En los rincones más remotos de la Cueva del Sauco
se esconden bonitos tesoros.
El 10 de octubre visitamos estás 2 cavidades situadas en el Maestrazgo
turolense. Las dos se sitúan próximas a la población de Mosqueruela, aunque la
Sima de la Cespedosa se encuentra ya en término municipal de Linares de Mora.
Los compañeros que realizamos la visita fuimos Joaquín, Cristina y Luis.
Gran sala de la sima de la Cespedosa.
La sima de la Cespedosa consta de un ancho pozo de 26 metros en forma de
embudo. En su base se abre una galería descendente que nos deja en la gran sala
que forma la cavidad. Se trata de una sala de 54 x 13 m. que se puede descender
en las dos direcciones, ya que el pozo cae sobre un gran cono de derrubios que
se sitúa en el centro de la sala.
En la rampa que desciende hacia el oeste podremos encontrar chatarra,
basuras y gran cantidad de restos óseos de animales. Aunque se aprecia que
actualmente ya no se utiliza la cavidad como vertedero, dada la total descomposición
de los restos orgánicos y el tipo de basura encontrada. En contra partida en
algunos rincones de la gran sala existen formaciones litoquímicas activas que
decoran la cavidad.
Formaciones y basuras en la sima de la Cespedosa.
Para continuar la jornada visitamos la cueva del Sauco, una cavidad que ya conocíamos
y de la cual realizamos una topografía en 2012, por cierto incompleta. Podéis
ver la crónica de la anterior visita aquí: http://cavitats-subterranies.blogspot.com.es/2013/05/cueva-del-sauco-mosqueruela.html
Mirando la topografía que recientemente ha aparecido publicada en el
interesante libro de Cavidades de Teruel, editado por el Centro de Estudios
Espeleológicos Turolenses, nos dimos cuenta que nuestra topo de 2012 estaba
incompleta. Aunque ya lo suponíamos porque el día que realizamos la topografía
debido a las prisas no le dedicamos el tiempo que merece esta cavidad. Éramos
conscientes de que no fue descendido un pozo que existe al sur de la segunda
sala y que desde arriba ya se veía continuación. Este ramal es el que aparece topografiado
en la topo del ECF y el GEB. Pero aun así publicamos nuestra topografía, porque
ante la perspectiva de no poder volver a la cavidad en mucho tiempo preferíamos
publicar aunque fuera incompleta, que no dejar el material guardado en un
cajón.
Formaciones en el ramal de la 1ª sala.
También existe un ramal descendente, que parte de la tercera sala y alcanza
la parte más profunda de la cavidad que en nuestra topo estaba incompleto. Así
que entramos a la cueva con otros ojos y revisando todos los rincones. Y
nuestra sorpresa fue que encontramos unos laminadores situados al suroeste de
la primera sala que nos dejaban en unos resaltes, y bajo de ellos unas galerías.
Estas galerías no aparecen en ninguna de las 2 topografías.
Pero nuestra sorpresa fue que debajo del resalte se abría una sucesión de
salitas, gateras, resaltes y más salitas que le dan mucho recorrido a la
cavidad. En toda esta zona (ramal de la 1ª sala) abundan las formaciones, y al
ser una zona menos visitada que el resto de la cavidad ellas están más limpias.
Esta zona ha sido explorada, porque en ella encontramos huellas, flechas,
inscripciones e hitos; pero no aparece en ninguna topografía.
Bellas concreciones en el ramal de la 1ª sala.
Luego bajamos el pozo de 11 m. que nos deja en la tercera sala. Allí también
nos dedicamos a descender por el ramal que nos lleva a la máxima profundidad,
comprobando que la topo del ECF y GEB esta correcta, no así la nuestra, que
vuelve a estar incompleta. También subimos la trepada que parte de esta 3ª sala
y que da paso a un ramal ascendente. Este sector está bien en las 2 topografías.
Por ultimo al salir nos asomamos al ramal que parte del pozo que existe al
sur de la segunda sala. Esta zona si aparece en la topo del ECF y GEB, y no
aparece en la nuestra. Tal solo bajamos el resalte inicial y comprobamos su continuación,
pero siguiendo la topo del ECF y GEB este ramal tiene más recorrido.
Pozo de 11 m. en la cueva del Sauco.
Además de todo esto que pudimos comprobar, también durante el transcurso de
los años habíamos escuchado muchos mitos de esta cueva; como por ejemplo que
alcanzaba los 2 Km. de desarrollo o que discurría un rio por sus galerías más
remotas. Todas ellas no creíbles. Pero tras esta visita sabemos que la cueva
del Sauco puede esconder tesoros muy bien guardados.
Como conclusión creemos que deberíamos volver a la cueva para realizar una topografía
minuciosa. Aquí presentamos unas modificaciones en nuestra topografía, que más
bien son indicaciones de donde parten los sectores pendientes de topografiar.
Topografía incompleta de la cavidad.