El día
10 de septiembre, último día de estancia en Euskadi de nuestros amigos de la
UEC de Tortosa, visitamos la mítica cavidad de Mairuelegorreta.
Esta
cueva es de gran importancia a diversos niveles; tanto espeleológico, como
cultural o paleontológico.
Sala de las capillas.
A
nivel cultural diremos que en la mitología vasca, una de las moradas de la
diosa Mairu es esta gruta. Y por supuesto mencionaremos el festival Euskal Jaia
que desde el año 1963, y organizado por la sociedad Excursionista Manuel
Iradier, se celebraba en el interior de esta cavidad. Dicho evento nació como
una forma de impulsar la cultura y la lengua vascas, por tanto sufrió la
represión franquista en sus primeros años.
A
nivel espeleológico es una cavidad importante, ocupando a día de hoy el 4°
puesto en cuanto a cavidades de mayor desarrollo de Euskadi, con 17.250 m. Ya
en el año 1957 la sociedad Excursionista Manuel Iradier realizo un estudio
pormenorizado de la cavidad. El Grupo Espeleológico Alavés posteriormente ha
realizado nuevas exploraciones, estudios y el levantamiento topográfico más
moderno.
Sala de Peña grande.
Hidrológicamente
la cavidad forma parte de un sistema de drenaje que abarca toda la vertiente
sudeste del monte Gorbea. Formando también parte de este las siguientes
cavidades: la sima de Asunkorta, la sima Dulao Goikopagadiren, la cueva de
Dulao, la sima Pagoluzieta, la sima Errekasiku y la cueva de peña Gingia entre
otras. Las surgencias que drenan todo este sistema son Artxegi y “sale el
agua”. Ambas vierten sus aguas al Rio Zubialde, junto a los embalses de Murua.
A
nivel paleontológico, la cueva constituye un importante yacimiento de época
cuaternaria. Sobre todo se han encontrado restos de mamíferos extinguidos
actualmente: bisonte estepario (Bos bison), cuón o perro salvaje (Cuon
alpinus), cabra montés antigua (Capra ibex), lince de las cavernas (Linx
spelaea), gran león de las cavernas (Panthera leo spelaea), leopardo antiguo
(Panthera pardus), oso pardo (Ursus arctos), oso cavernario antiguo (Ursus deningeri),
oso cavernario (Ursus spelaeus), rinoceronte (Rinoceronte sp.), canido antiguo
(Canis sp.) y Uro (Bos primigenius primigenius). Pero también de mamíferos
todavía existentes como el lobo (Canis lupus) y el ciervo común (Cervus
elaphus). Los trabajos realizados en la cavidad dentro de este ámbito han sido
efectuados por el Instituto Alavés de la naturaleza (IAN).
Subiendo hacia las capillas.
La
visita que realizamos fue corta, tan solo de 2 horas, para tener una primera
toma de contacto con la cavidad. Pero la cueva tiene mucho recorrido y bien
podemos invertir varios días en visitar las galerías más destacadas. Los
volúmenes son considerables y predomina desarrollo horizontal, ya que existen
pocas verticales.
El
recorrido que realizamos fue el siguiente: tras entrar por la boca y descender
las escaleras artificiales continuamos por la calle de la estación hasta llegar
a una gran sala; la plaza de toros. Aquí tenían lugar las actuaciones en el
festival Euskal Jaia.
Desde
aquí ascendimos primero una rampa de bloques y luego tomamos a la izquierda una
larga y amplia galería formada por una rampa estalagmitica con algunos gours.
En su parte alta se abren las capillas, un par de salas comunicadas por un
amplio pórtico, adornadas con grandes formaciones. Antaño aquí se realizo una misa,
posteriormente se han realizado algunos ritos de distinta índole.
Cañón en la calle de San Ildefonso.
Una
vez de vuelta a la plaza de toros tomamos dirección noroeste por grandes
galerías alcanzando la sala de las seis calles. Desde ella nos asomamos al
inicio de la Calle Manuel Iradier, para luego proseguir de nuevo hacia el
noroeste por la galería Ignacio Valdés hasta alcanzar la gran sala de Peña
grande. Esta última es la más grande de las salas de la cavidad. Como podéis
ver en la fotografía constituye un volumen inmenso.
Desde
la sala de Peña grande bajamos por una inclinada galería: la calle de San
Ildefonso. Tras ver una cascada proveniente de una galería lateral, proseguimos
por la principal que forma un gran cañón ahora inactivo, pero que en episodios
de importantes deshielos o fuertes precipitaciones creemos puede llegar a
activarse. Llegamos cerca de la sima Madi y regresamos hacia la salida. Esta
fue nuestra corta pero interesante visita.