Este mes de agosto, durante la estancia en Zuberoa, además de la travesía
de Gouffre Tête Sauvage al Túnel de la Verna en el sistema de la Pierre de
Saint-Martin, realizamos algunas actividades más. Una de ellas fue la visita a
la famosa Gouffre de Betxanka. Sarai y Vicente de la UEC de Tortosa y Luis del
Espeleo club Castelló fuimos los que gozamos esta jornada de deleite.
La sima se sitúa en la pequeña población de Camou, a la que accederemos
desde Tardets. La cavidad se abre en una zona de bosque, justo arriba de unos
prados de fuerte pendiente que tendremos que subir para alcanzar su boca. La
gran boca da paso a un pozo de 53 metros, amplio y que se puede fraccionar en 2
puntos. En la base del pozo ya nos situamos en una gran galería. A partir de
aquí todo son volúmenes desmesurados, que es lo que caracteriza a esta cavidad.
Sala
del gran arco.
Es muy frecuente que los grandes volúmenes subterráneos hayan
sufrido un colapso importante, presentado gran cantidad de materiales
clásticos, mayormente grandes bloques, que nos dificultan la progresión por las
galerías y salas. Pero en el caso de Betxanka no ocurre esto en la práctica
totalidad de su recorrido. La mayoría de las grandes salas están bien decoradas
por grandes espeleotemas que muestran su gran belleza al espeleólogo. La
cavidad tiene mucho recorrido, y básicamente es una sucesión de grandes salas.
Algunas más que grandes son gigantescas. Nosotros visitamos la mayor parte de
ellas, pero nos dejamos algunas por recorrer. Así tenemos escusa para repetir.
Sala
de la cascada estalagmitica.
En la base del pozo de entrada tomaremos dirección noroeste por
una amplia galería, que se estrecha por momentos y que nos deja en 2 pozos consecutivos
de 4 y 25 m. respectivamente. Estos pozos están equipados con escaleras de
hierro. Nosotros no obstante para su descenso si que utilizamos nuestras
cuerdas, para la subida se puede subir bien por las escaleras. Así llegamos a
una gran sala muy decorada y con un pequeño lago al pie de una gran colada. Se
trata de la sala de la cascada estalagmitica. En el extremo inferior de la sala
se abre un fácil destrepe de unos 5 m. que nos deja en otra gran sala: la sala del
gran arco. En esta sala es en la única que está bien representado el fenómeno
del colapso, gran parte de la sala está cubierta de grandes bloques. Desde ella
accedemos en dirección oeste a la sala más grande de la cavidad; la sala de los
embudos gigantes. Esta sala es espectacular por su volumen, y en su parte norte
presenta una gran columna y muchas formaciones. Por una terraza se puede aun
acceder a una sala más pequeña donde encontramos una gran colada que cubre toda
la pared norte.
Pequeña
sala situada al extremo noroeste de la sala de los embudos gigantes.
Desandamos el camino hasta la sala del gran arco, y allí
descendemos en dirección este para luego remontar hasta una zona con bonitas
coladas. Allí nos encontramos con el pozo de Joly, de 35 m. y con escaleras de
hierro en su primera mitad. En la base del pozo ascendemos una rampa de más de
50 m. Hay una cuerda fija para subir por ella, pero se puede ascender sin ayuda
de la cuerda, en cambio para la bajada es mejor rapelar por la cuerda. Arriba
de la rampa llegamos a un balcón. A nuestra izquierda hay una sala de techo más
bajo con el suelo cubierto por grandes gours. Pero la continuación es por un
resalte de unos 5 m. para el que es opcional poner cuerda o no. Bajamos a la
sala de los bloques, pero no nos internaremos en ella, seguiremos pegados a la
pared derecha y encontraremos una cuerda fija para bajar un resalte de 4 m. Así
llegamos a la galería del mojón, donde existe una curiosa colada gigante
rallada y que cae sobre un suelo cubierto de gours secos. Esta formación es el
mojón que da nombre a la sala.
Sala
del mojón, en la formación que da nombre a la sala.
Seguimos y superamos un resalte corto en una zona estrecha para
alcanzar la catedral, una galería muy amplia y con suelo estalagmitico llano.
Aquí tenemos tres hermosuras que visitar; por una parte a mano derecha y arriba
de una rampa tenemos el templo chino, que es un bosque de grandes estalagmitas
y columnas. Otra opción es seguir recto y deleitarnos con las grandes formaciones
de la catedral. Y por ultimo podemos bajar a la sala del Gour. Para alcanzar
esta última, pasaremos por detrás de unos bloques y nos asomaremos a un gran
balcón sobre la enorme sala. Pero para descender a ella lo haremos por un
lateral buscando una cuerda fija que nos ayuda a salvar un resalte de unos 3 m.
Ahora solo nos queda descender una inclinada rampa para alcanzar el hermoso
gour que se encuentra bajo una gran colada. Aquí todo es muy grande. Unas últimas
fotos y nos volvemos hacia la salida.
Sala
del Gour.
Poco más de 7 horas hemos invertido en esta visita. Se trata de
una cavidad que impresiona por sus volúmenes y que no exige un gran nivel
físico, lo más duro es el ascenso del pozo de entrada, de 53 m. Es ideal para
una salida de club, de hecho hay varias empresas que explotan la sima.