Hace unas semanas visitamos esta conocida cavidad de Sant Mateu, muy citada en la bibliografía espeleológica por la fauna que habita en su interior, muy rica y variada. A pesar de su interés biospeleológico y las numerosas visitas que recibe, la entrada presenta aspecto de "cau" que mediante una galería descendente de techo bajo nos sitúa en una galería principal.
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Boca de la cavidad |
En el primer tramo de esta galería destacan las formaciones, principalmente estalactitas y estalagmitas, que en algunos puntos forman barreras que debemos atravesar para continuar con la progresión por la cavidad. En estos puntos el techo presenta formas redondeadas, posiblemente por corrosiones, pero a medida que vamos descendiendo va adoptando formas más estructurales, con alargados laminadores, donde están casi ausentes los rellenos litoquímicos y empiezan a aparecer bloques desprendidos del techo.
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Galería decoradas con estalactitas |
Se trata de una cueva de avance incómodo, ya que escasos son los puntos de las galerías en que te puedes poner en pie. En un extremo de la galería más cercana a la boca encontramos un pequeño lago, formando un ambiente muy bueno para ciertas especies de fauna invertebrada. Parece ser que es en esta zona intermedia de la cueva donde la fauna es más rica.
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Laminador estrecho en las zonas más profundas de la cueva. |
Nos encontramos ante una cueva de carácter estructural, formando largos laminadores en favor del buzamiento de los estratos y con algunas formas de disolución en la zona más próxima a la entrada. Sus gateras y largos laminadores ofrecen una visita entretenida, donde podemos apreciar detalles de estalactitas, banderas o pequeños gours.