Luis
junto a una pared de mármol (Foto: Zoraida Conejos).
Un
repentino cambio de planes a última hora nos impidió de nuevo descender a la
Grallera de Guara. Y para algunos de nosotros ya van 2 intentos fallidos.
Nos
adaptamos al nuevo plan, no sin pena por dejar pasar la ocasión de visitar la
Grallera de Guara. Así pusimos rumbo a Benasque para acometer la clásica travesía
al Sistema del Alba. En esta ocasión realizaríamos la travesía por la sala Noel
Llopis Lladó, la segunda en orden de apertura.
Galería
de “les Angunies” con sus clásicos mármoles.
Casualmente
del grupo de cinco que éramos: Sarai y Vicente de la UEC Tortosa, Víctor del
Espeleo Club Tortosa, y Zoraida y Luis del Espeleo Club Castelló; 3 de nosotros
ya conocíamos la travesía. Hacia 5 años la realizaron Sarai y Vicente junto con
sus compañeros de la UEC Tortosa: https://barrancs.uectortosa.cat/2014/07/travessa-de-lalba.html
Y Luis repetía
también travesía 10 años menos 3 días después: http://cavitats-subterranies.blogspot.com/2009/09/sistema-del-alba-benasque.html?m=1
Acceso a
la cavidad.
Para Víctor
era la primera travesía pirenaica, y cargando un petate amigo aguanto como uno más.
Para Zoraida también era la primera travesía en Pirineos y la primera mujer del
Espeleo Club Castelló que realiza la travesía del Alba. El amigo Gila estuvo
con nosotros pero no pudo entrar debido a un lesión de importancia.
Así,
tras preparar el equipo emprendimos la marcha de aproximación de casi 600 m. de
desnivel positivo.
Zoraida
llegando al ibón de Alba.
Ya bien comidos,
a las 3 de la tarde entramos en cavidad por el bujerín del Alba. Enseguida encontramos el primer pozo, de 32 m. A
continuación un meandro nos lleva a la siguiente vertical, de 16 m. Tras esta
llegamos a la porqueriza, antaño paso inundado con un nivel de agua que
superaba la cintura. Ahora han re-excavado en suelo del meandro y tan solo nos
mojamos los pies. Un pozo de 56 m., pero fraccionado y que puede descenderse en
doble con 2 cuerdas de 40 m., nos deja en la galería activa.
Galería
activa bajo el pozo de 56 m. (Foto: Vicente Barraquet).
Llegamos
al rio. En este tramo la travesía discurre por una ancha galería repleta de
material clástico de gran tamaño. Es curioso observar grandes bloques de
granito. Se río va descendiendo formando cascadas y pequeños saltos. Es este
tramo se forman algunas cascadas muy vistosas, dos de ellas las descendemos rapelando
por su lateral derecho. Es uno de los lugares para recordar de este sistema.
Sarai
descendiendo junto a una cascada (Foto: Vicente Barraquet).
Más
adelante abandonamos el activo y nos introducimos en una galería fósil. Aquí aprovechamos
para pegar bocado y quitarse los neoprenos los compañeros que lo llevaban.
Porque Vicente y Luis optamos por entrar sin neopreno, ya que teóricamente tan
solo teníamos que mojarnos en la Porqueriza; pero eso era antaño, ahora se
puede acometer la travesía sin neopreno.
Galería
de les Piques (Foto: Vicente Barraquet).
La galería
fósil y descendente llamada "la escala fosca" nos llevara a la sala
Maldita. Aquí es donde se divide la travesía clásica que pasa por la sala Roja,
de la travesía que nosotros vamos a realizar que pasa por la sala Noel Llopis
Lladó. Abandonamos la sala por su extremo NE por unos pasos estrechos y pronto llegamos
a la galería desfondada, donde superamos unos largos y atléticos pasamanos. Al
final de ellos un pozo de 14 m. nos deja en la galería de les piques. Esta galería
es preciosa, adornada con múltiples gours, pero es una zona con mucha humedad.
La galería termina en un pozo de 39 m. equipado con un rapel guiado. En su base
existe una amplia sala con el suelo cubierto por el agua en gran parte de su superficie.
Aquí paramos a comer.
Base del
pozo de 39 m. (Foto: Vicente Barraquet).
La
continuación es por una rampa con gours que desemboca en un pozo de 16 m., en
cuya base entramos en la galería de las pisolitas. Esta también es muy bella.
En ella caminaremos en varias ocasiones por dentro del agua, pero tan solo nos
mojaremos los pies. En algún rincón de la galería encontramos grandes cristales
blancos de extraordinaria belleza. La galería desemboca en la sala Noel Llopis
Lladó por medio de un rapel guiado de 27 m. Este rapel es más espectacular que
el anterior guiado de 39 m., ya que cruzamos gran parte de la sala.
Galería
tras dejar atrás la sala Leonor.
El
siguiente tramo de la travesía nos lleva por medio de un seguido de pozos de
27, 14, 2 y 4 m. y junto al activo hacia unos remontes y algunas rampas de
barro que nos dejaran en un balcón de la sala Leonor. En esta sala existe otro
de los rincones más especiales y sobrecogedores de toda la travesía: se trata
de la cascada de 60 m. que cae por un lateral de esta alta sala.
La
continuación hacia la cueva del Alba la haremos por un pozo de una treintena de
metros y varias cómodas repisas. En su base entramos en la última zona de la
travesía. Nos restaran unas 2 h. o 2 h. 30 m. hasta el exterior, pero este
horario depende mucho del grupo. Como zonas equipadas tan sólo restan algunos cortos
resaltes y unos pasamanos.
Galería
de “les Angunies”
Pero
este último tramo se puede hacer muy duro, pues los resaltes tanto ascendentes
como descendentes, los pasos estrechos y el terreno inestable dificultan el
avance. Pero encontramos, para mi gusto personal, la zona más bella del
recorrido: las bonitas vetas que forma el mármol en las paredes del meandro dan
un toque especial y característico a este sector de la cavidad. Pero acercándonos
al exterior vuelven a aparecer algunos pasos físicos que si vamos mermados no
nos harán disfrutar lo más mínimo, por algo este tramo se llama la
"galería de les Angunies".
Tras 9
horas de travesía, a las 12 de la noche alcanzamos el exterior. Cansados y a la
vez satisfechos. Ahora nos espera una buena cena y un descanso.
Foto de grupo a la salida de la travesía.