martes, 7 de mayo de 2019

AVENC DE LA PENYA BLANCA (LLUCENA)

En el curso superior del riu Llucena, encontramos importantes escarpes rocosos a derecha e izquierda del cauce del río, más arriba del manantial que alimenta este importante dren, pues es uno de los pocos de la zona que mantiene un caudal constante. Más arriba de les Fonts, el cauce de esta "rambla" permanece seca gran parte del año, encontrando a su derecha alturas como el Cabeço Roig o les Roques Llises y a la izquierda, la Lloma Bernat. Entre estas cumbres y el lecho del riu Llucena existe un desnivel de más de 500 metros, donde encontramos importantes afloramientos de calizas cretácicas, con desniveles muy acusados.

Vista de las montañas ubicadas en esta zona
En uno de los barrancos que se le une por la derecha, el barranc de la Font de la Servera, encontramos el Avenc de la Penya Blanca. Se trata de una cavidad poco visitada debido a su acceso de más de una hora de ascenso. La formación de esta sima hay que buscarla en la evolución del barranco y en una importante fractura visible exteriormente, que se manifiesta en el margen derecho del barranco mediante un escarpe rocoso y en el izquierdo en una grieta en el cortado.

Ubicación de la cavidad, en el margen derecho del barranco. La entrada se indica con una flecha en negro, mientras que la diaclasa que corta tranversalmente el barranco en líneas discontinuas rojas.
La boca de la cavidad se abre a 18 metros del barranco extiendo un desnivel entre ambos de 9 metros. Esta entrada se abre entre unos bloques, siendo una pequeña grieta de poco más de 30 centímetros por la que hemos de penetrar. Existen otras grietas en las proximidades que posiblemente también conecten con la cabecera del pozo. Tras 1,5 metros de estrechez vertical, accedemos a la cabecera del pozo que forma la cavidad.

Boca del Avenc de la Penya Blanca

Punto donde la estrechez vertical alcanza la cabecera del pozo.
La cavidad consta de un pozo de disolución de 33 metros de desnivel, con unas dimensiones bastante regulares, adoptando una forma elíptica de 3,5 x 2 metros. Estas dimensiones se ven algo reducidas en la mitad inferior del pozo, donde los rellenos litoquímicos ocupan prácticamente todas las paredes del pozo. En la parte superior del pozo unas coladas y concreciones blanquecinas, debido a la descalcificación, ocupan la mitad de la sección del pozo. La otra parte del pozo queda desprovista de rellenos secundarios, encontrando la roca madre con formas de disolución típicas de estos pozos verticales. También acompañan hasta la cota de -16 metros algunas pequeñas raíces de la vegetación exterior. 


Vista del pozo desde la cota -10 metros hacia abajo. En la parte izquierda se aprecia la colada blanquecina con raíces y la derecha la roca madre con formas sinuosas producto de la disolución (sección d de la topografía).

Topografía de la cavidad.
En la base del pozo se aprecian algunas señales de circulación, con finos sedientos que arrastrará el agua y que mediante alguna pérdida del barranco se introducirán en la cavidad. En el macizo de Penyagolosa, no muy lejos de esta cavidad, encontramos algunas cavidades similares a ésta, donde el acceso a estos pozos de disolución se realiza mediante entradas estrechas y en muchos casos asociadas a cauces de barrancos. esto ocurre por ejemplo en el Avenc del Camí d'Amargura, Avenc del mas de les Pomeres, Avenc de la Carrascosa, Avenc de l'Espino, Avencs Tapats, etc. 

Se trata de pozos sin continuidad en su parte inferior, cuya explicación se ha venido realizando mediante la "teoría de la erosión inversa", propuesta por el espeleológo italiano Walter Maucci, en los años 50. Generalmente están formados por husos verticales que en su fase juvenil o embrionaria no conectan con la superficie. Su formación es producida por filtraciones exteriores que saturan la capa más superficial del karst (el epikarst), y van generando mayores volúmenes a favor de grandes discontinuidades, justo por debajo del esta capa más superficial. En fases posteriores, la evolución del pozo finaliza en la apertura al exterior. En el Avenc de la Penya Blanca el espesor entre la cabecera del pozo y el exterior es muy escaso, por lo que la siguiente fase en la evolución normal de la cavidad, sería el colapso de las rocas que cubren el pozo y apertura de una boca de dimensiones mayores. La separación tanto en desnivel como en distancia del cercano barranco nos indican que nos encontramos ante una fenómeno fósil, a pesar de que en periodos concretos de precipitaciones la cavidad pueda absorber cierto caudal e inundarse su parte inferior.