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Paso estrecho en la base del pozo. |
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Formaciones en la última sala. |
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Última sala. |
Salimos
pronto y nos encontramos con el resto de compañeros que venían por la mañana,
Gila, Lee y Miquel, y tras comer en el refugio nos dirigimos al Avenc de l’Engany, situada también muy cerca
del refugio. Esta boca nos costó un poco de encontrar puesto que la boca era
pequeña y como la anterior estaba tapada por unos troncos. Mientras algunos nos
equipábamos los compañeros como Lee y Gila, que ya estaban equipados entraron
dentro destrepando el primer resalte y nos esperaron en una pequeña salita. Es
una cavidad a base de pasos verticales estrechos destrepables y salitas. Es un
poco laberíntica puesto que había varios agujeros en cada sala. Hasta que al
final encontramos un gran pozo de 40 metros en el cual a – 25 m había una
ventana con un pozo paralelo de barro. Al llegar a la base del pozo la mayoría
se quitó el equipo para poder pasar un paso vertical muy estrecho, que Ferrán
tuvo que ensanchar un paso para que pasáramos el resto. Una vez en esa pequeña
sala, había otro paso estrecho para acceder a otra salita, que únicamente podía
pasar Carolina por ser la más pequeña. Pero que al final no atravesó puesto que
se asomó y tampoco se veía mucho volumen.
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Así quedó el material después del pozo final de barro. |
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Avituallamiento después de la cavidad. |
El
domingo por la mañana después de haber luchado toda la noche contra las feroces
bestias del terreo nos fuimos al Avenc
dels Mamelons, junto con un grupo de Barcelona y otro grupo de Tortosa,
estos últimos entran para reequipar la vía nueva.
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Preparando los últimos detalles antes de entrar. |
Entramos
a la cueva por un paso estrecho, y tras un pasamano llegamos al impresionante
pozo de 34 metros, que nos deja en la Sala
Gran, desde ahí hay dos opciones, tras una trepada está la Vía Nova (o Llarga), o bien seguir
bajando por la Vía Schibi, que es la
parte que vamos a visitar.
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Acceso a la Vía Schibi. |
Después
de dos pequeños pozos decidimos no seguir bajando, desequiparnos e ir a buscar las
salas superiores de la Vía Schibi. Atravesamos
una red laberíntica de galerías comunicadas por pasos estrechos hasta que por
fin encontramos la Sala del Castell,
donde hay una gran formación, y desde la cual accedemos a la Sala SIRE.
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Formaciones en la Sala del Castell. |
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Gran estalagmita que da nombre a la Sala del Castell. |
Ferrán
es el que realiza la trepada a la Sala
SIRE, que es expuesta, y coloca una cuerda para asegurarnos a los demás en
la subida tras hacernos un arnés de fortuna con una cinta. Esta cuerda la
abandonamos dejando una instalación fija sobre un puente de roca para futuras
visitas.
La
sala es espectacular, vale la pena los pasos estrechos que hemos tenido que
pasar hasta llegar allí. La recorremos de punta a punta, los rincones que
tienen me encantan. Al fondo de la sala, está un poco más elevada y observamos
un montón de raíces, lo que nos indica que debemos estar cerca de la
superficie.
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Sala SIRE. |
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Sala SIRE. |
Puesto
que los otros dos grupos ya están fuera nos toca desinstalar la sima. De ello
se encarga Ferrán.
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Paso estrecho en la boca de la sima. |
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El equipo a la salida de la cavidad. |
La
noche del domingo acompañados del jabalí y sus camaradas y junto al grupo de
Tortosa mantuvimos una larga tertulia hasta altas horas.
Ferrán
decide salir a dormir sólo al bosque para para enfrentarse a las bestias
salvajes.
El
lunes 1 de Mayo, al despertar nos damos cuenta que la bestia la teníamos en
casa, puesto que Ferrán por fin ha dormido espléndidamente sólo en el bosque.
Tras retomar fuerzas y recoger todo nuestro equipaje nos dirigimos al Avenc de la Crisi. Como ya estaba
instalada por los compañeros de Barcelona, nada más llegar nos equipamos y tras
pasar la gatera horizontal llegamos a la cabecera del pozo de 117 metros de
profundidad. Es una sima estrecha y muy fraccionada, por lo que la bajada es
bastante rápida y cómoda. Además en el grupo hay dos compañeros que en Febrero
ya la recorrieron, por lo que nos hacen de guías. Al tocar fondo hay un
recorrido por gateras, pasamanos, y alguna salita hasta llegar a un pequeño
lago.
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Lago en el Avenc de la Crisi. |
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Salida por la boca del Avenc de la Crisi. |
Una
vez fuera, toca recoger y emprender el camino de regreso a casa, dejando atrás
los recuerdos junto a unos compañeros excepcionales y las increíbles cavidades
de la Mola de Cati.
Fotos
realizadas por Josep Gilabert y Esteban Ferrando.