Sima de Covanegra.
La pasada semana, invitados por
el amigo Bruno y los compañeros del club Niphargus de Burgos, realizamos una
estancia de 4 días en Burgos para visitar algunas de sus cavidades más
emblemáticas.
Zoraida y Luis de Castellón,
junto con compañeros de Niphargus realizamos las siguientes visitas
espeleológicas:
Miércoles 21: Travesía a la cueva del Agua de Basconcillos.
Galería del
Anticlinal.
En esta visita vespertina participamos:
Bruno, Lorena, Rodro, Lorenzo, Mariajo, África y Alba de Niphargus y, Zoraida y
Luis del Espeleo Club Castelló. Lorenzo nos guio por un recorrido por las
partes más interesantes de la cavidad deleitándonos con unas magnificas
explicaciones tanto sobre el exokarst como en el interior de la red subterránea.
Iniciamos la visita en el
exterior de la hoya de los caracoles, donde nos acercamos al magnífico puente
de roca desde el que nos asomamos al circo que se forma en la resurgencia del
sistema. En este lugar el rio que discurre por las galerías de la cavidad surge
por la cueva de los Moros dando vida al Rio Rudrón. Esta tercera boca del
sistema fue conectada en 2016 por espeleobuceadores de la CEFME.
Luego bajamos a la hoya de los
caracoles para entrar al sistema por esta boca, situada al extremo oeste de la
citada hoya. Desde aquí por un paso estrecho entre piedras accedemos a la
galería de las dunas. Esta presenta el suelo de barro y arenas, con unas
dimensiones muy grandes y con el techo plano que deja ver el estrato donde se
ha formado la cavidad.
Desde aquí accedemos primeramente
a la galería Anticlinal y al inicio de las zonas inundadas que nos llevarían a
los sifones que conectan con la resurgencia. Pero esta última zona no la
visitaremos ya que para ello tendríamos que meternos de lleno en el agua. Es
destacable el tramo de galería donde se aprecia claramente el anticlinal que da
nombre a la galería.
El cañón.
Volviendo a la galería de las
dunas, tomaremos ahora unos conductos estrechos que nos llevan por un nivel
superior hasta el cañón, superando de esta manera una zona con aguas profundas.
Una vez en el cañón avanzaremos remontando por una galería activa, con la
presencia constante del rio, los techos a gran altura y el suelo cubierto por cantos
rodados de origen alóctono.
Más adelante alcanzamos la
galería Mundilla, donde el rio se pierde. Aquí las galerías presentan buen
porte, pero los techos presentan menos altura que el tramo anterior. Finalmente
alcanzamos la sala Basconcillos, por donde alcanzamos el espectacular circo
exterior, por donde el rio Mundilla se sume en las profundidades de la gruta
que con su paso ha ido formando.
Esta se trata de una travesía de
nivel bajo, en la que invertimos 2 horas y media, pero que nos muestra una
cavidad de grandes dimensiones y con una morfología que nos dice mucho sobre su
pasado y su formación. Su desarrollo es de 3.355 m.
Galería Mundilla.
Jueves 22: La Torquilla de Urrez.
Se trata de una cavidad cercana a
la capital burgalesa, con un buen recorrido, un rio en su interior, y salas y
galerías de buen volumen; aunque no es una cavidad que cuente con muchos
ejemplos de bellos espeleotemas e interesantes formas kársticas.
En la visita participamos Bruno
de Niphargus, Jose Cruañes del Hinneni, y Zoraida y Luis del Espeleo Club
Castelló.
Sala de la Música.
La cavidad se inicia por un pozo
de 18 m. que nos deja en la primera sala de buen tamaño. Esta sala da paso a
otra con fuerte inclinación. En su fondo se abre una zona de meandros con varias
ramificaciones. Una de ellas, la que parte más a la derecha, nos lleva a un par
de salas muy decoradas por formaciones. Se trata de la sala de la música, la
única de la cavidad que se presenta adornada por bonitos espeleotemas.
Pero para continuar hacia el
resto de la cavidad, en la zona de meandro deberemos tomar el ramal izquierdo.
Este nos lleva por una serie de estrechos meandros desfondados, teniendo que
salvar tramos en oposición, gateras y algunos resaltes; uno de ellos equipado
con una escalerilla de cadenas. Es la zona más dura y más perdedora de la
cavidad, pero nosotros teníamos en Bruno un buen guía y conocedor de la
cavidad.
Galería activa en la
Torquilla.
Tras esta zona más sinuosa
alcanzamos de nuevo las grandes salas con paredes y techos muy descompuestos y
con el fenómeno clástico muy bien representado, y también encontramos grandes
acumulaciones de materiales alóctonos que tras ser re-excavados formaron
curiosas terrazas; algunas de ellas concrecionadas en una fase posterior.
Pasamos por la sala del murciélago, la cual visitamos hasta su extremo norte.
Volviendo sobre nuestros pasos buscamos en el suelo unos resaltes que nos
permiten alcanzar la galería activa sin necesidad de utilizar cuerda.
El conducto por donde discurre el
rio es de más modestas dimensiones. Más adelante se empieza a ensanchar
alcanzando primero la sala de la Cruz y más adelante la sala de la playa, donde
el rio ha dejado un tramo llano con acumulación de arenas. Pero desde aquí todavía
podemos avanzar un poco más hasta la sala Final, donde encontramos un
termómetro que nos indica que la temperatura de la cueva es de 11 ºC. Volvemos
sobre nuestros pasos, invirtiendo en realizar el recorrido por esta cavidad de
2.000 m. unas 3 horas.
En la sala de la
Música.
Viernes 23: Sima de Covanegra.
Esta es una emblemática cavidad
burgalesa donde se celebran muchos cursos de iniciación a la espeleología y
objeto de múltiples visitas por la belleza de sus galerías, así como su
magnífica sala de entrada con una vertical de 35 m. en volado.
Participamos de nuevo Bruno e
Irene de Niphargus y, Zoraida y Luis del Espeleo Club Castelló. La visita fue
de 5 horas, en la que tan solo visitamos una tercera parte de lo que constituye
esta sima de 2.100 m. de desarrollo.
Galería de las Hadas.
Descendimos el pozo de entrada
que nos deja en la gran sala Niphargus, adornada por grandes estalagmitas y
coladas tapizadas de musgos y líquenes. Tanto verdor perece que estemos
caminando por un bosque, tan solo falta que aparezca un gnomo entre las
estalagmitas. Nosotros optamos por visitar solo el ramal Este, ya que entramos
a media tarde.
Primero visitamos a la galería de
las hadas, a la cual se accede por una larga trepada entre coladas. Esta
galería está adornada con blancas estalactitas y estalagmitas, pero presenta el
techo bajo, por lo que el avance por ella es incomodo. De vuelta a la sala
Niphargus tomamos el ramal Este que nos lleva a la sala de la rampa, donde con
una cuerda de 40 m. salvaremos el desnivel que da nombre a la sala.
Resalte que une dos
de las salas.
A partir de aquí vamos avanzando
por diversas salas separadas por estrecheces. Todas las salas presentan un alto
grado de concrecionamiento, pudiendo disfrutar de la contemplación de bellas
formaciones como coladas, banderas, estalagmitas, estalactitas… muchas de ellas
con coloraciones rojizas y de tonos ocres. Más adelante alcanzamos la sala del
Museo, donde existe un verdadero museo de figuras de arcilla realizadas por
generaciones de espeleólogos que han pasado por este lugar. Allí, en el balcón,
que da paso a un pozo de 12 m., nos detuvimos y tras un ágape volvimos sobre
nuestros pasos.
Sala de la gran
colada.
Llegamos al exterior bien entrada
la noche y con el convencimiento de volver a esta cavidad para recorrerla
íntegramente.
El sábado tocaba volver a casa
tras estos días acompañados por nuestros anfitriones Bruno y Elena, y todos los
compañeros de Niphargus que nos han acompañado en estas peripecias
subterráneas. Desde aquí agradecemos su gran hospitalidad.