El sábado
visitamos la sima del Carlista,
situada en la población de Ucero dentro de la provincia de Soria. Se trata de
una cavidad dividida en dos zonas de desarrollo horizontal situadas a distintas
cotas y unidas por un amplio pozo de 80 metros. Este pozo es en realidad una
rampa de gran inclinación ycon un recubrimiento litoquímicoen suelos y paredes.
La cavidad destaca por sus grandes volúmenes, sobre todo en la planta inferior.
En esta
cavidad observamos una pequeña colonia de unos 30-40 quirópteros en hibernación
en el techo de la galería superior.
Sima del Carlista. |
La
formación de las galerías tanto superiores como inferiores obedece a una primera
fase en régimen freático y posteriores fases en régimen vadoso y en algunos
casos con fases de sedimentación y de posterior re-excavamiento del suelo
sedimentario. Posteriormente el agua ha abandonado estas galerías dejándolas en
su estado fósil actual y con rellenos litoquímico que decora profusamente
algunas zonas de la cavidad.
Pozo de 80 m. desde su base. |
Es
destacable, en la zona inferior, tras remontar la rampa de barro y el escarpe
en el bloque, una zona donde la roca que forma el techo de la galería ha ido
descomponiéndose y cayendo al suelo y posteriormente se han formado bellas
estalagmitas encima suyo.
Bello rincón en la sima del Carlista. |
El ramal oeste
del piso inferior también es un ejemplo de un meandro que ha tenido una primera
fase de circulación en régimen freático a favor de la fracturación tal como se
observa en algunas zonas por el canal existente en el techo del meandro, posteriormente
ha tenido una fase de circulación en régimen vadoso donde el agua ha ido
horadando el profundo meandro. Ha pasado también por una fase de relleno
sedimentario, muestra de ello son algunos cantos soldados a la pared en la zona
final de esta galería. Y por último tras la retirada del agua hacia niveles más
profundos ha tenido lugar un importante relleno litogénico.
Sedimentos colgados en el ramal oeste. |
El estado
de limpieza de la cavidad podríamos considerarlo como aceptable, ya que por una
parte no se aprecian depósitos de residuos entrados desde el exterior, aunque
si podemos ver algún antiguo grafiti y por supuesto el barro arrastrado
inevitablemente por los espeleólogos ha tapizado zonas de los suelos de la cavidad
que antaño permanecerían relucientes, pero este es el precio que deben pagar
las cavidades con una alta afluencia de espeleólogos.
Vista del cañón del Río Lobos con la ermita de San Bartolomé. |
Tras la
visita a la sima algunos de nosotros bajamos hasta la ermita de San Bartolomé,
a disfrutar de nuevo de este bonito rincón.
Caminando por dentro del cañón. |
El domingo
Realizamos un par de rutas senderistas. De mañana realizamos una circular
partiendo del puente de los siete ojos. Primeramente remontamos el Río Lobos
por dentro de su cauce. Normalmente en esta zona el río se encuentra seco, pero
en esta ocasión lo encontramos con agua, por lo que nos tocó mojarnos los pies
en cuatro ocasiones para vadear el río.
Vadeando el Río Lobos. |
En esta
zona del cañón se alternan tramos encañonados con otros más abiertos. En los
cortados se pueden observar multitud de covachas y abrigos que sirven de
refugio a multitud de aves rapaces que anidan en su interior.
Buen ejemplar de sabina. |
Tras unos cinco
kilómetros por el rio lo abandonamos tomando un afluente a mano izquierda
(derecha hidrográfica). Se trata de arrollo del Vallejo del Portillo, y
siguiendo su curso llegaremos a una planicie cubierta por un bosque de sabinas.
Podremos ver multitud de ejemplares de buen tamaño de esta especie arbórea, tan
escasa en nuestra zona.
Boca de la sima del Portillo. |
Más
adelante llegamos al mirador de Costalago, y a escasos metros la boca de la
Sima del Portillo visitada hace dos días. A partir de aquí continuaremos la
ruta siempre cerca de unos cortados que nos permiten tener unas vistas
excepcionales. Finalmente por una pista entre sabinas y más adelante entre un
denso pinar descenderemos hasta el puente de los siete ojos punto de inicio y
final de la ruta.
Boca de “El Torcajón”. |
Por la
tarde, tras visitar la boca de El
Torcajón, también realizamos un descenso al cañón del Rio Lobos. Así
conocimos otro tramo del espectacular cañón. En esta ocasión también nos tocó
meter los pies dentro del agua, pero el paisaje que se habría tras cada meandro
del Rio Lobos merecía la pena.
Grandes paredes en el cañón del Río Lobos. |
El lunes
tocaba volver a casa. Pero de camino todavía hicimos una pequeña parada en la
localidad de Almenar de Soria, donde pudimos contemplar el castillo de la
localidad, en muy buen estado de conservación.
Castillo de Almenar de Soria. |
Como
conclusión nos quedamos con un buen sabor de boca de estas dos visitas al mundo
subterráneo, ya que hemos podido aprender algo más del karst del cañón del Río
Lobos. Un reconocimiento muy positivo a la regulación por parte del P.N. del
acceso a las cavidades, ya que de esta manera, con visitas reguladas y
reducidas se disminuye sobremanera el impacto al frágil ecosistema subterráneo
y se protege para generaciones futuras.
Valle de Costalago. |
Luis Almela
ESPELEO
CLUB CASTELLÓ