Galería Avatar.
Dentro del sistema de Udías,
a día de hoy tan solo es factible realizar una travesía: la que une la boca del
sumidero de Cobijón con la bocamina de Sel de Haya. No obstante, el recorrido
se puede realizar en ambos sentidos, ya que los obstáculos que nos
encontraremos están todos instalados en fijo. La instalación, así como su
mantenimiento voluntario, y por supuesto la exploración de la caverna, la lleva
a cabo el CCES (Club Cántabro de Exploraciones Subterráneas).
El pasado domingo 21 de abril
un grupo compuesto por 11 espeleólogos realizamos la travesía entrando por
Cobijón y saliendo por la mina de Sel de Haya. El equipo estaba compuesto por
Pepe Cruañes y Ricard de Valencia y del club Hinneni; Gilabert, Lee y Luis del
Espeleo Club Castelló; Mansano del C.M. Serra d’Irta; Josu e Isma del C.E.
Akelar Espeleologi Taldea; y Manu, Juan y Josean del Club Cántabro de
Exploraciones Subterráneas, que como exploradores de la cavidad nos guiaron en
la travesía.
Dos tramos distintos de los
pasamanos de la muerte.
Nos dirigimos a la boca de
Cobijón para descender la rampa de entrada y adentrarnos en el subsuelo.
Enseguida vemos el rio que se sume cercano a la boca y que hace su aparición
por la izquierda y a un nivel inferior. Para salvar el agua, durante unos 450
m. avanzaremos por unas cornisas situadas unos 5 - 15 m. por encima del nivel
del activo. Para ello existen instados múltiples tramos de pasamanos.
Zona final de los pasamanos
de Cobijón.
Tras esta zona bajamos al
nivel activo para enseguida abandonarlo ascendiendo una larga rampa que nos
lleva a una serie de salas y galerías de gran envergadura. Primero avanzamos
por la sala Chechu. En algunas zonas de la sala existen bellas formaciones.
Desde aquí pasamos a la sala Tortajada, la cual abandonamos por su extremo
noreste para buscar la galería de las columnas.
Bonito rincón de la Sala
Chechu.
Esta galería se presenta bien
decorada por gran cantidad de formaciones, además de poseer buenos volúmenes.
Esta galería termina en un resalte que fue re-equipado en esta visita. Así
llegamos al cañón del Rio Suvia. Aquí tendremos que avanzar por dentro del agua
un centenar de metros, pero el agua no pasa de la rodilla. Esta es una zona
donde se aprecia claramente los niveles que alcanza el agua en episodios de
crecidas. Vemos multitud de materia orgánica así como desechos varios que han
sido arrastrados por la virulencia del rio Suvia en sus momentos más feroces.
Rio Suvia.
A continuación subimos hacia
la derecha a un nivel superior. Desde aquí también tenemos la posibilidad de
ascender a la galería Hipnosis, en un nivel mucho más elevado, donde existe
gran cantidad de espeleotemas. Esta parte del cañón del Suvia presenta unas dimensiones colosales.
Galería Hipnosis.
Avanzado rio abajo, pero sin
tocar el agua, nos metemos de lleno en la gran Sala, donde el activo se pierde.
Esta sala es enorme y se presenta repleta de material clástico. Una vez
atravesada avanzaremos por la galería del vivac, de avance rápido. Pasaremos
por el puente, una pasarela sobre el rio de dudosa consistencia pero de grandes
dimensiones. Y pronto alcanzaremos el pozo de 20 m. que en esta visita los
compañeros del CCES aprovecharon para reinstalar.
El puente, en la galería del
vivac.
Desde donde parte el pozo,
también es posible subir por cuerda fija unos 20 m. que nos llevaran a la
interesante galería Avatar, profusamente decorada. Esta galería presenta un
recorrido en torno a los 300 m. avanzando por cómodas galerías que han sido
balizadas por el CCES para preservar los tesoros que alberga. Merece la pena
salirse de la travesía y visitar este bello rincón del sistema.
Dos bonitos rincones de la galería
Avatar.
Una vez bajo el pozo de 20 m.
descendemos una larga rampa y entramos en el cañón del Suvia. En esta última
parte de la travesía ya vamos siguiendo el cañón del río, pero casi siempre por
terrazas o niveles por encima de donde discurre el activo. Pasamos una zona con
grandes pisolitas, también por la gran colada y por los gours. En este último
lugar existen unos grandes gours llenos de agua y con una coloración
amarillenta que contrasta fuertemente con las oscuras tonalidades de las
paredes y techos del cañón. Así avanzando por niveles superiores al del activo
vamos abandonando el río y su murmullo y entrando por zonas más secas.
Los gours.
Finalmente encontramos un
rampa de escombros de la explotación minera de la mina de Sel de Haya.
Subiremos por ella y a continuación por una escalera de mano hecha de hierro
que nos deja en las galerías de la mina. Estas galerías combinan zonas
naturales con artificiales y también con zonas mixtas. El recorrido por la mina
es a groso modo ascendente y carece de interés a nivel espeleológico, aunque si
a nivel etnológico. Finalmente saldremos al exterior por una larga galería
artificial y rectilínea con la típica sección de las explotaciones mineras.
Bonito rincón en la zona
final de la travesía.
En definitiva es una travesía
que nos permite conocer una pequeña parte del eje vertebrador de este gran
sistema. Un sistema que los compañeros del CCES, con su buen hacer, están
haciendo crecer y crecer y desvelando sus secretos más escondidos.
Galería Avatar.