Un
año más, al comenzar la campaña veraniega, cuando el calor en la montaña
aprieta y no apetece tanto subir y bajar montañas buscando “esa” cavidad
desconocida o perdida bajo el imponente tapiz amarillento de las aliagas,
hacemos balance de las nuevas incorporaciones al proyecto SICE-CS realizadas
durante los últimos 12 meses.
A
la vista de los resultados, comprobamos que las últimas 226 cavidades
incorporadas corresponden a pequeñas covachas o topónimos que hacen referencia
al medio subterráneo. Tan sólo 1 cavidad incorporada se encuentra entre -51 y -100 metros de desnivel
y otras 2 cavidades entre -26 y -50 metros de desnivel. Lo mismo ocurre cuando
analizamos el recorrido real de las nuevas incorporaciones al inventario, tan
sólo 2 cavidades se encuentran en la categoría entre 251 y 500 metros de recorrido,
y otras 3 exceden de los 100
metros pero sin alcanzar los 250 metros .
Da
la sensación de haber llegando a un punto donde las grandes cuevas y simas
castellonenses parecen que ya están todas descubiertas y registradas, que el
trabajo de catalogación actual sirva únicamente para documentar pequeñas oquedades
sin interés espeleológico. De todos nosotros y de nuestras exploraciones
depende que esto no sea así, seguro que aún quedan en las comarcas
castellonenses centenares de grandes cavidades subterráneas esperando nuestras
exploraciones.
Analizando
ahora el gráfico con la evolución de las visitas al servidor del proyecto
SICE-CS, vemos que seguimos manteniendo la energía y el interés despertado hace
ya 10 años, cuando fuimos pioneros en la catalogación espeleológica por
Internet. Los primeros 5 años fueron años de afianzamiento de un proyecto
novedoso, mientras que en los últimos 5 años, hemos luchado por mantenernos
como un portal líder en la espeleología digital a nivel nacional.
Los
nuevos espeleólogos castellonenses tienen la OBLIGACIÓN y la RESPONSABILIDAD de
mejorar la calidad de la información espeleológica disponible, para que todos
estos gráficos mantengan una tendencia al alza que iniciamos hace justo una
década.
Texto y gráficos: Joaquín Arenós.