La semana del 5 al
11 de agosto muchos espeleólogos de la provincia de Castellón subieron a
Cantabria a realizar diversas actividades espeleológicas por el Valle de Asón y
los valles cercanos. Tres espeleólogos del Espeleo club Castelló estuvieron por
allí.
Praderas
en el macizo de Porra Colina.
Los primeros días colaboraron
con los compañeros del GES de Barcelona en las exploraciones que estos llevan a
cabo en el sistema del Alto Tejuelo (mas de 100 Km. de desarrollo a día de
hoy). También realizaron un par de travesías junto con compañeros de Castellón
(Espemo y Cevi). La primera de estas travesías fue en el sistema de La Vega; Torca
de Coterón – Cuvío de la Reñada. La otra fue Torca de Solviejo – Torca del Rayo
de Sol, en la que además de realizar la travesía recorrieron gran parte del
sistema.
Macizo
del Mortillano durante el acceso a la Torca Tibia.
Para el fin de
semana subieron más compañeros de Castellón. Se instalo la Torca de Jornos II,
visitada en el verano de 2011 por 10 espeleólogos de Espemo, UEC de Tortosa y
Espeleo club Castelló.
Pero nosotros tres
teníamos otros planes. Así el sábado por la mañana almorzamos y nos preparamos
todo el material para realizar la travesía Torca tibia – Cueva Fresca.
TRAVESÍA TORCA TIBIA – CUEVA FRESCA.
Dejamos el vehículo
en el parquin que existe en el collado de Asón. A las 12:00 comenzamos el
acceso hasta la torca Tibia. El acceso también se puede hacer desde las casucas
de Asón, pero por este itinerario tenemos que salvar un gran desnivel. El
acceso desde el collado de Asón es muy cómodo ya que primero caminamos por una
pista en muy buen estado y luego por un sendero en bastante buen estado. La
última zona (unos 100 o 200 m. descendentes) es campo a través, pero sin apenas
dificultad. Las vistas que tenemos durante todo el acceso del macizo del
Mortillano son espectaculares, viendo durante mucho rato la boca de la
Rubicera.
Inicio
de la aproximación a la Torca Tibia.
A las 2:15 llegamos
a la boca de la sima. La encontramos sin demasiadas dificultades, tomando las
coordenadas de los compañeros del club Viana para su localización.
Después de comer
tranquilamente y equiparnos entrábamos en el sistema a las 3:30 h. de la tarde.
No teníamos ninguna intención de hacer la travesía pendientes del cronometro,
como pretenden hacerla mucho grupos. Simplemente queríamos realizar la integral
tranquilamente y disfrutando la cavidad. Como los tres salimos junto
prácticamente todos los fines de semana nos conocemos demasiado bien y vamos
muy compenetrados. Lee iba instalando los pozos, Gilavert iba segundo y Luis
bajaba el ultimo. Seguimos este orden en casi todas las verticales.
El primer pozo de
85 lo bajamos bien y recuperamos las cuerdas perfectamente; esto es lo que más
nos preocupaba ya que no bajamos apenas barrancos y no estamos demasiado
familiarizados con la técnica de doble cuerda. Continuamos bajando los
distintos pozos y los estrechos meandros que van uniendo las verticales sin
ningún contratiempo. Luego llegamos al boulevard Piégé, donde avanzamos rápido
y donde encontramos tan solo un hilillo de agua corriendo por el suelo de la
galería.
Aproximación
a la Torca Tibia.
Así llegamos al
segundo pozo de 85 en el que actuamos como en el primero y sin ningún problema
con la recuperación de las cuerdas. Aquí ya entrábamos en la zona de desarrollo
horizontal de la travesía. Es un tramo muy bonito en el que nos acompaña el
curso de agua del río de Tibia. La zona con marmitas es la más espléndida. Así
llegamos a los pozos remontantes que nos han de llevar a la diaclasa de los
parisinos.
Cerca
de la sala Rabelais.
Bajo de estos pozos
paramos a comer algo mas de media hora. Incluso nos calentamos un té. Aquí se
nota que la cavidad no es para nada fresca, tan como indica el nombre de la
cueva. Después de este parón llenamos las botellas y comenzamos el ascenso de
los dos pozos de 15 y 10 m. que nos llevan a la diaclasa de los parisinos.
Esta galería esta
toda ella muy bien balizada, aunque la topografía del libro de Isidoro Ortiz
deja mucho que desear. Nosotros nos al ver la dificultad de seguir la topo nos
guiamos por las marcas y flechas. Poco a poco van aumentando las dimensiones de
las galerías, señal de que nos estamos acercando a la sala Rebelais. Así en un
momento llegamos a la impresionante sala Rabelais, que guardando las distancias
recuerda a la sala Verna.
La 5ª
avenida.
En esta sala,
viendo que íbamos muy bien de tiempo y de fuerzas, paramos unos 10 m. a
deleitarnos con la inmensidad de la sala y a intentar iluminarla con nuestros
focos. Ya desde aquí hasta la salida solo nos que da disfrutar de las
gigantescas galerías de cueva Fresca. Nos entretuvimos a hacer algunas fotos,
ya que casi no sacamos la cámara en toda la travesía.
Formaciones
en la 5ª avenida.
Desde la sala
Rabelais tomamos la 5ª avenida, luego tenemos que superar unos cuantos
pasamanos (encrucijada de la Araña, tracastín, bloque 64 y un par de pasamanos
mas). Finalmente llegamos al espectacular cañón de cueva Fresca que nos deja
sin palabras. Y para finalizar la travesía nos toca arrastrarnos por los
laminadores de salida. ¡Con lo limpia que iba la saca y nuestro mono…!
Enorme
estalagmita en la cueva Fresca.
Salimos de cueva
Fresca a las 12:08 de la madrugada, tras 8 h. 38 min. de travesía. Es un tiempo
que no esta nada mal, pero se puede invertir mucho menos tiempo, ya que no nos
estresamos en ningún momento y anduvimos tranquilos. Alegría al llegar al
exterior y felicitarnos. Este es un día especial porque es el cumpleaños de
Gilavert y nuestro regalo es la travesía que acabamos de compartir.
Los 3
amigos tras salir por cueva Fresca.
CUEVA COVENTOSA
El domingo, como no
salimos muy cansados de la travesía del día anterior, decidimos entrar en
Coventosa para reconocer la cavidad hasta el final de los lagos. Por si se nos
presenta la oportunidad de hacer la travesía Cueto-Coventosa.
A las 2:00 de la
tarde entrábamos en Coventosa. Nos costo un poco encontrar la primera cuerda, o
mejor dicho las escalerillas, que se encuentran en fijo para descender el
primer pozo que nos encontramos para llegar al río. Porque habíamos estado dos
de nosotros en Coventosa pero hacia muchos años. Tras este pozo continuamos la
galería de la derecha y a escasos metros encontramos una cuerda remontante de
unos 6 m. que ascendemos.
Boca de
Coventosa.
Tras subir el P-6
descendemos una rampa y llegamos a un cruce de caminos, donde tomaremos la galería
de la derecha, que es la más estrecha de las 3 posibilidades que se nos
presentan. Esta galería de techo bajo da paso a unos laminadores descendentes
que tomaremos a la izquierda. Estos laminadores desembocan en un balcón sobre
una gran sala inclinada y con grandes bloques. Para bajar a la sala
descenderemos un pozo-rampa de 6 m. equipada con una cuerda fija.
Laminadores
cercanos a la gran sala inclinada.
Proseguiremos
descendiendo la sala hasta abajo, siempre siguiendo los hitos y reflectantes. En
la parte baja la sala termina en una gran galería desfondada. Para salvar esta
vertical, partiendo de unas grandes estalagmitas, seguiremos a la izquierda, y
por medio de unas rampas llegaremos a la galería inferior. Desde aquí
continuamos a la derecha.
Imagen
de archivo de la sala de los fantasmas de Coventosa.
Tras unos minutos
de cómoda andadura llegaremos a un pasamanos seguido de un pozo descendente de
unos 6 m. donde dejaremos abajo la galería del río. Proseguimos bajando unas
rampas hasta llegar a una nueva cuerda, esta vez se trata de una cuerda con
nudos para ascender un resalte de unos 3 m. Luego ascendemos una rampa y
tomamos otro pasamanos seguido de un pozo descendente de unos 7 m. que nos deja
pro fin en la galería del río de Coventosa.
Imagen
de archivo de la galería “Macarroni”
de Coventosa.
A partir de aquí
iremos salvando algunos resaltes tanto ascendentes como descendentes, algunos
equipados con cuerdas y otros no; y superando salas con materiales clásticos.
Así llegaremos al gran cañón, de enormes dimensiones, y donde paredes y suelos
se presentan pulidas por el agua. ¡Espectacular!
Tras 1 Km. por el
gran cañón llegamos al 1º lago. Aquí nos pusimos los neoprenos o la ponto,
hinchamos los flotadores y… ¡al agua patos! Cruzamos los 3 lagos para probar
los flotadores y ver que era mas eficaz si la ponto o el neopreno. Luego volvimos
hasta el final del 1º lago donde nos volvimos a cambiar. Aquí nos encontramos
con un grupo de espeleólogos húngaros que estaban realizando la travesía.
Topo de
Coventosa con el camino de salida marcado.
Desde el final (o
principio, depende como se mire) de los lagos hasta el exterior nos costo una
hora de reloj. Eso si a buen ritmo. A las 7:40 estábamos saliendo por
Coventosa. Esta incursión nos ha servido para conocer la zona de salida por
Coventosa, y también para disfrutar de estas grandes galerías (sobre todo del
Gran Cañón) y como no de probar el material para superar los lagos y de danos
un buen chapuzón. Adjuntamos un croquis que hicimos con el camino de salida
marcado y los obstáculos que nos fuimos encontrando. Los pozos están marcados en
dirección a la cueva de Coventosa.
Buena Espeleo por
Cantabria y sobre todo muy buena compañía.