miércoles, 10 de julio de 2019

Travesía del Sistema del Alba (Valle de Benasque, Pirineo de Huesca)

 
Luis junto a una pared de mármol (Foto: Zoraida Conejos).

Un repentino cambio de planes a última hora nos impidió de nuevo descender a la Grallera de Guara. Y para algunos de nosotros ya van 2 intentos fallidos.
Nos adaptamos al nuevo plan, no sin pena por dejar pasar la ocasión de visitar la Grallera de Guara. Así pusimos rumbo a Benasque para acometer la clásica travesía al Sistema del Alba. En esta ocasión realizaríamos la travesía por la sala Noel Llopis Lladó, la segunda en orden de apertura.

 
Galería de “les Angunies” con sus clásicos mármoles.

Casualmente del grupo de cinco que éramos: Sarai y Vicente de la UEC Tortosa, Víctor del Espeleo Club Tortosa, y Zoraida y Luis del Espeleo Club Castelló; 3 de nosotros ya conocíamos la travesía. Hacia 5 años la realizaron Sarai y Vicente junto con sus compañeros de la UEC Tortosa: https://barrancs.uectortosa.cat/2014/07/travessa-de-lalba.html
Y Luis repetía también travesía 10 años menos 3 días después: http://cavitats-subterranies.blogspot.com/2009/09/sistema-del-alba-benasque.html?m=1

 
Acceso a la cavidad.

Para Víctor era la primera travesía pirenaica, y cargando un petate amigo aguanto como uno más. Para Zoraida también era la primera travesía en Pirineos y la primera mujer del Espeleo Club Castelló que realiza la travesía del Alba. El amigo Gila estuvo con nosotros pero no pudo entrar debido a un lesión de importancia.
Así, tras preparar el equipo emprendimos la marcha de aproximación de casi 600 m. de desnivel positivo.

 
Zoraida llegando al ibón de Alba.

Ya bien comidos, a las 3 de la tarde entramos en cavidad por el bujerín del Alba. Enseguida encontramos el primer pozo, de 32 m. A continuación un meandro nos lleva a la siguiente vertical, de 16 m. Tras esta llegamos a la porqueriza, antaño paso inundado con un nivel de agua que superaba la cintura. Ahora han re-excavado en suelo del meandro y tan solo nos mojamos los pies. Un pozo de 56 m., pero fraccionado y que puede descenderse en doble con 2 cuerdas de 40 m., nos deja en la galería activa.

 
Galería activa bajo el pozo de 56 m. (Foto: Vicente Barraquet).

Llegamos al rio. En este tramo la travesía discurre por una ancha galería repleta de material clástico de gran tamaño. Es curioso observar grandes bloques de granito. Se río va descendiendo formando cascadas y pequeños saltos. Es este tramo se forman algunas cascadas muy vistosas, dos de ellas las descendemos rapelando por su lateral derecho. Es uno de los lugares para recordar de este sistema.

Sarai descendiendo junto a una cascada (Foto: Vicente Barraquet).

Más adelante abandonamos el activo y nos introducimos en una galería fósil. Aquí aprovechamos para pegar bocado y quitarse los neoprenos los compañeros que lo llevaban. Porque Vicente y Luis optamos por entrar sin neopreno, ya que teóricamente tan solo teníamos que mojarnos en la Porqueriza; pero eso era antaño, ahora se puede acometer la travesía sin neopreno.

 
Galería de les Piques (Foto: Vicente Barraquet).

La galería fósil y descendente llamada "la escala fosca" nos llevara a la sala Maldita. Aquí es donde se divide la travesía clásica que pasa por la sala Roja, de la travesía que nosotros vamos a realizar que pasa por la sala Noel Llopis Lladó. Abandonamos la sala por su extremo NE por unos pasos estrechos y pronto llegamos a la galería desfondada, donde superamos unos largos y atléticos pasamanos. Al final de ellos un pozo de 14 m. nos deja en la galería de les piques. Esta galería es preciosa, adornada con múltiples gours, pero es una zona con mucha humedad. La galería termina en un pozo de 39 m. equipado con un rapel guiado. En su base existe una amplia sala con el suelo cubierto por el agua en gran parte de su superficie. Aquí paramos a comer.

 
Base del pozo de 39 m. (Foto: Vicente Barraquet).

La continuación es por una rampa con gours que desemboca en un pozo de 16 m., en cuya base entramos en la galería de las pisolitas. Esta también es muy bella. En ella caminaremos en varias ocasiones por dentro del agua, pero tan solo nos mojaremos los pies. En algún rincón de la galería encontramos grandes cristales blancos de extraordinaria belleza. La galería desemboca en la sala Noel Llopis Lladó por medio de un rapel guiado de 27 m. Este rapel es más espectacular que el anterior guiado de 39 m., ya que cruzamos gran parte de la sala.

 
Galería tras dejar atrás la sala Leonor.

El siguiente tramo de la travesía nos lleva por medio de un seguido de pozos de 27, 14, 2 y 4 m. y junto al activo hacia unos remontes y algunas rampas de barro que nos dejaran en un balcón de la sala Leonor. En esta sala existe otro de los rincones más especiales y sobrecogedores de toda la travesía: se trata de la cascada de 60 m. que cae por un lateral de esta alta sala.


Meandro esculpido con golpes de gubia sobre mármol.

La continuación hacia la cueva del Alba la haremos por un pozo de una treintena de metros y varias cómodas repisas. En su base entramos en la última zona de la travesía. Nos restaran unas 2 h. o 2 h. 30 m. hasta el exterior, pero este horario depende mucho del grupo. Como zonas equipadas tan sólo restan algunos cortos resaltes y unos pasamanos.

 
Galería de “les Angunies”

Pero este último tramo se puede hacer muy duro, pues los resaltes tanto ascendentes como descendentes, los pasos estrechos y el terreno inestable dificultan el avance. Pero encontramos, para mi gusto personal, la zona más bella del recorrido: las bonitas vetas que forma el mármol en las paredes del meandro dan un toque especial y característico a este sector de la cavidad. Pero acercándonos al exterior vuelven a aparecer algunos pasos físicos que si vamos mermados no nos harán disfrutar lo más mínimo, por algo este tramo se llama la "galería de les Angunies".
Tras 9 horas de travesía, a las 12 de la noche alcanzamos el exterior. Cansados y a la vez satisfechos. Ahora nos espera una buena cena y un descanso.

 
Foto de grupo a la salida de la travesía.