nos impacto fue las coloraciones que adopta el hielo que forma las paredes y techos de la gruta.

 

Espectaculares texturas del hielo que forma la cavidad.

 

El paseo de 200 m. por dentro del glaciar se detuvo ante un gran curso activo que ocupaba la totalidad de la amplia galería por donde discurría en busca del exterior. Sin duda alguna fue una experiencia única y extraordinaria.

 

Un potente rio transcurre por dentro de la gruta (Foto: Lydie Babin).

 

Otro fenómeno típico de estas latitudes, en esta ocasión meteorológico, del que pudimos disfrutar fueron las auroras boreales. La dama verde nos deleitó las noches islandesas.

 


Y como no las majestuosas cataratas que salpican la extensa orografía islandesa. Señal inequívoca de la gran cantidad de agua que existe en la isla.

Seljalandfoss:

 


Litlanesfoss:

 


Godafoss:

 

Mas relajado fue contemplar sus hermosas playas de arena negra provenientes de la erosión de los materiales basálticos que forman la isla.

Reynisfjara:

 


Dyrhóafjara:

 

Playa de Stokksnes:

 

También pudimos visitar las típicas iglesias islandesas con sus coloridos tejados. Estas pequeñas construcciones salpican los bonitos paisajes de la isla de fuego y hielo. Adornan los rincones donde se sitúan, complementando a los ya de por sí excelentes paisajes.

 

 

Otro atractivo arquitectónico son las casas con cubierta vegetal bien mimetizadas en el entorno. Hay un buen número de ellas por toda la isla.

 

 

Y si hablamos de Islandia no podemos dejar de nombrar a las ovejas que llenan sus prados.

 

 

También como fauna destacada pudimos ver algunos ejemplares de focas.

 

 

Y también en la capital Reykjavík, encontramos algunos de los edificios y monumentos más emblemáticos de este salvaje país.

Hallgrímskirkja, es como se denomina esta icónica catedral:

 

 

Una de las típicas calles de Reykjavík:

 

 

Monumento llamado "viajero del sol", junto al océano:

 

 

Una experiencia única la visita de este extraordinario país.