lunes, 4 de junio de 2018

Avenc de La Balaguera (la Pobla Tornesa)


A finales de marzo, el día 29, conseguimos juntar un grupo de espeleólogos del ECC para estudiar un agujero que se encuentra en la Pobla Tornesa, a los pies de la colina La Balaguera, en la partida del mismo nombre, cerca de los bancales de Candideta.
El equipo de este día está constituido por Ferrán, Alexis, Carolina, Inés, Gilabert y Quique.
El acceso a la boca es corto y cómodo porque se hace por un antiguo camino de herradura que daba paso a los bancales de la parte de arriba, hoy perdidos y ocupados por el pinar. En unos cinco minutos se llega desde el aparcamiento hasta la boca de la cavidad.

1.Topografía del Avenc de la Balaguera. 

A primera vista, nos encontramos una boca de 45x30cm que se abre en medio de una losa de piedra caliza y rodeando el agujero se aprecian depósitos de un material foráneo. Cuando nos asomamos al interior observamos una erosión que forma un tubo, lo que nos hace sospechar que tenemos delante una surgencia fósil. La profundidad es de apenas dos metros y el fondo está totalmente colmatado.

2. Boca de  la cavidad (antes de la desobstrucción). 

3. Interior de la cavidad que se veía justo tras la boca (antes de la desobstrucción).

Las perspectivas son buenas así que por parejas nos decidimos a desobstruir. En primer lugar entran Alexis y Gilabert, y empiezan la tarea de sacar piedra hasta llegar a -4m. Cada palmo profundizado nos da ánimos para continuar porque vamos viendo claramente como el tubo erosivo continúa y se hunde a nuestros pies. Damos un primer relevo y entran en la madriguera Ferrán y Quique. Continuamos el trabajo y nos llevamos la sorpresa del día. Sobre la cota -6m, al mover un bloque de gran tamaño, vemos como pequeñas piedras de alrededor se hunden y oimos como rebotan en las paredes desde una alltura considerable.

4. Sacando piedra.  

5. Espeleólogo saliendo de la sima.

Ni pensar el revuelo que la noticia produce en el grupo. Todos quieren entrar para quitar aquello que nos cierra el paso.

6. Vista de la boca a contraluz.

Otro relevo y esta vez entran Alexis e Inés. Con fuerzas renovadas por la ilusión del hallazgo conseguimos sacar todo lo que faltaba, hasta que vemos que la situación toma un riesgo inasumible, porque nos quedamos sin lugar donde afianzar los pies.

También la hora se echaba encima, así que cambiamos la posición de Inés por Ferrán, para dejar segura la cavidad y volver otro día.

7. Asegurando la cavidad.  

Media hora y un buen puñado de piedras después, Alexis anuncia que ve formaciones reconstructivas y un pozo que bien puede hacer unos 6 metros. Nada más quedan un par de bloques grandes y empotrados, así que damos el trabajo por finalizado.

Cuando todo el equipo nos juntamos fuera, la emoción nos desborda (abrazos, palmadas, risas...) y cada uno va haciendo viajes a la boca para echar un último vistazo a la cavidad, que en tres horas ha pasado de un agujero de dos metros a un pozo de seis metros y con perspectivas de llegar al doble de profundidad.

8. Comentando el hallazgo.

Tras recoger todo el material y herramienta, deshacemos el camino hasta el coche y nos proponemos no tardar mucho en abrir el paso a tan ansiado pozo.

Casi una semana después, el día 4 de abril, nos disponemos a reanudar el trabajo en el agujero de la Balaguera, que a estas alturas hace méritos para convertirse en sima. Al equipo se suma Lee y son él y Alexis los que se disponen a retirar los bloques que obstruyen el pozo, no sin haber asegurado una cuerda a la cabecera de la sima por si se hunde el suelo.

9. Realizando la instalación.

Cuando el último bloque ha sido retirado se abre un estrecho paso de unos 40x60 cm. Superado éste nos encontramos en una pequeña fractura de un metro de ancho, unos dos de largo y seis de profundidad donde están las únicas formaciones de la cavidad, una colada y unas banderas.

10. Formaciones.

La emoción de saber que el paso está libre nos llena y todos queremos bajar para disfrutar de una cavidad nueva, por tanto ordenadamente vamos visitándola porque su reducido volumen no nos permite adentrarnos todos a la vez.
Al fondo vuelve a formarse el tubo erosivo y conseguimos profundizar un par de metros más, pero comienza a estrecharse y cada vez es más difícil continuar, por tanto damos la jornada como concluida y lanzamos la cinta métrica para ver hasta dónde llega la cavidad.

11 Base del pozo.

El valor medido es de 13,60 m, una profundidad que nos permite llamarla sima y provisionalmente, por su ubicación, la denominamos Avenc de La Balaguera.

Como nos queda un poco de sol, echamos un vistazo por los alrededores, donde encontramos una posible huella de dinosaurio sobre una losa, pero eso es otra historia ...

12. Huella de dinosaurio

Texto realizado por Quique.