Torca del
Hoyón o de Caballos – Cueva del Valle
Los pasados días 20 al 22 de agosto estuvimos por Cantabria Lee y Luis para
realizar algunas de las travesías más clásicas de la zona.
El jueves 20 habíamos preparado la travesía integral de la red del
Silencio. Esta red, que alcanza los 60.223 m. de desarrollo (ocupa el 9° lugar
en el ranking nacional), fue explorada por el GAES de Bilbao.
La noche antes llegamos al aparcamiento de la cueva del Valle, donde nos
encontramos con Jose Cruañes, Encarna, Ricard y Ana. Ellos a la mañana
siguiente nos hicieron la aproximación con coche hasta cerca de la torca del
Hoyón o de Caballos. Muchas gracias a ellos.
A partir de allí nos quedaba una aproximación de unos 25 minutos, que
dificultada por la abundante maleza que crece en la zona resulto ser de más de una
hora. Además de llegar a la gran dolina del Hoyón con piernas y brazos
magullados.
En la
torca de Caballos antes de iniciar la travesía.
Tras comer un poco, a las 13.20 estábamos entrando en la torca. Tuvimos la
suerte de encontrar los pozos de entrada instalados en fijo, lo que nos
facilito el avance por este primer sector de la travesía. Las cuerdas se
encuentran hinchadas a causa de la humedad, y algunas de ellas están bastante
desgastadas (tuvimos que arreglar alguna). Cada cual debe juzgar el estado de
las cuerdas y optar por utilizarlas o bien instalar las suyas. Nosotros optamos
por utilizar las que estaban en fijo, ya que las vimos con garantías para poder
descender.
Uno de
los múltiples pozos de la torca de Caballos.
El sector de los pozos es básicamente un meandro de buenas dimensiones y
muchísima altura. Cuando la cavidad entra en carga esto debe ser un rio
atronador, la materia orgánica que encontramos a gran altura y los restos de
cuerda entre los bloques del suelo son muestra de la virulencia de la cavidad
ante estas crecidas. Los pozos son bonitos. En 40 minutos estábamos en la base
de las verticales.
Meandro
con el suelo pulido.
Zonas
activas.
Luego recorrimos un largo meandro, que en esta ocasión se encontraba seco.
Pero poco a poco los diversos aportes comenzaron a formar un arroyo. El meandro
perfectamente esculpido y con muestras patentes de la acción corrosiva del agua
no nos dejo indiferentes. En su mayor parte es de cómodo avance. Más adelante
se forman bonitas marmitas en las que tenemos que mojarnos, en algún caso el
agua nos llega a la cintura, pero la alta temperatura de la cavidad (en el
contexto de grandes cavidades) nos permite disfrutar del espectáculo.
Meandro
en el primer sector de la travesía.
Las
paredes del meandro presentan formas erosivas.
En 2 h. 40 min. estábamos en el
Colector (unión con el curso activo principal), donde hacemos una pequeña
picadita de unos 15 minutos. Aquí enseguida dejamos el curso activo y subimos a
una galería fósil: la galería de las
marionetas. Es una galería de buen porte y en ella encontramos algunos
lagos que nos obligan a mojarnos de nuevo. Pasamos el pasamanos de El Balcón, la rampa de El Tobogán y el sifón temporal. De nuevo avanzamos por una cómoda galería fósil con
el suelo cubierto por sedimentos. Más adelante pasamos otras zonas encharcadas
protegidas con pasamanos atléticos: la galería
de los gours.
Gours en
un afluente.
Galería
de las Marionetas.
Tras ellos entramos en una galería rectilínea con patentes muestras
corrosión, salpicada de aristas en paredes y suelos. Al final de ella subimos
al segundo piso por medio de una escalada de 18 metros. Llevamos 4 horas y
estamos ya en la E-18. Arriba de ella paramos algo más de media hora para pegar
un bocado. La continuación es ahora por la galería
lógica, se trata de un meandro de muy buenas dimensiones y de cómodo
avance, pero en estado fósil. Más adelante debemos tomar una primera cuerda
ascendente que encontraremos en la pared derecha. Es una escalada de unos 5 m.
Al poco volvemos a subir una escalada de 12 m. que, por medio de una curiosa
ventana entre pendants, nos dejara en el tercer piso de la red del Silencio.
Aquí, por la galería de los Gotxos avanzamos
unos minutos, superando algún desfonde, hasta encontrarnos con un pozo de 22 m.
Estalagmita
rojiza en la galería cómoda.
Descendido el P-22, a los pocos metros alcanzamos el libro, lugar donde el recorrido de la travesía se une al que
viene de la boca de la torca de la Canal. Llevamos 5 h. 15 min. Un pequeño
descanso para escribir en el libro nuestro paso y enseguida atacamos los
famosos laminadores. En este sector de la travesía no existe ningún paso limitante,
ni los laminadores son muy estrechos. El hecho de que sean temidos es que nos
acompañarán durante muchos centenares de metros. Eso sí, durante este tramo se
alternan tramos de laminador con zonas cómodas y con algunas cuerdas fijas.
También hay muchos tramos en los que no se puede caminar erguido pero tampoco
hay que reptar, sino más bien caminar al estilo Gollum, para mejor comprensión.
Bonitos
rincones en la zona final de la travesía.
Espeleotemas
en la galería cómoda.
Pasados los laminadores el techo se levanta y caminamos cómodamente por una
amplia galería fósil con el suelo cubierto de arena: la galería cómoda. Poco a poco van apareciendo bonitas formaciones;
primero de yeso y más adelante dan paso a espeleotemas calcáreos de tonalidades
blanquecinas. Sobre todo estalactitas con algunas excéntricas, pero también en
el suelo aparecen estalagmitas junto con formaciones coralinas y algún gour. Esta
es la zona más decorada de la travesía, y en ella hacemos varias paradas para
tomar algunas fotografías. Tras este deleite descendemos hasta el rio. Estamos
ya en la playa, donde nos volvemos a
reencontrar con el activo, pero ahora con más caudal. Hemos llegado hasta aquí
en 7 horas. Paramos a comer unos 15 minutos.
Curso
activo cerca de la Playa.
Ahora la continuación es siguiendo el rio hasta prácticamente la salida por
la cueva del Valle. La galería es amplia con el suelo cubierto por cantos
rodados de pequeño tamaño, pero tendremos que superar varios caos de bloques
que nos cortan el paso por el lecho del rio. El primero de ellos es a priori
sencillo, pero a nosotros se nos atraganta y nos tiene entretenidos por espacio
de más de una hora, dando vueltas a los mismos bloques y reconociendo las
distintas alternativas en repetidas ocasiones. Por fin damos con la
continuación.
Sección
típica en la galería cómoda.
A partir de aquí vamos poniendo mucha atención en cada paso y sin problemas
avanzamos rio abajo hasta qué en un punto las aguas se filtran y la galería se
presenta ahora seca. Descendemos una cuerda fija y más adelante ascendemos
entre bloques para superar el último caos. Una vez arriba bajamos por otra
cuerda fija para entrar en el tramo final de la integral, que en esta ocasión
se encuentra seco. Por fin vemos las paredes con tonalidades verdosas que nos
indican que estamos en el porche de entrada de la Cueva del Valle. Son las
11:10 de la noche, hemos invertido 9 horas y 50 minutos en realizar la
travesía. Ahora vamos a saludar al mamut que guarda la entrada de la cavidad y
a ingerir una merecida cena.
Tras
salir por la Cueva del Valle.
Torca de
Azpilicueta – Cuvio de la Reñada
Tras un día de merecido descanso, el sábado 22 retomamos la actividad. En
esta ocasión elegimos la travesía del sistema de la Vega que une la Torca de
Azpilicueta con el Cuvio de la Reñada, en Matienzo zona de trabajo de los
ingleses de "Matienzo Caves".
Los amigos de Valencia Gema y Darío nos acompañaron hasta la boca y nos
hicieron la combinación de vehículos. Teníamos intención de entrar los 4 a la
travesía, pero ellos tenían un compromiso y temían no llegar a hora. Así que
nos acompañaron hasta la boca y nos desearon mucha suerte.
Equipazo.
Al entrar en la cavidad nos extraño no ver ninguna anilla ni instalación
hasta una cota bastante profunda. Pues primero se destrepa un resalte, luego se
desciende una rampa seguida de varios resaltes, y por último se desciende en
oposición un pocete de unos 5 metros. Así se alcanza la cabecera del primer
pozo equipado de la travesía: un P-32. Este primer pozo es circular y muy bien
excavado, pero presenta facilidad para dejar enganchadas las cuerdas al
recuperarlas. A nosotros nos pasó, pero trepando los últimos metros accedimos a
la repisa donde se suelen enganchar y la recuperamos.
Lee en
el callejón de la Sangre.
Los siguientes pozos discurren por un meandro muy bien formado y activo: Pozos
de 9, 13 y 28 m. El caudal de este depende de las lluvias caídas en los días
anteriores a nuestra entrada. En nuestro caso el caudal era escaso. Bajo el
pozo de 28 m. encontramos una amplia galería horizontal, pero al poco nos lleva
a otro sector vertical donde seguimos encadenando pozos. Tras un P-14 un
estrecho meandro nos lleva a los pozos más amplios y espectaculares de la sima:
pozos de 50, 13 y 40 m. En el de 50 volvimos a tener un enganchón, pero conseguimos
recuperar las cuerdas. El P.40 tiene una impresionante tirolina en su mitad que
sirve aproximarse a un desviador. En 1 h. 25 min. estábamos en la sala ciega, la base de los pozos.
Zona de
pendants tras la zona de pozos.
A partir de aquí se continúa por una zona formada por inundación;
testimonio de ellos son los pendants que nos van acompañando. Descendemos el
pozo de 20 m. instalado con cuerda fija, que realmente es un estrecho tuvo con
muchas ramificaciones, donde la cuerda nos marca el camino. Tras éste
continuamos por una zona fósil pero con muchas aristas muestras del trabajo
realizado por el agua. Estas galerías freáticas son de pequeño tamaño.
Callejón
de la Sangre.
Más adelante las galerías amplían sus dimensiones hasta alcanzar la galería
principal del sistema: el callejón de la
Sangre. Este nombre se debe a la coloración rojiza que presentan algunas
estalactitas, estalagmitas, banderas y coladas a causa de la presencia de óxidos
de hierro. Esta amplia galería presenta el suelo cubierto de arena y de las
paredes y techos cuelgan bellas formaciones, la mayor parte de coloración
blanquecina y negruzca, pero algunas nos muestran la bella coloración rojiza. Aquí
paramos a comer y a tomar algunas fotos. Hay que estar al loro con el cruce
donde abandonaremos la galería principal y tomaremos una secundaria a la
izquierda pero de características similares a la principal. Esta galería
secundaria también presenta espeleotemas extraordinarios. En su parte inferior
el agua ha excavado un estrecho canal por donde circula, pasando prácticamente
inadvertida.
Las
extraordinarias formaciones del sistema de la Vega.
Unas rampas descendentes donde la galería cambia de morfología y aumenta de
volumen nos lleva al famoso Duck,
paso que con facilidad puede sifonar. Tras superar el Duck, que estaba seco, con tan sólo un hilito de agua, solo nos
restaba la última parte de la travesía. Se trata de un conducto con continuos
cambios de dirección, diversos sube-baja y con mucho barro. Esta zona presenta
agua encharcada habitualmente, pero en época estival como lo encontramos
nosotros estaba bastante seco. En esta zona nos encontramos con tres compañeros
del GESAP de Segorbe (Castellón), Paco el Francés con 2 chicas, los que reconocieron
a Lee. Al final de esta zona encaramos la rampa final en
ascenso, donde ya vemos la luz del exterior entrar por la boca con reflejos
verdosos dada la abundante vegetación reinante en la zona donde se abre la
cavidad. En 3 horas y 45 minutos realizamos la bonita travesía.
Salida
por el Cuvio de la Reñada.
En definitiva, a falta de campañas de exploración, hemos estado disfrutando
de algunas de las travesías del Alto Asón.