miércoles, 13 de julio de 2011
ESTEM DE VACANCES
També veiem convenient informar en aquest periode de l'any sobre les precaucions a prendre en cas d'incendi. Malauradament es en estiu on es concentren la major part dels incendis.Tots podem col·laborar i podem evitar aquestes desgracies que tant afecten a les nostren muntanyes.
Bon estiu!!!
viernes, 8 de julio de 2011
VISITA AL KARST DE RASINES
Localidad cantabra de Rasines.
Los tres integrantes del ECC que viajaron a Cantabria en esta ocasión fueron los tres hermanos Almela, para variar. Tan solo fueron 4 días, incluyendo los viajes de ida y vuelta y los días de actividad, pero la actividad realizada nos dejo bien saciados de nuestra hambre de verticales. Realizando dos días de actividad fuerte y un primer día de “calentamiento”.
El jueves día 30 de junio partimos bien de mañana desde nuestras tan queridas y conocidas tierras castellonenses hacia la localidad cantabra de Rasines. Llegamos a Rasines a principio de la tarde y así tuvimos tiempo de realizar una toma de contacto con la zona.
Primero nos dirigimos a la cueva del Valle, para ver la boca de entrada a la red del Silencio. No entramos en ella puesto que lo único que queríamos era ver la boca y tener clara su situación para una posible travesía Torca del Hoyón – Cueva del Valle (conocida vulgarmente como Caballos – Valle) que tenemos intención de realizar dentro de unos meses.
Al salir por la pista de la Cueva del Valle divisamos, junto al camino, la boca de una explotación minera. Era la Mina Constante, una pequeña mina de unos 60 metros de recorrido. La recorrimos de forma rápida. En esta zona existen vestigios de viejas explotaciones mineras, algunas de ellas se remontan a épocas romanas.
A continuación nos dirigimos hacia una zona superior, donde teníamos intención de localizar un par de pequeñas bocas. Nos pusimos a buscar las bocas de Hoyu Jondo I y Hoyu Jondo II, que están situadas en un lugar conocido como el campo de las Cruces, junto al barranco de Santa Cruz.
La primera de estas cavidades posee unos 50 metros de pequeños pozos tras los cuales se abre una gran galería muy concrecionada. Nuestra intención era visitarla para realizar algunas bellas fotografías. La segunda de estas cavidades comunica con la red del silencio. Con lo que se puede realizar una pequeña travesía. Pero tras un par de horas de infructuosa búsqueda desistimos.
Boca de entrada de la torca de la Tejera.
Tras este pequeño traspié nos dirigimos a la Torca de la Tejera. Esta cavidad constituye un pequeño sistema subterráneo de 554 m. Consta de tres entradas, una superior y otras dos inferiores. Por su interior transcurre un pequeño curso de agua. Nos costo un poco localizar la preciosa torca de entrada, pero finalmente dimos con ella.
Creíamos que en su boca existiría una anilla para poder recuperar la cuerda, ya que se puede realizar una travesía. O por lo menos, esperábamos encontrar una buena instalación. Pero no fue así. Tuvimos que descender el pozo de entrada, de unos 15 metros realizando una instalación con anclajes naturales en árboles.
Una vez bajo el pozo de entrada nos encontramos con un cono de deyección formado por centenares de cadáveres de animales, ya totalmente descompuestos, y demás basura. Esta torca ha sido utilizada en tiempos pasados como cementerio de ovejas, pero ya hace un tiempo que no se utiliza para ello, puesto que no percibimos ningún hedor que nos indicara que había animales en proceso de descomposición, tan solo vimos multitud de huesos.
Tras descender el cono de derrubios nos encontramos con un pequeño aporte que nos acompaño durante el resto de la visita. La cavidad consta de una galería de orientación S-N recorrida por el mencionado río. A mitad de galería más o menos nos encontramos con una sala con algunas formaciones y de la que proviene un nuevo afluente.
Tras esta sala progresamos por unas zonas de techo bajo hasta encontrar el conducto colmatado por cantos y gravas arrastradas por las fuertes crecidas que experimenta la cavidad en época de grandes lluvias. Dado que no estábamos dispuestos para desobstruir el conducto, dimos media vuelta y nos volvimos hacia el pozo de entrada. En total permanecimos 1 h. y 45 min. en el interior de la cavidad.
Ya en el exterior, y con las últimas luces del día, nos dirigimos hacia un lugar próximo a la Torca de las Cárcavas, cavidad que teníamos que visitar el día siguiente, donde cenamos y pernoctamos. Daban buen tiempo para los siguientes días, hecho que nos tranquilizaba, ya que teníamos que visitar dos cavidades que recogen muchas aguas en caso de tormentas.
El viernes día 1 de julio nos despertamos de buena mañana y para comenzar bien el mes visitamos la Torca de las Cárcavas. La cavidad posee dos bocas, muy cercanas entre si. Una de ellas, la más grande, se trata de una gran dolina que forma un gran porche de entrada, por el fondo de la cual se inician las galerías que conforman la cavidad.
Boca de entrada de la Torca de las Cárcavas.
La otra boca, por donde nosotros entramos, es la continuación de un barranco que llevaba un pequeño caudal. Este caudal se introduce en el subsuelo recorriendo un pulido meandro, que desemboca en el gran porche de entrada antes citado. Este corto tramo de meandro es de gran belleza.
A las 9 de la mañana entrábamos en la cavidad. Tras entrar por la boca pequeña y recorrer el corto meandro llegamos a la dolina de entrada. Tras bajar unas rampas comienzan las primeras verticales. Esta primera zona de pozos alterna tramos de meandro con tramos verticales. Los pozos que encontramos a lo largo de este primer tramo son de las siguientes profundidades: 14, 5, 4, 8, 7, 13 y 15.
Cabecera del P-14 de la Torca de las Cárcavas.
Tras este último P-15 encontramos una zona de meandro de unos 60 m. tras la cual encontramos un pozo de 9 m. Tras este P-9 la cavidad cambia su morfología, pasando a adquirir gran verticalidad. Aquí se suceden una serie de pozos muy bonitos, de gran anchura y con las paredes totalmente pulidas. Estas verticales, de mayor profundidad que las anteriores, son de 45, 30 y 23 m. respectivamente.
Meandro en la Torca de las Cárcavas.
Una vez en la base de los pozos paramos a comer. La cavidad no es muy fría, pues durante esta parada de unos 20 minutos no cogemos frío. A partir de aquí la cavidad se vuelve totalmente horizontal. Desde la sala formada en la base del último pozo parte un meandro, en un principio seco, al que pronto se le une un afluente con un pequeño caudal.
Meandro en la Torca de las Cárcavas.
Aquí comienza la zona más bella de la cavidad, un meandro totalmente pulido y de un admirable encanto. Durante más de media hora caminamos por el interior de un meandro que empalma cada viraje con el siguiente de forma que va describiendo eses, una tras otra, continuamente. Por el meandro discurre un pequeño riachuelo, que se precipita por pequeños resaltes.
La galería da vueltas y más vueltas como un caracol, y en pocos tramos supera el metro de anchura. En esta zona existe un resalte de 3 o 4 m. en el que instalamos un pingo, ya que existe un spit. Sin el pingo resultaría difícil el ascenso ya que las paredes están muy pulidas. Tras unirse algunos aportes la galería comienza a aumentar su anchura y a volverse más rectilínea.
Galería fósil en la Torca de las Cárcavas.
A partir de aquí la galería aumenta considerablemente de tamaño, y comienza a mostrar una morfología clástica. Continuando el recorrido del río, la galería vuelve a disminuir su tamaño, y así llegamos al 1º sifón. Desde este volvimos a subir a las grandes galerías, y tomamos una galería fósil, con mucha arena y algunos tramos con polígonos de desecación.
Sifón final de la Torca de las Cárcavas.
La galería disminuye de tamaño paulatinamente y así llegamos a dos laminadores con algo de barro. Tras los laminadores las dimensiones del conducto vuelve a aumentar. Ahora nos movemos por una galería de morfología freática que en épocas de crecida entra en carga. Y tras unos centenares de metros y algunos resaltes entre bloques llegamos al sifón final, situado a -310 m. de profundidad.
Desde el sifón damos media vuelta y volvemos rápidamente hasta la base de los pozos. Allí volvemos a comer de nuevo antes de afrontar el ascenso de la parte más vertical de la sima. Pozo tras pozo vamos ascendiendo y desinstalando, y cundo queremos damos cuenta estamos ya en el pozo de entrada de 14 m. Subiendo este pozo ya vemos la luz que todavía entra por la majestuosa boca.
Finalmente a las 8:15 de la tarde salimos por la gran boca de la torca de las Cárcavas. Tras 11 h. 15 min. estamos de nuevo en el exterior, y lo más importante, sin llegar a notar un cansancio excesivo. Ahora nos esperan unas frescas cervezas en la boca de cavidad. Volvemos al coche, nos cambiamos y partimos hacia la aldea de El Suceso, donde hemos quedado con los compañeros de la UEC de Tortosa y de Espemo.
Una vez en El Suceso, nos reunimos los 10 espeleólogos que el día siguiente vamos a descender a la torca de Jornos II. Estos son: Albert, Cucala, Saba y Tirón de la UEC de Tortosa; Mota y Cantero de Espemo; Gilavert del CEVI y los hermanos Almela del ECC. Cenamos allí con los compañeros y pernoctamos también por allí.
Grupo que bajamos a la Torca de Jornos II.
El sábado día 2 de julio nos despertamos con ganas para afrontar un gran reto: descender un -500 y volver a subirlo. Realmente la cavidad, tomando como buena la topografía del grupo GAES de Bilbao, solo llega a -483 m. de profundidad. Pero dado la proximidad a la cota de -500 hablamos de ella como “el -500”. También existe una topografía de un grupo valenciano que le otorga 530 m. de desnivel. Por lo que hablar de “el -500” tampoco es tan desacertado.
Boca de entrada de la Torca de Jornos II.
Subimos en tres vehículos hasta la pista que nos aproxima a la canal de Jornos II. Mientras dos de nuestros compañeros localizan la boca el resto comenzamos a preparar sacas y a equiparnos. Formamos tres grupos. El primero instalara los primeros pozos de la sima (el pasamanos sobre el P-171, P-72, P-14 y P-45). El segundo grupo se encargara de instalar el pozo Gotxilo (P-280), estos entran un rato después. El tercer grupo entra mas tarde para evitar esperas en las cabeceras de los pozos.
Galería de entrada en la Torca de Jornos II.
Así a las 11:30 del mediodía entra el primer grupo en la cavidad. La boca se abre en el fondo de una dolina por donde entra un pequeño aporte. Tras un resalte de unos 4 metros comienza un rampa que nos lleva a la galería de entrada, por la que corre el pequeño río. Esta galería desemboca en un pozo de 171 m. En la cabecera de este pozo existe un trampolín que fue utilizado por un equipo de grabación.
Cabecera de P-171 con el trampolín (Torca de Jornos II).
Nosotros no descendimos este pozo, pues lo bordeamos mediante un pasamanos. Tras el pasamanos llegamos a una sala donde se abre una pequeña obertura por donde accedemos a un bello pozo de 72 m. Un pozo muy pulido y de gran anchura. Tras este le sigue otra vertical de 14 m. Y tras esta continuamos por un meandro hasta llegar a un nuevo pozo, este de 45 m.
Sala antes del P-72 (Torca de Jornos II).
Bajo el P-45 desembocamos en una sala, por donde podemos acceder mitad del P-171 mencionado anteriormente o bien remontar una escalada de unos 10 m. por medio de una cuerda fija. Nosotros continuamos por la cuerda remontante que nos deja en un meandro desfondado. Este meandro nos lleva, tras una complicada estrechez a la cabecera del pozo Gotxilo. Este es uno de los 10 pozos más profundos de España con 280 m. de desnivel.
P-14 en la Torca de Jornos II.
El asomarse al pozo Gotxilo se ve un gran vacío, y si ves las luces de tus compañeros te das cuenta de la grandeza de este abismo. El pozo esta fraccionado en varias tiradas, las dos primeras de las cuales se encontraban marcadas con un cordinito verde a modo de guía.
Base del pozo Gotxilo, en la Torca de Jornos II.
Las tiradas que nosotros instalamos son más o menos de las siguientes medidas: 30, 70, 35, 30, 15 y 40 hasta desembocar en un importante empotramiento que forma una gran repisa. A partir de la repisa existe primero una rampa y luego una vertical, de unos 60 m., fraccionada en varios puntos.
Cantero en el sifón de la Torca de Jornos II, a -483 m.
Una vez bajo los pozos paramos a comer y a esperar al resto de los compañeros. Una vez bajo los pozos recorrimos las galerías horizontales. Primero, y tras descender algunos resaltes llegamos a la sala 5 de octubre. Desde la sala parte un meandro, al que pronto se le une un aporte, que nos lleva hacia el sifón final, situado en la cota de máxima profundidad a -483 m. Antes de llegar al sifón existen 3 bifurcaciones importantes que llevan a nuevas galerías, algunas de ellas de buen tamaño.
Galerías en la Torca de Jornos II.
Tras visitar el sifón, y algunos las demás galerías horizontales, volvimos a la base del pozo Gotxilo. Aquí uno tras otro comenzamos a subir los pozos. El último de nosotros comenzó a subir a las 6:30 horas. Poco a poco fuimos subiendo y deshaciendo el camino. Finalmente a la 1:00 de la madrugada salía el último grupo de la cavidad. En total fueron 13 h. 30 min. de exploración desde que había entrado el primer grupo.
Galerías en la Torca de Jornos II.
Una vez todos en los coches nos cambiamos y recogemos el material. Luego bajamos hacia El Suceso, donde volvemos a cenar y a pernoctar junto a los compañeros. Allí comentamos los mejores momentos de la aventurilla, pero más cansados que la noche anterior. Finalmente cada uno se mete en su saco y a reposar.
Meandro que da paso al pozo Gotxilo (Torca de Jornos II).
El domingo día 3 nos levantamos, ya mas descansados, y tras desayunar partimos hacia nuestras casas. Algunos de nosotros aun paramos en la bonita localidad de Balmáseda (Bizkaia) para almorzar como unos señores (con pimiento incluido). Tras el almuerzo cada uno toma un camino de vuelta distinto. Así que nos despedimos de nuestros compañeros hasta la próxima.
P-72 en la Torca de Jornos II.
Podemos ver la cronica de la actividad en la Sima de Jornos II en el blog de la UEC Tortosa: http://uecbarrancs.blogspot.com/2011/07/torca-de-jornos-ii-513m.html
En ella podemos disfrutar de un video de 19 minutos, realizado por Saba, donde se muestran imagenes espectaculares de la cavidad.Disfrutenlo!!!.