miércoles, 3 de diciembre de 2025

Soplao de Txomin IV (Bizkaia)

 

Sala blanca en el Soplao de Txomin IV.


Para terminar nuestro viaje a Cantabria - Bizkaia con buen sabor de boca, hicimos otra visita a una clásica. Esta no la conocía, y ya tocaba descubrir la famosa sala blanca. Lee, en cambio, ya había estado hace unos cuantos años y se llevo una pequeña decepción que luego comentamos.

Compartimos la actividad con los amigos del Espeleo Club Tortosa, que también andaban estos días por Cantabria. Por nuestra parte se unieron a nuestro grupo Suny y David del CMEX, además de los que ya llevábamos unos días: Joel, Lee, Mikel y Luis.

Joel en la Sala blanca.


Habíamos quedado que entraríamos nosotros hora y media antes que los compañeros del ECT para ir instalando y evitar tapones en el descenso de los pozos. Por otra parte ellos se encargarían de desinstalar los pozos, saliendo nuestro grupo primero.

La cavidad se abre dentro de una antigua explotación minera. A este tipo de cavidades naturales encontradas durante los trabajos de minería, en esta zona se les denomina "soplaos". Por tanto, por eso estamos ante el soplao de Txomin IV. En esta mina existen varios soplados más, por ello a este le corresponde el número IV.

Luis junto a un curiosa formación epifreática.


Primero tenemos que entrar en la mina y buscar la entrada al soplao número IV, porque existen unos cuantos más, todos ellos marcados con marcas de pintura. Hay muchas marcas en la mina que dan lugar a confusión, y la topografía que tenemos de la mina tampoco tiene mucho detalle, es más bien confusa. Aunque no cuesta mucho navegar por las galerías artificiales en busca del soplao IV.

Excelentes excéntricas blancas en la sala del mismo nombre.


Una vez en el soplao IV, nos presentamos a mitad de un ancho pozo decorado por grandes coladas, que en su día serian blancas, pero que se encuentra manchadas por sedimentos o por el polvo desprendido por las antiguas actividades extractivas. Por unas repisas, y mediante un largo pasamanos, o mejor dicho pasapies, llegamos a un primer pozo de una veintena de metros. En su base, una sala para esperar cómodamente da paso a la cabecera del gran pozo de 110 m. Pozo fraccionado que nos deja en una gran sala ocupada por material clástico, parte del cual esta constituido por escombro que ha sido lanzado desde las galerías de la mina.

Joel iniciando la instalación del pasamanos que da acceso a la zona natural.


En un extremo de la sala, donde las paredes ya comienzan a mostrar bellos espeleotemas blancos, como banderas y excéntricas, se abre un pequeño pozo de 15 m. En su base una serie de pasos estrechos y algunos resaltes intercalados por pequeñas salas, nos llevan a una gran sala: la Sala blanca. Este es el objetivo de la mayoría de las visitas a este soplao.

Luis dentro de un rincón sencillamente impresionante.


La sala presenta las paredes y techos recubiertos por espeleotemas blancos, entre los que destacan coladas, suelos estalagmíticos, excéntricas de gran tamaño, estalagmitas, espeleotemas epifreáticos y algún pequeño lago. Lo más destacado de la sala se sitúa en un extremo de esta, donde abundan las excéntricas de muy buen porte y con una alta densidad de ellas. Este rincón de la sala es un verdadero tesoro, donde las largas excéntricas van en todas direcciones formando una blanca maraña de calcita. Las fotos que acompañan este post hacen justicia a estos espectaculares espeleotemas blancos inmaculados.

Marc admirando la formación más característica de la Sala blanca


Alguna zona de la sala está balizada, aunque insuficiente, como podemos ver si observamos el suelo de la sala. Pues el suelo, que antaño era blanco, como nos recuerda Lee, ahora se haya cubierto por una capa de barro que le resta belleza al conjunto. Es una verdadera lástima la degradación de la sala, y sería una gran labor el cuidado balizado de la sala, así como la limpieza de sus zonas mas degradadas. A veces es necesario balizar nada más descubrir estos tesoros subterráneos para mantenerlos en su máximo esplendor para disfrute del colectivo espeleológico.

Luis junto a una blanquísima colada en un rincón de la Sala blanca.


Una vez deleitados por estos momentos en la sala blanca, volvemos sobre nuestros pasos y comenzamos a salir hacia el exterior. Los compañeros de Tortosa se quedan para desmontar y recoger las cuerdas.

Con esta guinda cerramos nuestro viaje a Euskadi - Cantabria de este verano.