Roca del Morralàs |
Recientemente visitamos la Cova de la Roca del Morralàs, cavidad
ubicada al este de la población y muy próxima al gran espolón
rocoso que forma la roca del Morralàs, visible desde el tramo de
carretera que une las poblaciones de Figueroles y Llucena. La pista
que asciende al mas de la Parra pasa justo por debajo de este
característico accidente geográfico.
Uno de los objetivos de la visita era situar correctamente la boca de
la cavidad, con la ayuda de uno de sus primeros exploradores a nivel
espeleológico, pues la cavidad ya era conocida en otros periodos
históricos, tal como se muestra en la bibliografía existente de esta
cueva.
Boca de la cavidad |
La boca se localizó con facilidad, ubicándose ésta en un pequeño afloramiento rocoso ubicada a unos 80 metros del Morralàs, dominando
el barranc de les Parres y parte del valle que forma el riu Llucena.
Uno de los aspectos anotados por sus primeros exploradores, es la
presencia de corrientes de aire que indican la existencia de una
entrada o grieta inferior generando de este modo las circulaciones de
aire registradas a lo largo del tiempo. Con 6ºC en el exterior, la
cavidad expulsaba aire, dejando las zonas inmediatas a la entrada con
manchas de agua producto de las condensaciones formadas en sus zonas
altas.
Pequeño conducto formado por disolución. |
Una de las cosas que nos llama la atención en esta cueva son sus
morfologias de disolución y corrosion producto de un antiguo
conducto de drenaje. Estas ocupan un tramo de una de sus galerías,
siendo el resto de la cavidad de origen tectónico y posterior a la
formación de esta galería de drenaje. El tramo donde detectamos el
conducto de disolución tendrá unos 15 metros de recorrido y es
atravesado transversalmente por algunas pequeñas fracturas. En un
punto determinado, en el comienzo de la galería más amplia, las
formas de disolución desaparecen y destaca una holgada galería
tectónica, con un nivel inferior y otras que la cortan
transversalmente. En una zona de la galería de disolución se
aprecia un nivel de sedimentación con diferentes terrazas de
concreción que se intercalan.- Este fenómeno también es muy común
en estos conductos de drenaje, que al formarse por corrientes de
agua, van arrastrando sedimentos que depositan en el lecho de la
galería. En el contexto de la cavidad, esta galería formada por
disolución puede resultar un poco extraña, pues se emplaza en la
parte superior de un espolón rocoso, muy alejado de los cauces
fluviales actuales, por lo que nos podemos hacer una idea de todo lo
que ha podido cambiar el entorno desde que se formó la galería
hasta la actualidad.
Tramo de galería: en rojo, fractura, en blanco sección del conducto formado por disolución. |
Los procesos tectónicos han tenido lugar en fracturas que se cruzan
en ángulos de 90º y que, tras visitar la cueva pudimos reconocer en
fracturaciones exteriores del terreno y sacar la conclusión que el
espacio que ocupan las galerias de la cueva se limitan a un
aflorameinto rocoso muy local que ocupa un espacio aproximado de 20 x
30 metros, por lo que parecería poco probable que la fracturación
alcanzase la vecina Roca del Morralàs, como se apuntaba en sus
observaciones climáticas de la década de 1980.
Topografía de la cueva con algunas modificaciones y explicación de sus diferentes morfologías. |
Se trata de una cavidad de cómoda exploración, con algunos resaltes
que destrepándolos alcanzamos los niveles inferiores. Es es estos
niveles inferiores y en el final de una estrecha fractura es donde
notamos la corriente de aire, proveniénte del extremo suroeste de la
cavidad. Todavía queda pendiente localizar la entrada inferiorque es
la que produce la circulación de la corriente de aire.
Terrazas de concreción que recubren sedimentos, actualmente quedan al descubierto. |